Cuando Juan Carlos Pinzón renunció al Partido de la U para ser candidato a la Presidencia de la República, también renunció a sacar provecho de las maquinarias de este partido. Como suele ser lugar común entre quienes deciden emprender el camino de la independencia, apuesta por una coalición de ciudadanos, que vaya más allá de la mecánica de los partidos políticos.Si Pinzón hubiera sido candidato por La U no es que tuviera el camino despejado, pero podría afrontar una campaña con el respaldo de una maquinaria que ha encontrado la fórmula para ganar las tres elecciones nacionales que ha enfrentado. Hubiera sido más cómodo que el camino en solitario que decidió emprender.Puede leer: Juan Carlos Pinzón renuncia al Partido de la ULa renuncia al Partido de la U también se convirtió en el comienzo de su campaña. Pinzón está encima de la Conformación del Comité Promotor que se inscribirá, a más tardar en 15 días, y que tendrá que recoger 386.148 para tenerlo como candidato.El exministro también está al frente de las decisiones sobre el logo y el mensaje asociado que tendrá su campaña. El eslogan podría ser una de las frases que más repite en entrevistas: "Colombia por encima de todo".Una vez se inscriba el Comité Promotor, Pinzón comenzará a recorrer el país. “Sé que es difícil y costoso el camino de recorrer la Nación tratando de llegar a los ciudadanos sin un respaldo diferente al del amor por Colombia, pero estoy dispuesto a servir a mi Patria de esta forma como le toca a la mayoría de colombianos todos los días”, dijo en su carta de renuncia a la U, a la vez que se declaró optimista de “sentir las pulsaciones de la Nación”.Su llegada de esa manera a la contienda de 2018 desatará polémica. Las entrevistas que ha dado y los trinos que ha puesto han evidenciado su rompimiento con Santos. Esa pelea obviamente ha generado una enorme atención. La afirmación del presidente en una entrevista asegurando que "la lucha por el poder saca lo peor de la condición humana” evidenció el sentimiento que carga esa división. Puede leer: Santos y Pinzón, un mal divorcioEse malestar se ha evidenciado en otros sectores, por ejemplo, en las fuerzas armadas. Pinzón, quien ha sido el hombre fuerte de esas toldas y uno de los ministros de Defensa más respetados de los últimos años, ya recibió el primer vainazo de esa ala. Sin mencionar su nombre, el ministro de Defensa Luis Carlos Villegas aseguró que "a nuestras Fuerzas Armadas hay que darles el camino de su nuevo rol, su nueva doctrina, su nuevo papel internacional, de su necesidad de mayor transparencia todos los días, pero no andar de cabina en cabina destruyendolas”.El ministro se refería a las declaraciones que hizo Pinzón en Blu Radio. Allí aseguró que el Gobierno Nacional hizo gestiones en Estados Unidos para sacar a las Farc de la lista de terroristas y lamentó las condiciones en las que, según él, se encuentran hoy las Fuerzas Militares y la Policía, por la reducción de cerca de 40.000 hombres en el pie de fuerza. Le recomendamos: Juan Carlos Pinzón anuncia candidatura presidencialPinzón nunca ha participado en unas elecciones y en el que será su estreno las posibilidades no son amplias. Se da por hecho, o por lo menos en eso coinciden todos los sectores políticos, que para tener chances de llegar a la presidencia hay que conformar coaliciones, pues los cálculos advierten que un candidato o un partido político en solitario no llegará a la segunda vuelta, sobretodo ante lo polarizado que se advierte el debate electoral del próximo año, y el propio electorado.No en vano el Partido de la U fue el primero en desmontarse de las elecciones presidenciales y apostar a una coalición que proteja el principal legado del presidente Santos, la paz con las Farc. Para ello, el partido de gobierno decidió apostar a las elecciones de Congreso, con el propósito de mantener su representación y tener cómo cotizarse a la hora de llegar a acuerdos programáticos y de mecánica política con otras fuerzas.Le puede interesar: Verdes: el reto de traducir en votos 4 millones de firmasLa coalición que la U está dispuesta a conformar se asocia al Partido Liberal, que tiene cuatro precandidatos, uno de ellos el que fuera jefe negociador del gobierno en La Habana, Humberto de la Calle. Sin embargo no se descarta que esta alianza también pueda incluir, bajo ciertas condiciones, a Germán Vargas Lleras de Cambio Radical. La segunda coalición que llegará a la primera vuelta será la de centro derecha, liderada por los expresidente Álvaro Uribe y Andrés Pastrana. Allí tendrán el candidato que determine el Centro Democrático, que podría medirse con Marta Lucía Ramírez, quien quiere llevar al Partido Conservador a esta orilla, y puede tener espacio el exprocurador Alejandro Ordóñez, quien también se inscribirá por firmas.Puede leer: Candidato de Uribe: de la convención al consensoY una tercera es la que aspiran a conformar los precandidatos de la Alianza Verde, Claudia López y Antonio Navarro, con el senador del Polo Jorge Robledo, y el exgobernador antioqueño Sergio Fajardo. Una coalición que se denominará independiente, y cuya principal bandera será enfrentar a la clase política tradicional, que estaría representada en las dos coaliciones anteriores.Pinzón, a priori, no encaja en ninguna de estas coaliciones. Tras su renuncia a La U y luego de las entrevistas en las que cuestionó la negociación con las Farc, lógicamente la cierran las puertas de la coalición que pretende mantener la Unidad Nacional.Por ideología podría tener espacio en la coalición de centro derecha, pero su reciente pasado en el gobierno de Juan Manuel Santos genera toda resistencia. Tampoco encajaría en la coalición de los independientes.En contexto: Petro arranca su camino por la presidenciaEl camino de Pinzón será similar al de que recorrerá Gustavo Petro que se inscribirá por firmas, y quien llegará solo a la primera vuelta pues quedó excluido de la coalición de los Verdes y el Polo, donde podría tener coincidencias.A diferencia de Pinzón, Petro ya ganó unas elecciones por esta vía, la que lo condujo a la Alcaldía de Bogotá. Pero el exministro de Defensa es neófito en asuntos electorales por lo que su aspiración podría servir parta medirse hacia un proyecto futuro. El miércoles, cuando renunció a La U, comenzó un camino cuesta arriba, tan difícil como ascender el Everest.