Puede que el fútbol y la política nada tengan en común, pero en Colombia el rojo y el azul son los colores que identifican las más enconadas rivalidades. El rojo es el del Partido Liberal, y del Independiente Santa Fe; el azul es de los ‘godos’ y también de Millonarios.Este martes, el presidente Juan Manuel Santos, condimentó con estos colores uno de los nuevos fichajes de su equipo de gobierno, con el que disputará hasta el último minuto que le queda en el terreno de juego, o lo que es igual, en la Casa de Nariño.Ordenó la salida de la cancha de una de sus jugadoras consentidas, Cristina Plazas, fanática a morir del Independiente Santa Fe, e hija del expresidente del equipo, Edgar Plazas, recientemente fallecido. En su lugar, la dirección del Instituto de Bienestar Familiar, Santos envió al terreno de juego a Juan Carlos López, quien se hizo célebre como presidente de Millonarios durante seis años.La variante pareció un enroque entre cardenales y embajadores, pero fue tan protestada como cuando los hinchas se levantan de la tribuna para lapidar a los responsables de la derrota. Si los aficionados de Millonarios recuerdan a López es como uno de los peores dirigentes en los 71 años de historia del equipo.El cambio Obviamente, el fútbol nada tuvo que ver en este nombramiento, y seguramente el pasado como dirigente deportivo de López poco pesó a la hora de la decisión, aunque algunos hayan ironizado con que el presidente Santos, reconocido hincha de Santa Fe, hubiese querido premiar al hombre que llevó a la liquidación al rival de patio.Lo que sí pudo pesar, al momento de definir la variante, fue el color rojo. Debajo de la camiseta azul de Millonarios, Juan Carlos López ha sido un dirigente político que ha ondeado el trapo rojo del Liberalismo. Fue concejal de Popayán, su ciudad natal, y candidato a la gobernación del Cauca en el 2011. Se venía desempeñando como gerente del consorcio Colombia Mayor (“al frente de esa entidad ha hecho una gran labor, triplicando entre otras cosas el número de personas atendidas”, destacó Santos) y en los mentideros políticos se dice que habría sido recomendado por Rafael Pardo, ministro consejero para el Posconflicto (otro reconocido hincha de Santa Fe).Puede leer: ¿Cambios en el ICBF?La misión de López en el terreno de juego será administrar la entidad que trabaja por la prevención y protección integral de la primera infancia, la niñez, la adolescencia y el bienestar de las familias. Pero este abogado caucano tiene un pesado lastre, un inri, una pesada cruz que lo persigue. En sus manos Millonarios se quebró.Pobres Millonarios López fue elegido presidente en septiembre de 2004, tras la renuncia de Guillermo Santos (el único de la familia Santos que salió hincha de Millonarios), y se mostró como el salvador. Ese año el equipo embajador terminó haciendo su peor campaña en la historia, al quedar penúltimo, y eludir el descenso. Si eso sucedía en la cancha, en las arcas de la institución no había liquidez, por lo que el club que recibió López acababa de acogerse a la Ley 550, también conocida como “ley de quiebras”.Pese a ello López le prometió sueños e ilusiones a la millonaria hinchada embajadora. Desde construir un estadio a las afueras de Bogotá, por la Calle 80, hasta tener el mejor grupo de futbolistas del país. Con los años muchos hinchas lo calificaron de “vende humo”, y un exfutbolista que integró el plantel de Millonarios entre 2004 y 2005, aún lo recuerda como un “encantador de serpientes”.En los años de López los hinchas de Millonarios se acostumbraron a ver las finales por televisión. Entre el 2004 y el 2010 se jugaron 12 torneos, de los cuales Millonarios solo se clasificó a tres instancias semifinales, en el Apertura y el Finalización 2006, y en el Apertura 2007. En esos años López armó el plantel más costoso del fútbol colombiano. Se dio el lujo de tener a Hugo Morales, Ricardo Ciciliano, Rafael Castillo, Gabriel Ferenández, Sebastián Hernández, Pelicano Banguero, Juan Carlos Quintero y Juan Fernando Leal. Ni con el mejor mediocampo de Colombia Millonarios alcanzó siquiera a disputar una final.Le recomendamos: Millonarios, ¿luz al final del túnel?Durante los seis años en los que el dirigente payanés estuvo al mando del equipo pasaron nueve técnicos: Dragan Miranovic, Fernando Castro, Miguel Augusto Prince, Mario Vanemerak, Juan Carlos Osorio, Óscar Quintabani y Luis Augusto García. De este desfile de técnicos solo Osorio y Vanemerak tuvieron un relativo éxito en el club.Miranovic vino a apagar un incendio en el año 2004, con un equipo que adeudaba sueldos a varios jugadores y con pocas estrellas en el club. La situación, sin embargo, era diferente en 2005, cuando Fernando Castro decepcionó al quedar eliminado de un torneo en el que estuvo en los primeros lugares en gran parte de la temporada.Pero cuando Osorio llegó al equipo en el segundo semestre de 2006, Millos pudo colarse en los cuadrangulares semifinales y estuvo cerca de jugar una final. Sin embargo, un desencuentro con Luis Augusto García, entonces accionista del equipo, hizo que Osorio se fuera a Nueva York a dirigir al Red Bull.Su reemplazo sería el técnico Martín Lasarte, que venía con un buen pasado en Defensor Sporting. Sin embargo, su paso por el equipo azul fue corto pues en un mes cosechó 5 derrotas, un triunfo y un empate en 7 juegos. Iba de colero. Mario Vanemerack, ídolo de los ochentas del equipo azul, fue nombrado. El argentino tuvo un rendimiento regular en el torneo local, pero le dio a los embajadores una de las mayores alegrías de la década con la histórica participación en la Copa Sudamericana del 2007, en donde alcanzó las semifinales eliminando a equipos como Colo Colo y Sao Paulo.Óscar Héctor Quintabani, que venía de ser campeón con Pasto y con Nacional (2 veces), también se sumó a la lista de fracasos. Juan Carlos López afirmó en diferentes medios que Millonarios conformaría la nómina más cara en años. Fichajes como el internacional Iván Hurtado, Carlos Marinelli, Milton Rodríguez y Luis Tejada hacían entender que las épocas de las vacas flacas se habían ido. Sin embargo, el fracaso fue equivalente al nivel de inversión. Millonarios quedó eliminado de ambos torneos y el dinero que se recogió en la Copa Sudamericana del 2007 fue completamente desperdiciado.Le puede interesar: Lío millonarioDe hecho, una vez López salió del club confesó en una entrevista a EL TIEMPO que uno de sus errores durante su gestión fue el haber invertido en jugadores y no en pagar deudas. Sin embargo, en esos años fue altamente criticado porque según los hinchas “la plata no se veía”. Los simpatizantes albiazules no comprendían cómo pagando la nómina más costosa del país en su momento, equipos con menor presupuesto como el Deportivo Pasto y el Boyacá Chicó lograban dar la vuelta olímpica.Y la crisis que López buscó detener en 2004, seis años después, bajo su gestión, estaba peor que en ese entonces. La deuda de Millonarios en manos de payanés ascendió a 34.000 millones. El equipo lo acechaba el descenso, debía más de un año de aportes a seguridad social y cesantías, le debía plata a la DIAN y los jugadores y empleados pasaban varios meses sin recibir salarios.Fue en ese momento cuando intervino la mano del gobierno. Una asamblea extraordinaria acordó vender los activos del club (nombre del equipo, derechos deportivos, ficha ante la Dimayor y la sede deportiva) para pagar los 34.000 millones de pasivos acumulados. Para esto, la asamblea decidió que López dejara el equipo y José Roberto Arango, ex asesor de Juan Manuel Santos, y reconocido por haber salvado empresas como Coltejer y Acerías Paz del Río, se convirtiera en el máximo directivo de los azules.De no haberse encontrado esta salida, Millos iba a ser liquidado y sus dirigentes estaban a punto de ir a la cárcel por omisión como agente retenedor (no pagar impuestos). Finalmente en mayo de 2010 la turbulenta era de Juan Carlos López al frente del equipo llegó a su fin. Prometió marcharse por la puerta grande, pero salió por la de atrás.ProtestasEse pasado fue el que hoy, desde la tribuna de twitter, recordaron muchos periodistas deportivos y dirigentes políticos para protestar el movimiento de Santos. El periodista Iván Mejía fue el más enconado crítico de López en sus años al frente de Millonarios.También fue de los primeros en lanzar su dardo por el comentario. “Santos no te podes equivocar tanto” durante su programa El Pulso del Futbol en Caracol Radio. Alejandro Pino, de Fox Sports Colombia, satirizó al manifestar que Luis Augusto “Chiqui” García, polémico técnico que fue socio de López en Millos, terminaría al frente de los programas de primera infancia. “Tweet”

Carlos Antonio Vélez y otros comunicadores rechazaron la decisión conociendo los antecedentes de López en su paso por Millonarios.

Daniel Samper Ospina, columnista de SEMANA, e hincha de Santa Fe, se preguntó si López tenía el conocimiento para dirigir a la institución que ahora está a su cargo y cuestionó la falta de meritocracia en el nombramiento.

A la voz de protesta de los periodistas deportivos, se unieron las de varios políticos colombianos. Claudia López, senadora y precandidata presidencial, quien calificó a López como “un timador del futbol” e insinuó que el presidente Santos no puede hacer politiquería con los niños colombianos. Además, preguntó que de qué partido político era cuota el nuevo director del ICBF.

El senador de la Alianza Verde, Antonio Navarro, fue más sutil en sus declaraciones pero de igual forma rechazó el nombramiento de López. Aseguró que el expresidente de Millonarios no era una persona idónea para el cargo de acuerdo con sus antecedentes.

A pesar de las críticas, la saliente directora del ICBF, Cristina Plazas, respaldó la decisión del presidente Santos y anunció que mañana se reunirá con López para hacer el empalme en la institución.

Así como eso jugadores resistidos por la tribuna, López ingresa a la cancha del gobierno entre protestas, de rojos, pero sobretodo de azules.