Sudarsky argumentó “falta de confianza”. La historia de la ruptura la narró en una carta. Según cuenta, todo comenzó después de una reunión de la dirección del partido celebrada el pasado 12 de mayo. Ahí, cuenta Sudarsky, se contemplaron los nombres de las personas que presumiblemente participarían en la contienda electoral por la Gobernación de Cundinamarca. En esa reunión se hicieron observaciones sobre el candidato de la coalición de los partidos de la Unidad Nacional, el exgobernador Álvaro Cruz. Según aduce Sudarsky, no se habló sobre las calidades de Cruz, sino que se mencionó que algunas personas tenían reparos a la posibilidad de que el Partido Verde también se uniera a ese apoyo. Sudarsky aseguró que el 18 de mayo, Cruz lo llamó a pedirle “los documentos y el nombre del señor que había expuesto su preocupación”. En criterio del senador, Cruz utilizó argumentos para “coartar el libre debate de un directorio político”. Además, dice Sudarsky que Cruz lo amenazó con demandas en su contra si no corregía lo dicho. En su carta afirma que el candidato a la Gobernación indicó que Peñalosa fue quien reveló lo hablado en la reunión del directorio del partido. “Pienso que lo que sucedió es inaceptable, especialmente el comportamiento de Enrique Peñalosa”, escribe el senador de los verdes. “Me resulta moralmente imposible continuar acompañando su precandidatura a la Alcaldía de Bogotá, ya que su comportamiento me ha dejado de generar confianza”, agregó. Sudarsky además rechazó lo que consideró una injerencia indebida de Cruz. La decisión de Sudarsky se sumó a la del exconcejal Juan Carlos Flórez, quien prefirió retirarse de la colectividad. Flórez argumentó que no le gustaban las negociaciones que está haciendo el Partido Verde. “Como están las cosas, el Partido Verde va a terminar siendo un apéndice del Partido de la U en Bogotá”, dijo Flórez esta semana. Lea la carta completa de Sudarsky: Señor Luis Eduardo Garzón Presidente Vocero Partido Verde de Colombia ESD Estimado Sr. Presidente-Vocero: Quiero expresarle mi más aguda preocupación por los hechos ocurridos en las Direcciones Nacionales (DN) del Partido los días del día 12 y 19 de mayo, especialmente a la injerencia indebida del Sr. Álvaro Cruz en los temas que son sujetos de deliberación de la DN, y a la filtración de los comentarios que en ella se hacen nada menos que por parte del Copresidente y Precandidato a la alcaldía de Bogotá, Sr. Enrique Peñalosa. La Reunión del 12 de mayo revistió una especial importancia porque se estaban definiendo la dirección que debía tomar el partido, especialmente frente a las alianzas con otras fuerzas políticas. En su momento yo intervine para definir qué era lo que estaba en juego en ese momento en el país, que a mi entender era la posición contra la corrupción y las señales que se dieran contra ella. Estábamos al filo de la navaja y el país, si se le daban las señales equivocadas, podría irse en la dirección de personas vinculadas a los escándalos en la Salud, por ejemplo, donde en un email una ex funcionaria celebraba regocijada que "salimos de pobres", señales equivocadas que harían crear una verdadera avalancha hacia el todo se puede. Anoté en esta discusión, abstracta y de principios políticos, que al mencionar en una reunión de Verdes que había tenido en uno de los municipios aledaños a Bogotá, cuando se mencionaron posibles candidaturas a la gobernación de Cundinamarca, el nombre de Álvaro Cruz había provocado un desconcierto agudo. Explícitamente los participantes expresaron su preocupación de que se le diera apoyo a las aspiraciones de tal señor pues había perjudicado directamente al municipio. El tema se tocó, debo reiterar, no para hablar de la probidad del Sr. Álvaro Cruz sino del efecto devastador que tendría una señal equivocada en la ciudadanía y en la viabilidad del estado colombiano. La discusión prosiguió cubriendo distintos temas, en una reunión llena de debates y posiciones. Cuando yo salía Enrique Peñalosa me comento que no tenía sentido que me dejara influenciar por los comentarios que se dieran en tales municipios, que finalmente Álvaro Cruz tenía el respaldo a la gobernación de "tres partidos políticos". La conversación termino allí. Cuál sería mi sorpresa cuando el día miércoles 18 de mayo recibo una llamada del Sr. Álvaro Cruz en la cual me exige le dé los documentos y el nombre del señor que había expuesto su preocupación, que su único patrimonio era la honra, que si yo sabía de algo debía hacer las denuncias respectivas, en fin, todos lo manidos argumentos que se utilizan para amenazar y coartar el libre debate en un directorio político cuya más importante función es oscultar todas estas opiniones para tomarlas en cuenta en el direccionamiento del partido. El mencionado señor me pidió entonces que yo debía corregir lo dicho, o si no me exponía a que el entablara demandas penales en mi contra. Efectivamente me dijo que él tenía el respaldo de los tres partidos y que había sido Enrique Peñalosa el que le había comentado lo que se dijo en la DN. Mi respuesta fue que yo no tenía nada que comentarle a él, que no iba a revelar mis fuentes, que esta era una reunión privada de la dirección nacional del partido y que el tema lo iba yo a llevar a la dirección pues consideraba que estas filtraciones eran un atentado a la libre deliberación que debe ser la norma en estas instancias. El señor Cruz me contesto que era conveniente que yo pensara que iba a hacer "con cabeza fría", que toda conversación entre más de una persona era pública y me pidió que registrara su celular. Inmediatamente llame al Sr. Vocero Presidente para expresarle mi indignación con Enrique Peñalosa, por estar sacando de contexto y filtrando esta información a Álvaro Cruz para que me llamara en el anterior tono, que no entendía como Enrique Peñalosa ponía por encima de su responsabilidad con el Partido sus conocidas relaciones de amistad con Álvaro Cruz y, además, como tergiversaba la naturaleza de mi intervención en el debate de la DN. Le pedí que se llevara el tema a la dirección del día siguiente, lo cual efectivamente se dio el día 19. En tal debate el Dr. Alfonso Prada reconoció que mi intervención había sido una valoración política que no involucraba a nadie. “Es una reflexión académica sin la intención de denunciar a nadie”. Sin embargo advirtió que era necesario tener cuidado con imputaciones y que era nuestro deber ciudadano y como funcionarios públicos de denunciar un delito. “Sea contra quien sea. No podemos convertirnos en cómplices”, que el partido no podía permitir que se hicieran afirmaciones que no vinieran acompañadas de las respectivas documentación jurídica. Expresé que en mi entender esta posición eliminaría la posibilidad del debate político y por personas que no fuéramos abogados. Adicionalmente el representante legal del partido, Carlos Ramón González añadió que los debates de la dirección política deberían hacerse inclusive con periodistas presentes en todo momento y que tales deliberaciones eran por definición públicas. El presidente vocero expresó la intención de hablar con Enrique Peñalosa y Álvaro Cruz. Pienso que lo que sucedió es inaceptable, especialmente el comportamiento de Enrique Peñalosa. Me resulta moralmente imposible continuar acompañando su precandidatura a la Alcaldía de Bogotá ya que su comportamiento me ha dejado de generar confianza. En cuanto al señor Álvaro Cruz, rechazo de manera categórica la manera como busca coartar y maniatar el debate en la Dirección Nacional del Partido Verde y ejercer injerencias indebidas en sus deliberaciones. En ese sentido me opondré categóricamente a cualquier alianza del PV con su candidatura a la gobernación. Continuando con el argumento de Carlos Ramón Gonzalez de que todos estos eventos son públicos, y contrariando lo que ha sido mi costumbre de dilucidar nuestros conflictos internamente, aun aquellos de la mayor intensidad, considero que la violación de esta regla por Enrique Peñalosa me permite hacer esta comunicación pública.