En la tarde de este lunes, la Fiscalía confirmó que Juan Carlos Madero, considerado el enlace clave entre importantes políticos y empresarios con una organización de chuzadas, comenzó a colaborar con la justicia. Este ingeniero, gerente de la firma Quarkom, prendió el ‘ventilador‘ y aseguró que a finales de octubre de 2017 se reunió con el senador de La U, con un asesor que es su mano derecha y con su esposa. En dicho encuentro, Benedetti le habría pedido interceptar al abogado Jaime Lombana: "Lo quiero joder", habría asegurado Benedetti. El testimonio de Madero pone en líos a Benedetti, ya que confirma lo que el coronel (r) Jorge Salinas le había dicho a la justicia y lo que contienen las carpetas aportadas sobre clientes de la organización criminal de chuzadas. "Madero dice que nunca tuvo acceso a la operadora del sistema, todos y cada uno tenían pleno conocimiento de las bondades de este software que operaba María Alicia Pinzón Montenegro", manifestó la Fiscalía durante la audiencia.Según Madero, Benedetti pagó 7,5 millones de pesos para chuzar y hacerles seguimientos a Lombana y su círculo familiar. También manifestó que fue el senador quien envió clientes como Euclides Torres a la empresa de chuzadas. Reveló que tiene en su poder dos grabaciones, una hecha por él y otra por una amiga, que registra los detalles del momento en que es entregada la información al senador Benedetti. Dicha entrega se habría realizado en el centro comercial Gran Estación de Bogotá. La Fiscalía tiene confirmados los seguimientos al hijo de Jaime Lombana, un menor de 16 años; lo logró tras un cotejo de la carpeta de nombre Gordos con el testimonio del mismo abogado penalista. "Lo que más extrañeza causó es que su hijo sí frecuenta reunirse con compañeros de su colegio cuando era bachiller, en ese sitio específico. Se reunían en frente del Centro Comercial Andino", manifestó el ente investigador.Imputación de la FiscalíaJuan Carlos Madero Mendieta, a sus 56 años, se convirtió en el eslabón clave para establecer el supuesto nexo entre empresarios y políticos con una organización de chuzadas de la que apenas se comienza a conocer su alcance. Según la investigación, se ofreció a colaborar con la organización criminal a cambio de un 25 por ciento de los negocios, y en poco tiempo se convirtió en uno de los clientes más rentables de este grupo de empresas, que según la Fiscalía, estaba involucrado desde seguimientos por infidelidades hasta asuntos de seguridad nacional. En la audiencia de legalización de cargos, el ingenierio, gerente de Quarkcom SAS, negó los cargos que le imputó la Fiscalía por seis delitos. Sin embargo, las declaraciones del coronel (r) Jorge Humberto Salinas lo exponen como un hombre clave para llegar a varias personalidades, principalmente al senador Armando Benedetti, a quien se señala de haber ordenado chuzar al fiscal general, al abogado Jaime Lombana y a su hijo menor de 16 años. En el caso de este último, Salinas aseguró que Madero les manifestó que el trabajo respondía a unos líos personales: "La averiguación era buscarle un talón de Aquiles a Lombana para darlo a conocer a la opinión pública. Madero me entrega el número de Lombana, la idea era buscarle cualquier cosa que tuviera que lo desprestigiara, si tiene algún nexo con el cartel de la toga, si es gay, eso era lo que me pedía Benedetti".
El senador del Partido de la U niega conocer a Madero, sin embargo, este se ganó la confianza de la organización de chuzadas al asegurar que era cercano del senador, tanto, que lo acompañaba a sus entrevistas periodísticas, como una concedida a la periodista Vicky Dávila. A cambio de 4 millones de pesos, Benedetti habría contratado los servicios de la organización para conseguir información de Lombana, la cual quedó contenida en una carpeta llamada Gordos o Barbas. Según la declaración del coronel (r) Jorge Salinas, capturado y en proceso de negociación con la justicia, como parte de los resultados se entregó un informe que incluía las cuentas bancarias asociadas a números de cédula entregados por el senador. El reporte incluyó seis cuentas bancarias en Curazao a nombre de Lombana, su hermana y su prima. También incluía información del abogado Jaime Granados. La razón por la cual el testigo asegura que Benedetti quiso buscar información de este último penalista, está relacionada con que en los informes de Lombana aparecían datos relacionados con la hermana de Benedetti (exesposa del abogado Lombana). Según su versión, el senador quiso saber qué estaba diciendo el abogado penalista Jaime Granados acerca de su hermana y parte de la información se le hizo llegar de manera física durante un encuentro en el centro comercial Salitre. Esta documentación al parecer habría sido robada del carro del senador. Aunque Salinas asegura que a Benedetti no se le entregó más información, porque dejó de pagar, pero que el senador siguió insistiendo por otros casos en los que tenía interés. Entregó unos números de la Fiscalía General, que al intentar interceptarlos se descubrió que estaban bloqueados a nivel gubernamental. También asegura que había otro requerimiento de Benedetti frente al fiscal general porque, según manifestó, antes de llegar a ser el jefe de la Fiscalía sabía lo de Odebrecht; también sospechaba que había recibido en una reunión realizada dos años atrás dineros para Cambio Radical, por lo que solicitó ubicar las llamadas telefónicas de Martínez y de su esposa para esta época. "No lo hicimos porque sabíamos que eran del fiscal y de su esposa", manifestó Salinas. Las fechas a las que hacía referencia Benedetti eran el 26, 27y 28 de mayo de 2014. Benedetti ha manifestado que toda la investigación es una persecución de la Fiscalía en su contra por haber acusado al fiscal general de recibir dinero de Odebrecht y ha dicho que sería una locura, que no cabe en la cabeza de nadie, atreverse a chuzar las comunicaciones de la segunda persona más protegida del país. “Tal vez un rambo, un kamikaze, un suicida, o un interno en una clínica de reposo...”, dijo.
Esta información aportada por el testigo, concuerda con las carpetas encontradas en los computadores de la organización. “El 11 de diciembre de 2017 aparece el trabajo donde se solicita y se denomina al fiscal general de la Nación ‘Faro 6’, se ordena la interceptación del número del fiscal general de la Nación. Se solicita exactamente buscar la ubicación de fechas exactas de mayo 2014, al mismo tiempo buscar conversaciones con relación a recoger unos dineros para campaña, ese es el tema, es el número de ‘Faro’ y es verificar si puede ser el mismo número actual de ‘Faro”, explicó el fiscal del caso.Otros negocios que enredan a MaderoLa Fiscalía reveló información que estaría relacionada con una de las peleas familiares más taquilleras de los últimos años: la de los dueños de Servientrega, los hermanos Jesús y Luz Mary Guerrero. Según el ente investigador, Jesús Guerrero llegó a la organización porque tenía la sospechas de que sus correos estaban siendo interceptados y una vez es revisado el caso, se descubrió que en efecto, los mensajes electrónicos de la compañía se desviaban a las cuentas de correo de su hermana Luz Mary Guerrero y luego sí llegaban a su destinatario.Fue entonces, de acuerdo con la investigación, cuando Jesús Guerrero pide bloquear este desvío y ser informado de los mensajes de WhatsApp de su hermana, así como de todo lo que hablara. Esta información se recogió por lo menos durante tres meses antes de que Luz Mary Guerrero resultara capturada por las autoridades dentro del escándalo de los Panama Papers. Este negocio también habría contado con la mediación de Madero. Otro caso que se le atribuye a este ingeniero es el de la carpeta Premium. Dice la Fiscalía que el cliente habría sido Víctor Maldonado y que pidió inteceptar a la fiscal del caso, Alexandra Ladino y a la juez 39 penal del circuito, que llevaba el caso InterBolsa. También se relacionan dos carpetas más: Santo Tomás I y II, en las que también se habrían solicitado seguimientos e interceptaciones ilegales.