La Sala Penal de la Corte Suprema de Justicia condenó a 25 años de cárcel a Jorge Noguera Cotes, director del DAS entre los años 2002 y 2006, al hallarlo responsable de los delitos de concierto para delinquir agravado, el homicidio del profesor Alfredo Correa De Andreis, la destrucción, supresión u ocultamiento de documento público y la revelación de asunto sometido a secreto. La condena impuesta también incluye una multa por valor de 6.510 salarios mínimos y la inhabilidad para el ejercicio de derechos y funciones públicas por el término de veinte años. Además, Noguera deberá pagar indemnizaciones por 300 salarios mínimos a familiaries de Correa De Andreis. El alto tribunal absolvió al exfuncionario de los cargos formulados por los homicidios agravados de Zully Codina Pérez y Fernando Pisciotti Vanstrhalen, y del delito de abuso de autoridad. El expresidente Álvaro Uribe Vélez reaccionó desde su cuenta en Twitter y ofreció una disculpa condicionada. Tras dirigir el DAS, Noguera fue nombrado cónsul en Milán (Italia). El exjefe de informática del DAS Rafael García lo acusó de haber puesto el organismo a disposición de las autodefensas. Por esta razón, en noviembre del 2007 fue destituido e inhabilitado por la Procuraduría para ocupar cargos públicos durante 18 años, tras hallarlo culpable de colaboración con paramilitares e incremento injustificado de su patrimonio y el de terceros con dineros públicos. En febrero del 2007, la Fiscalía emitió una orden de captura en su contra por los delitos de concierto para delinquir y homicidio agravado. Noguera había sido puesto en libertad y recapturado, en el mismo proceso. El 11 de junio del 2008, la Corte Suprema de Justicia anuló el caso, pues el fiscal Mario Iguarán delegó el proceso y, según la ley, este era de su exclusiva competencia. Sin embargo, el proceso se reanudó, y este miércoles, se conoció el veredicto. Noguera, el "buen muchacho" de Uribe Jorge Noguera fue el único funcionario del gobierno del presidente Álvaro Uribe que tuvo que renunciar dos veces. Dejó la dirección del DAS en medio de un escándalo de corrupción e infiltración de paramilitares y narcotraficantes en el principal organismo de inteligencia del Estado. Su nombramiento como cónsul en Milán le permitió dejar atrás la creciente tormenta. Pero la distancia no fue suficiente para evadir el coletazo de sus polémicas actuaciones durante los tres años que estuvo al frente del DAS. Su placentera estada en Europa fue rápidamente sacudida con el testimonio de su amigo y hombre de confianza Rafael García: lo acusaba de tener vínculos estrechos con 'Jorge 40' y Hernán Giraldo, los dos más poderosos jefes paramilitares del norte del país. Su permanencia en el consulado se volvió insostenible. Sin embargo, el presidente lo defendió a capa y espada. A pesar de que Uribe puso la mano en el fuego por él, la gravedad de la situación lo obligó a regresar al país. Con lujo de detalles, García le dijo a la Fiscalía que Noguera había puesto al DAS al servicio de 'Jorge 40' y Hernán Giraldo desde el inicio de su gestión en el 2002. Describió varios encuentros clandestinos del director del DAS con esos jefes paramilitares -la Procuraduría confirmó por lo menos 10- y visitas de personas cercanas a las AUC a la sede principal en Paloquemao para obtener información confidencial. En la medida en que la Fiscalía corroboraba los hechos relatados por García, la credibilidad del testigo fue en aumento. A esa verificación se sumaron dos episodios que les dieron aún más peso probatorio. Primero, ante la Corte Suprema, García confesó ser miembro del bloque norte de las autodefensas de 'Jorge 40' desde hace varios años y que Noguera sabía de estas relaciones non sanctas antes de nombrarlo en un cargo clave en el principal organismo de inteligencia del Estado. Y segundo, García ratificó todas estas acusaciones en un cara a cara con su antiguo jefe, en la Fiscalía. Pero este testimonio es apenas uno de los pilares del expediente que tiene tras las rejas a Jorge Noguera. Sigifredo Puentes, un curtido detective del DAS, le contó a la Fiscalía que Noguera había filtrado información a Hernán Giraldo, viejo jefe paramilitar en la Sierra Nevada, sobre una operación de la unidad de lavado de activos en su contra. El exdetective agregó que Noguera paró, recién posesionado, una investigación sobre narcotráfico que involucraba a familiares y amigos. Puentes fue relevado de su cargo y obligado a renunciar. No fue el único que perdió su puesto por denunciar las irregularidades en el DAS. Rodolfo Benítez, ex jefe de la oficina de protección de la entidad, no sólo confirmó la versión de Puentes sobre Giraldo, sino que agregó detalles sobre lo que denominó "el matrimonio García-Noguera". Benítez describió cómo García vino a su oficina para preguntarle sobre el operativo. A partir de allí, Benítez empezó a denunciar los atropellos, la corrupción y los abusos de poder de Noguera y su círculo íntimo. Fue trasladado a Chocó, una decisión que lo motivó a retirarse de la institución después de 16 años de servicio. Noguera tampoco pudo explicar de manera convincente sus vínculos con José Gélvez Albarracín, alias el 'Canoso', jefe político del frente Resistencia Tayrona de Hernán Giraldo. En una entrevista con SEMANA, en febrero del 2006, Gélvez habló de cómo colaboró en la primera campaña presidencial de Uribe en Magdalena, la cual era dirigida por Noguera. La Fiscalía encontró que esta relación se mantuvo durante la administración de Noguera en el DAS. No fue la única amistad que generó preguntas a los investigadores. El origen de todo Ante la gravedad de los hechos, muchos se preguntan por qué un político tan hábil como el presidente Uribe nombró a Jorge Noguera en un cargo de tanta confianza y tan crítico para la seguridad nacional. Según Uribe, conoció a Noguera durante su primera campaña a la Presidencia, cuando tuvo la oportunidad de hospedarse en su casa y compartir con su familia. Le pareció un buen muchacho y un profesional con futuro. Noguera luego sería designado director de la campaña de Uribe en Magdalena, el único departamento de la costa donde triunfó en el 2002. En agosto, y a pesar de no tener experiencia alguna en asuntos de seguridad e inteligencia, Noguera asumió como director del DAS. La gestión de Noguera se caracterizó por graves errores que mostraban su inexperiencia y sus deseos de figurar. En agosto del 2004, se atravesó a una operación conjunta de las policías de Colombia y Ecuador que buscaba capturar a 'Raúl Reyes'. Fracasó y generó de paso gran desconfianza en los organismos de inteligencia internacionales. A pesar de la embarrada y el malestar que causó entre los altos mandos y en el Ministerio de Defensa, Uribe lo dejó en el cargo. No fue la primera ni la última ocasión en que el presidente lo protegió. El caso más sonado fue precisamente el de Rafael García, quien fue removido del cargo en enero del 2005 por borrar antecedentes de narcotraficantes y paramilitares. A pesar del escándalo, Noguera salió bien librado. García fue condenado por este hecho, pero dijo que obedecía órdenes de Noguera.