El escándalo en la Defensoría del Pueblo no para de sorprender a la opinión pública. Ni el mejor libretista habría creado tamaño culebrón en tan poco tiempo. En menos de tres días se han conocido un rosario de versiones respecto a la relación entre el defensor del Pueblo, Jorge Armando Otálora y quien fuera su secretaria Astrid Cristancho.Lo que comenzó como un caso de acoso y maltrato laboral se convirtió en una denuncia por acoso sexual. Después de que Daniel Coronell reveló el testimonio de la exfuncionaria, que señaló a Otálora como “acosador”, hubo un tsunami institucional. Semana.com hace un recuento cronológico de este episodio, que muchos ya se atreven a calificar de “vergonzoso”.1. ¿Cuándo y por qué comenzaron las denuncias?Cronológicamente, las denuncias contra Jorge Armando Otálora por maltratos laborales fueron conocidas por la opinión por una columna escrita por Juan Diego Restrepo para Semana.com el 17 de septiembre de 2015. Dos meses después, Daniel Coronell publicó la columna “¿Y ahora quién podrá defendernos?” en la que dio a conocer los testimonios de varios funcionarios que aceptaron los maltratos por parte de Otálora.2. La carta que cambió la historiaLa historia tuvo un giro dramático en noviembre de 2015. Semama.com publicó una explosiva carta escrita por Astrid Cristancho y remitida a Jorge Armando Otálora. En la misiva se puede leer: “Yo no puedo seguir justificando muchas cosas que pasan en la Defensoría. No puedo seguir pretendiendo que todo está bien y mucho menos después de ver que hay otras personas denunciando lo que yo he sufrido por estos años. No puedo permitirme más tiempo en un lugar hostil, agresivo e irrespetuoso como el que usted ha creado”.3. La defensa de OtáloraTras las denuncias de maltrato por parte de varios de sus subordinados, cuyo capítulo más crítico se vivió al conocerse la vehemente carta de renuncia de su propia secretaria personal, el defensor del Pueblo se defendió a través de un comunicado de prensa. En este se remite a indicar que nunca ha sido objeto de queja o denuncia alguna en lo ateniente a sus funciones como servidor público a lo largo de tres décadas.4. El señalamiento cambió de tonoA pesar de los señalamientos, Otálora se mantuvo en el cargo y el tema pasó a un segundo plano en los últimos días de 2015. Pero cuando todo parecía quedar en olvido, Coronell, en su columna publicada en la presente edición de la revista SEMANA, reveló evidencias de que la exsecretaria privada del defensor habría sido víctima no sólo de acoso laboral, sino, más grave aún, de acoso sexual. Fotografías íntimas, conversaciones vía Whatsapp, así lo advierten. No sólo con la abogada Cristancho, sino también con otra de sus subalternas cuya identidad, hasta ahora, se ha mantenido en reserva. Daniel Coronell, tal como lo señala en su columna, buscó de primera mano la respuesta del defensor Otálora. Sin éxito.5. ¿Relación sentimental o acoso sexual?En la noche del domingo Otálora dio la cara, lo hizo ante las cámaras de Noticias Caracol. El defensor ofreció disculpas por su silencio, que en su criterio permitió a “muchas personas sacar conclusiones que no son ciertas”. Al mismo tiempo admitió la veracidad de las ‘selfies’ y chats publicados por Coronell, pero dijo que hacían parte de una relación de noviazgo que sostuvo durante más de un año con Astrid Helena Cristancho, quien fue su secretaria privada.“Sostuve una relación sentimental por más de un año, fue una relación de mutuo acuerdo entre dos personas solteras. Me enamoré de una persona muy inteligente”. Astrid Cristancho no tardó en responder. En Noticias Uno habló con Cecilia Orozco y negó que entre ella y el funcionario hubiese existido alguna relación sentimental. Por el contrario, la definió como un a relación entre abusador y abusada.6. Retiro de apoyoHoracio Serpa, jefe del partido que respaldó el nombramiento de Jorge Armando Otálora, le quitó su respaldo y le pidió defenderse al margen de su cargo. Otálora es de filiación liberal y por eso la senadora Viviane Morales pidió los codirectores del partido una reunión de congresistas para quitar el respaldo al defensor. Para completar, un editorial de El Tiempo le pidió al alto funcionario dar un paso al costado.7. La intervención de la ProcuraduríaAstrid Cristancho, exsecretaria de Otálora, acudió a la Procuraduría. Presentó una queja disciplinaria contra su exjefe, exponiendo todos estos puntos y presentando algunos elementos mediante los cuales pensaba demostrar lo dicho. Atendiendo a la solicitud, el organismo de control disciplinario abrió una investigación previa. Lo hizo únicamente por los hechos relacionadas con el supuesto acoso laboral del que era protagonista Otálora.8. Dolorosa renunciaEste martes, al tiempo que Otálora señalaba que tenía pruebas, según las cuales, él fue víctima de presiones por parte de su exsecretaria privada, en su entidad las cosas iban de mal en peor. Luis Manuel Castro, delegado para los asuntos constitucionales, dejó su cargo, con lo que se agravó la situación en la entidad. Otálora sufrió un duro revés cuando recibió la carta de renuncia de su defensor delegado para los asuntos constitucionales y legales, Luis Manuel Castro. En una misiva de tres páginas, uno de sus funcionarios más importantes expuso las razones por las que no quiere continuar en la entidad, entre otras cosas, porque su superior ante las evidencias, ha anunciado que no piensa renunciar.9. La denuncia de Astrid CristanchoLa exsecretaria privada del defensor del Pueblo detalló ante la Fiscalía cómo se dieron las supuestas presiones por parte de Otálora. En el documento, que fue radicado en diciembre y que fue dado a conocer este martes, la mujer detalló todas las inconsistencias que se presentaron. Incluso citó el caso de una relación sentimental de María Fernanda Guevara, asesora del despacho del defensor y Julián Fernández, director de recursos y acciones judiciales. De la pareja detalló que estos sostenían relaciones íntimas en las oficinas, hechos que habrían sido denunciados ante Otálora pero este hizo caso omiso de ello.10. ¿Por qué no renuncia?La pregunta que se hacen los medios y la propia opinión es ¿por qué Jorge Armando Otálora no renuncia a su cargo? La respuesta del funcionario es la misma “no encuentro las razones para hacerlo”. Lo cierto es que ante un grueso de la población la Defensoría, más allá del culebrón que se esconde en esta historia, es la que queda maltrecha. La historia continua.