Según las últimas encuestas, el presidente Juan Manuel Santos llega a la mitad de su período de gobierno con más de la mitad del país convencido de que éste va por mal camino. Pero el mandatario colombiano no cree que eso amerite un golpe de timón en su gestión. "Yo tengo unos planes, tengo un rumbo, tengo un puerto de destino y estoy navegando para llegar a ese puerto de destino", dijo Santos en una entrevista concedida a BBC Mundo al cumplir dos años en el cargo. "Se presentan a veces tormentas, a veces hay vientos desfavorables, pero mi plan es muy claro. Yo sé lo que quiero hacer con este país, tengo muy claro mis objetivos y esos objetivos los vamos a conseguir". El presidente colombiano ha dicho que su sueño es dejar "una Colombia más justa y en paz". Y, con ese objetivo en mente, no renuncia a la posibilidad de un diálogo para acabar con el conflicto armado que afecta a Colombia desde hace casi cincuenta años, a pesar de que no falta quien considere que esa disposición es una de las razones detrás de la caída de su popularidad. "Sobre ese tema he sido muy claro desde el principio: cuando vea que existen las condiciones para sentarme a dialogar con los grupos que sea para finalizar el conflicto eso se lo anuncio al país y me siento a dialogar", dijo Santos. "Hasta este momento, hasta hoy, esas condiciones y esas circunstancias no se han presentado. Cuando se presenten, si se presentan, si alguna vez se presentan, el país lo sabrá", insistió. Pero, ¿considera el presidente colombiano que las cosas han avanzado en ese sentido durante los dos años de su gestión? "Digamos que ha habido manifestaciones en esa dirección, pero todavía no son suficientes", afirmó. Percepción vs. realidad Esta última valoración parece ir a contrasentido de los cada vez más frecuentes ataques de las guerrillas de las FARC y su impacto sobre la situación -y la percepción- de seguridad, la que para muchos es la principal causa de la caída en las encuestas del presidente Santos. Algunos de sus opositores -empezando por su antiguo aliado, el expresidente Álvaro Uribe- consideran que la baja de popularidad es precisamente el resultado de la decisión del mandatario de no apostar por una solución exclusivamente militar del conflicto. Pero el mandatario ve las cosas de otra manera. "Tiene que ver con mucho con meternos en los sitios donde la guerrilla controlaba por 40, 45 años. Eso genera una serie de reacciones que han dado la sensación de mayor inseguridad. Sí han aumentado los actos terroristas, y eso tiene un efecto sobre la psicología de la gente muy grande, que ha dado la sensación de que el país en ciertas zonas ha retrocedido en materia de seguridad", admitió Santos. "Pero cuando uno mira los indicadores concretos, por ejemplo, para usar el que se usa siempre, el número de homicidios por cada cien mil habitantes, tenemos la cifra mas baja en los últimos treinta años. Sin querer desconocer que hay problemas", explicó. Para el mandatario, también es en la percepción negativa de la situación de seguridad donde puede notarse también el principal impacto de las críticas cada vez más agresivas del expresidente Uribe, quien recientemente lideró incluso la constitución de un movimiento político de oposición. "Si él se dedica todos los días a magnificar lo que está sucediendo en materia de inseguridad, que no es diferente a lo que estaba sucediendo antes, sino que ha tenido más promoción, pues entonces eso tiene un impacto". "(Pero) le confieso que yo no le parado ningunas bolas. Yo estoy haciendo lo que me toca hacer, no me he dejado influir por lo que dice el presidente Uribe o cualquier otro crítico", declaró Santos, quien dijo estar sorprendido por la postura del hombre que hace dos años lo ayudó a llegar a la presidencia de Colombia. "La verdad es que (lo de Uribe) ha sido para mí totalmente inesperado". "Pero como yo he dicho tantas veces: él está peleando conmigo, yo no con él. Yo no lo voy a criticar, yo no voy a entrar a pelear con él. Yo voy a dar resultados", afirmó. ¿Problema de comunicación? La última vez que BBC Mundo entrevistó al presidente Santos, en noviembre del año pasado, este gozaba de una opinión favorable del 83%, muy por encima del 46% y 47% que marcan las encuestas en la actualidad. Pero el mandatario parece estar convencido de que esto es el resultado de un "problema de comunicación". "No hemos sido lo suficientemente efectivos es en poder explicar y mostrar nuestros resultados. Por ejemplo, en las encuestas aparece el tema del desempleo como el mayor problema. Pero en ese frente ha sido muy importante lo que se ha avanzado: más de dos millones de empleos creados en estos dos años". "En la lucha contra la pobreza hemos avanzado muchísimo. Le hemos dado mucha importancia a los avances sociales y a veces eso no se percibe lo suficiente. Ha sido difícil la explicación y la aplicación de nuestra estrategia de seguridad", insistió. Y, según el mandatario, también hay varios procesos que necesitaban de tiempo para su implementación, pero ya empezarán a dar resultados, como los grandes proyectos de infraestructura o la restitución de tierras a las víctimas del conflicto, tal vez la iniciativa más ambiciosa de su administración.