Un nuevo hostigamiento contra la fuerza pública se presentó en el occidente de Antioquia: cuatro sicarios del Clan del Golfo dispararon contra una tropa del Ejército Nacional cuando embarcaba comida en un helicóptero en la zona urbana del municipio de Frontino. En ese momento, los estudiantes de la Normal estaban ingresando a clases.
El hecho se presentó en la tarde de este martes en el sector conocido como Mielera, en inmediaciones al colegio del pueblo. Los delincuentes atacaron a los militares que estaban ubicados sobre un helipuerto que improvisaron en el barrio para trasladar alimentos hacia el corregimiento de Murrí, donde opera fuertemente la misma organización ilegal.
Las primeras detonaciones sorprendieron a los alumnos del programa de la nocturna y el ciclo complementario que se disponían a ingresar a los salones para recibir los cursos del día, los cuales fueron alterados luego de que el orden público en el municipio se descontrolara por cuenta del plan pistola que impulsan las Autodefensas Gaitanistas de Colombia.
En videos publicados en redes sociales se observa la angustia que vivieron los vecinos del sector con cada cruce de disparos, que se extendió por más de diez minutos y que no dejó afectaciones en los uniformados ni en la población civil, según el reporte del alcalde de Frontino, Jorge Hugo Elejalde López.
“Los diez soldados estaban abasteciendo la tropa y fueron hostigados por cuatro personas. Los tipos lograron salirse por un lado. Estamos a la espera [del balance], porque la gente está diciendo que hay un herido y un muerto, pero no hemos podido dar con esa información. Lo que es cierto es que los cuatro sujetos fueron repelidos por los soldados”, afirmó el mandatario local.
El funcionario agregó que los sicarios del Clan del Golfo ya no respetan a los civiles, sino que están concentrados exclusivamente en hacer daño sin medir las consecuencias de sus actos delincuenciales: solo les importa atacar a la fuerza pública, dejando de lado los derechos de las personas que están en medio del fuego cruzado de ambos bandos.
Las autoridades están trabajando para identificar a los responsables de está acciones terroristas que agudizan las condiciones de seguridad de los hombres y mujeres que están enfilados en el Ejército y la Policía. En lo que va corrido del año, Antioquia suma más de 35 muertes violentas de uniformados en combates, minas antipersona y hostigamientos.
Según los datos de las unidades de inteligencia de las fuerzas militares, en el municipio de Frontino delinque la subestructura de Edwin Román Velásquez, que comanda alias Richard con amplio despliegue en todas las localidades del occidente del departamento. Él es señalado por las autoridades como el tramitador del paro armado en esta subregión.
Las autoridades están dispuestas a pagar más de 500 millones de pesos por información certera que ayude a identificar su paradero en Antioquia. En los procesos que hay en la Fiscalía General de la Nación se le acusa de homicidios selectivos, desplazamientos, extorsiones y concierto para delinquir.
Los alcaldes del occidente, en el marco del paro armado, le enviaron una carta al presidente Iván Duque en la que le reprocharon el supuesto abandono al que estarían doblegados por el Estado, a razón del poder que ostentan los ilegales. En respuesta, el Gobierno contrarió los argumentos justificados en los resultados operacionales.
El alcalde de Frontino advirtió que el presidente electo, Gustavo Petro, enfrenta un problema grande en esa zona de Antioquia porque el Clan del Golfo quedó como la única fuerza al margen de la ley.
“Este es un trabajo muy duro que le toca al próximo presidente: saber si los va a confrontar o si va a llegar a dialogar con ellos”, comentó el mandatario local de uno de los pueblos que más ha sido azotado por la arremetida de los ilegales contra el Estado.