La gabinetología falló. A pesar de que todos los analistas daban por hecho la salida del ministro de Defensa Juan Carlos Pinzón y la llegada inminente de Néstor Humberto Martínez, en esta cartera no habrá cambios. Así lo confirmó en la mañana de este martes el propio presidente Juan Manuel Santos. Pinzón ha sido objeto de controversia porque con frecuencia usa un duro lenguaje para referirse a los integrantes de las FARC, militantes que el propio gobierno les dio un nivel de interlocución para adelantar las conversaciones de paz en La Habana, Cuba: “Ratas”, “culebras”, les ha dicho Pinzón a los guerrilleros. Éstos han reaccionado también con dureza y lo han acusado de andar poniéndoles palos en la rueda al proceso. En ocasiones, las fricciones han llegado al extremo que tanto voces cercanas a Santos, como analistas de la realidad nacional, han dicho que es mejor ahorrarse estos epítetos para no crear fricciones en la Mesa. “Nadie, absolutamente nadie, puede hablar de la negociación”, dijo hace unos días en tono vehemente Germán Vargas Lleras, quien este jueves asume como vicepresidente. “¿Por qué sigue en el cargo? El país espera su renuncia de manera inmediata”, se preguntaba hace un tiempo el entonces senador Luis Carlos Avellaneda, del Polo Democrático Alternativo. Santos dijo este martes que sabía de las críticas contra el ministro pero que era un hombre leal y un excelente funcionario. Por eso, lo ratificaba. Un hecho cierto pues tiene una enorme preparación, sus conocimientos de estrategia, su empatía con la tropa -es hijo de militar-, su entrega incansable en el trabajo y, muy importante, la sólida lealtad que los une con el presidente de tiempo atrás: fue su viceministro para la Estrategia y la Planeación en el Ministerio de Defensa y su secretario general en la Presidencia. Por eso, Santos le pidió que se quedará. Y, entre otras cosas, porque según el presidente: “Es un hombre que también cree en la paz”. “El ministro ha sido un colaborador leal, transparente, con gran capacidad de trabajo y por eso lo voy a ratificar como ministro de Defensa”. Así lo dijo el mandatario durante la celebración de los 195 años del Ejército Nacional. “Yo sé que Juan Carlos también quiere la paz como la quiero yo. A él también le duelen cada soldado y cada policía que cae en un combate, cada colombiano que cae por esta guerra. Pero él sabe cuál es su misión y sabe por qué hace lo que hace”, añadió. En la jornada el jefe del Estado también reiteró que en las negociaciones de paz con las FARC, que se celebran en La Habana, no está en discusión el futuro de las fuerzas Militares. “La ofensiva se mantiene y así tiene que hacer”, sostuvo en el acto que tuvo lugar en el campo de paradas de la Escuela Militar de Cadetes José María Córdova. “Sé que es duro, sé que es contradictorio, pero es el camino que tenemos que seguir si queremos llegar a esa paz”, indicó.