La decisión del presidente, Gustavo Petro, de que a partir del próximo primero de enero la Agencia Nacional de Minería reasumirá las funciones de autoridad minera que habían sido delegadas a la Gobernación de Antioquia no deja de causar reacciones y el exministro de Hacienda y Agricultura Juan Camilo Restrepo señaló de manera contundente que “es una nueva bofetada que el Gobierno Petro le profiere a Antioquia”.

En una extensa publicación en su cuenta de X, Restrepo señaló que esta medida es “injustificada” y tiene “un sesgo ideológico inaceptable y dañino”.

“Antioquia tiene una tradición minera centenaria, y una escuela de ingeniería de minas ejemplar, que la habilitan para manejar con idoneidad técnica sus asuntos mineros, mucho mejor que lo que puede hacerse desde Bogotá”, manifestó.

“En la misma línea de la que le dio no hace mucho -y sin razones convincentes -con relación a la principal Caja de compensación familiar (Comfenalco) que funciona en la comarca antioqueña que fue intervenida arbitrariamente”. (Foto de Daniel Garzón/Agencia Anadolu/Getty Images) | Foto: 2017 Anadolu Agency

El exministro también expresó que esta decisión, además calificada de “casi subrepticia”, hizo que el Gobierno nacional aprovechara las fiestas de fin de año “para anunciar que revocaba la delegación que por décadas ha tenido Antioquia para manejar sus asuntos mineros”.

Restrepo defendió el trabajo que el departamento antioqueño ha hecho bien, “y por décadas, la delegación para administrar todo lo concerniente a su minería”.

“Algo similar a lo que sucede con el catastro también delegado a Antioquia y que funciona mucho mejor que en los territorios donde no está descentralizado su manejo”, expresó.

Recordó que esta no es la única bofetada que le ha dado a los antioqueños, pues “En la misma línea de la que le dio no hace mucho -y sin razones convincentes -con relación a la principal Caja de Compensación Familiar (Comfenalco) que funciona en la comarca antioqueña que fue intervenida arbitrariamente”.

Medida con sesgo ideológico

Restrepo, quien también fue jefe negociador del gobierno de Santos con el ELN, insistió en que, además de que es una medida centralizadora porque ahora todo se decidirá desde Bogotá, está presente el “sesgo ideológico no explicado, pero evidente: alegando el deseo de proteger a la pequeña minería, lo que revela es el propósito de traerse para las fauces de la burocracia bogotana una institución que funciona satisfactoriamente a través de la Secretaría Departamental de Asuntos Mineros”.

Y por eso señala que con razón el gobernador saliente, Anibal Correa, hizo un alarmante llamado en su despedida, “mostrando el retroceso que esta brusca medida representa para el proceso de la descentralización”.

“El Gobierno Petro les está quedando mal a las regiones por todos lados, por donde se le mire. Hace algunos meses anunció, por ejemplo, que en el segundo semestre del año que termina presentarían un proyecto para modernizar los tributos regionales (departamentales y municipales), cosa que nunca ocurrió”, dijo.

Además de una respuesta de Petro a Antioquia, que no ha estado de acuerdo con sus políticas de Gobierno, por lo que afectó su autonomía minera.

Un comportamiento displicente

“Hay pues ofuscación justificada por este comportamiento displicente contra las regiones. Ello explica, por ejemplo, la propuesta del gobernador electo de Antioquia para que algunos tributos nacionales como el IVA y el de la renta que se recauden en las regiones se inviertan allí mismo”, aseguró Restrepo.

Y es que ese comportamiento va a llegar a que esa propuesta del gobernador electo “quizás no verá nunca su día, pero es un entendible alarido que expresa el malestar federalista que está empezando a cuajar en muchas regiones contra la indiferencia del Gobierno central que cree, equivocadamente, que trayéndose para Bogotá las cosas que funcionan bien en las regiones, van a funcionar mejor”.

Y hace un fuerte llamado al gobierno de Petro: “La verdadera descentralización no consiste en hacer reuniones tontarronas con los gobernadores y alcaldes a amigos en la Casa de Nariño”.

“Es ante todo una actitud consecuente con la constitución del 91 que rompió las amarras centralistas de la carta de 1886, pero que aparentemente este gobierno quisiera volver a reimplantar”, concluyó.