El gigantesco caso de corrupción de Odebrecht tomó un nuevo aire en Colombia por la nueva imputación que anunció la Fiscalía a 55 funcionarios, exfuncionarios del Gobierno y exdirectivos de Odebrecht en Colombia, y por el acuerdo entre el grupo Aval con la Comisión de Bolsa y Valores de Estados Unidos y el Departamento de Estado, en que aceptaron pagar una millonaria suma. Uno de los principales salpicados en este escándalo fue justamente José Elías Melo, expresidente de Corficolombiana, quien se encuentra detenido en La Picota.
Según el acuerdo con el grupo Aval, Melo, desde su posición como cabeza de Corficolombiana, la banca de inversión de este grupo se habría prestado para participar de este esquema de corrupción que, a cambio de millonarias coimas, la constructora brasileña Odebrecht recibía importantes obras de infraestructura, para este caso, la Ruta del Sol II.
Melo niega toda responsabilidad en ese acuerdo, como lo ha hecho en el proceso judicial, en el cual fue condenado a 11 años de prisión, y advierte que nunca ha sido escuchado en los Estados Unidos. En medio de este debate se plantea la duda de si fue buscado por agentes del FBI.
SEMANA habló con su abogado, el penalista Juan Carlos Prías, quien aclaró que nunca hubo una comunicación directa con Melo, pero sí reconoció que en un momento fue contactado por supuesto agente, de apellido latino, pero nunca se concretó un encuentro o una solicitud formal.
“Me buscó fue a mí, con José Elías nunca se reunió. Era un señor del que no me acuerdo el nombre, sé que es un señor de apellido hispano y de hecho hablaba español perfecto, dijo ser agente del FBI, pero yo no tengo ninguna certeza de eso, nunca se identificó ni mandó alguna comunicación oficial”, explicó el abogado Prías.
Sobre el motivo del contacto con el presunto hombre del FBI, el apoderado de Melo explicó que “él quería hablar con José Elías y yo le dije: mire, es muy difícil, pues por su situación de reclusión, pero además por su seguridad personal, porque imagínese un señor del FBI hablando o entrando a La Picota, eso es una cosa que a consideración mía y del propio José Elías ponía en riesgo su integridad personal y su vida”.
Sin embargo, el abogado Juan Carlos Prías reconoce que Melo sí supo de la intención de este hombre de establecer contacto con el expresidente de Corficolombiana, y que él en su momento señaló que “tiene la plena disposición de colaborar con la justicia americana, pero que no lo podía hacer en donde se encuentra recluido”.
Sobre este contacto con la Agencia Federal de Investigación (FBI), Prías contó a SEMANA que no se trató de una petición formal, llegó a un intercambio de mensajes y un diálogo telefónico que nunca se concretó más allá.
Melo negó cualquier participación en hechos de corrupción
El pasado jueves, 10 de agosto, la Comisión de Bolsa y Valores de Estados Unidos (SEC, por sus siglas en inglés) informó que acusó al Grupo Aval y a su filial, Corporación Financiera Colombiana S. A. (Corficolombiana), “por violar la Ley de Prácticas Corruptas en el Extranjero (FCPA)”.
“Grupo Aval, cuyas acciones cotizan en la Bolsa de Valores de Nueva York, acordó pagar 40 millones de dólares para liquidar los cargos de la SEC”, anota el comunicado. Por su parte, el Departamento de Justicia impuso otra sanción por 40,6 millones de dólares.
El caso hace referencia a la Ruta del Sol, tramo II, en donde se evidenciaron, según el comunicado, sobornos a funcionarios “del Gobierno de Colombia” para obtener una prórroga del contrato.
Frente a lo expuesto en el comunicado, José Elías Melo, expresidente de Corficolombiana, le salió al paso al aparte donde se le atribuye responsabilidad en el esquema de sobornos.
“(...) Yo, como presidente de Corficolombiana, nunca conocí o aprobé ningún acuerdo de soborno que hayan convenido ejecutivos de Odebrecht con funcionarios públicos colombianos para la aprobación de la adición del proyecto Ocaña-Gamarra, dentro del contrato de concesión de la Ruta del Sol, tramo II, y tampoco participé de ninguna manera en la ejecución de dichos acuerdos ilegales o facilitado mediar mediante mi influencia su ocultamiento” (sic), resumió Melo en un comunicado de prensa.
A renglón seguido, señaló: “Manifiesta el comunicado de prensa que emitieron las dos compañías, que esa asunción de responsabilidad se origina ‘en información obtenida por autoridades de los Estados Unidos, incluyendo evidencia testimonial de terceros relativas a acciones tomadas por un anterior ejecutivo de Corficolombiana’ ” (sic).
No obstante, Melo afirmó que no participó de ninguna manera en los sobornos pagados a funcionarios del Gobierno colombiano por el proyecto Ruta del Sol II. De hecho, el documento conocido el jueves indicaba que “al menos 28 millones de dólares en pagos ilícitos se pagaron con el conocimiento, aprobación y asistencia del expresidente de Corficolombiana”, detalle que no reconoció.
“Esta conclusión, en caso de referirse a José Elías Melo Acosta, no solamente no está probada en ninguna de las actuaciones procesales ocurridas durante estos años en Colombia, alrededor del proyecto Ruta del Sol, sino que entra en contradicción con numerosas pruebas aportadas en dichos procesos, donde se comprobó que los pagos irregulares detectados desde 2014 corresponden a la responsabilidad exclusiva de los funcionarios de Odebrecht”, indica el comunicado compartido por Juan Carlos Prías, apoderado de Melo.
“Además, allí también se demostró el conocimiento, responsabilidad y autonomía de gestión que personas vinculadas con Grupo Aval y Corficolombiana, distintas de José Elías Melo Acosta, tenían de manera directa e independiente respecto de las decisiones financieras, operativas y contables, tanto de la Concesionaria Ruta del Sol II como del consorcio constructor Consol”, agrega el documento.
Las conclusiones de la SEC también aluden a “sobornos concedidos en la forma de contribuciones ilícitas a una campaña política”. Al respecto, Melo expuso que jamás ha tenido que ver con la gestión de esa clase de apoyos a partidos o candidatos.
“La única prueba en mi contra dentro de los procesos adelantados en el país ha sido el falso testimonio de Luiz Bueno, funcionario de Odebrecht, quien manifestó haber puesto en mi conocimiento el soborno que le pagó esa empresa a Gabriel Ignacio García Morales en 2010, con fundamento en el cual he sido injustamente privado de la libertad ya varios años”, continúa el comunicado de José Elías Melo.
A manera de conclusión, el expresidente de Corficolombiana rechazó el hecho de que se hayan adelantado acuerdos con las autoridades americanas en un proceso que no contó con su participación, la cual, según dice, “habría resultado clave en la valoración probatoria”, así como en las conclusiones.
“Por último, debo poner de presente que los acuerdos alcanzados por Grupo Aval o Corficolombiana implican decisiones que, sin ser fallos judiciales, adoptan esa apariencia, con lo cual afectan gravemente mi derecho de defensa dentro de los procesos que todavía se encuentran en curso en Colombia (...)”, concluye el documento firmado por José Elías Melo.