La muerte de Valentina Trespalacios estremeció a Colombia. El cuerpo de la joven DJ fue encontrado en una bolsa de basura con signos de haber padecido lo peor. El dictamen de Medicina Legal da cuenta de que su deceso se produjo tras una noche llena de violencia. “Presentaba marcada congestión y edema facial, además de signos de traumas múltiples contundentes, dispersos en los antebrazos y la región sacra. Se observaron, de igual forma, hematomas en la mucosa labial y mejillas”, dice el informe.
El país se sorprendió al conocer las cámaras de seguridad del apartamento que esa noche fatal compartió con el estadounidense John Poulos. SEMANA reveló en su momento los videos que no dejan duda de que el hombre planeó, ejecutó y luego intentó ocultar las pruebas de su asesinato.
También, cómo luego se lanzó a la huida, pero en un esfuerzo de las autoridades fue capturado en Panamá. Allí se ve cuando Poulos sale del apartamento y lleva el cuerpo de Valentina en una maleta. Como la maleta quedó pequeña para alojar en su totalidad a la víctima, el feminicida dejó la cabeza de Valentina por fuera y, para evitar la macabra escena, la cubrió con una manta de color gris, que también fue encontrada junto al cuerpo y en la basura.
Por eso sorprendió la versión que el estadounidense le entregó a SEMANA en una entrevista para la última edición de la revista. Según su relato, él no se acuerda de nada. “Solo recuerdo que era de día y había plena luz del sol; luego nos subimos al Uber para regresar al apartamento Kapadoccia. La verdad, no recuerdo el viaje en carro de vuelta, solo recuerdo despertarme por la mañana o creo que por la tarde todavía con mis zapatos puestos. Valentina y yo estábamos en la cama, todavía teníamos toda la ropa puesta. Yo tenía una resaca horrible, sé que Valentina también”, relató John Poulos.
“La pasamos bien esa noche. Así que aquí estamos, al día siguiente, de fiesta otra vez. Fue mucha fiesta en poco tiempo y a partir de ahí no recuerdo exactamente lo que pasó. Los dos nos quedamos dormidos, es lo último que recuerdo”, resaltó en la entrevista.
Su estrategia de defensa ante la justicia ha sido precisamente esgrimir una suerte de amnesia sobre los hechos de esa noche. Sin embargo, el relato que hace la Fiscalía, a partir de las pruebas que pudo recolectar sobre ese feminicidio, dan cuenta de que sí existía premeditación en los hechos.
En la imputación de cargos, el ente acusador sostiene que Poulos tuvo esa noche “relaciones sexuales con Valentina Trespalacios y procedió a golpear de manera violenta con sus propios puños la corporalidad de la señorita Valentina, luego de que hacía presión con sus manos alrededor de su cuello, hasta causarle la muerte”, dijo. El fiscal detalló esos golpes y aseguró que habían cubierto casi todo el cuerpo: el pecho, los brazos, la espalda y la cabeza antes de ser asesinada. Concluyó que luego la víctima falleció por asfixia causada por estrangulamiento.
En la imputación de cargos, el representante de la Fiscalía General reveló que Poulos concebía a la joven como “su objeto personal” y “por eso la acosaba y controlaba sus acciones y actuaciones”. La evidencia testimonial indica que “controlaba sus amistades personales, vigilaba sus redes personales y hasta contrató a un investigador privado para que la siguiera”.
“Había un ciclo de violencia psicológica que antecedía al crimen, el cual estaba representado en toda la actividad de celos y control sobre la vida social de Valentina”, precisó el fiscal.
Ahora, Poulos pretende mostrarse como una víctima de una laguna mental producto del trago y las drogas. “Lo que pasa es que mi versión de la historia y de lo que realmente sucedió no ha sido revelada a Colombia ni al mundo, pero pronto todos verán que soy la única persona que dice la verdad y tengo todas las pruebas”, dijo.