Un juez de control de garantías envió a la cárcel a la madre y al padrastro de un menor de cinco años que murió el pasado 20 de agosto en la localidad de Ciudad Bolívar, en el sur de Bogotá.

La Fiscalía General de la Nación señaló que en la investigación de los hechos se conoció que el hombre le habría pedido a su pareja que acudiera a reclamar un dinero. Al regresar a su vivienda, la mujer encontró a su hijo “asustado y con una debilidad que le hizo perder el conocimiento”.

Posteriormente, una ambulancia y una patrulla de la Policía Nacional llegaron al sitio “para intentar asistir al menor de edad; sin embargo, tenía signos de maltrato físico y hematomas, y estaba sin vida”, indicó el ente investigador.

Luego de obtener “evidencia y material de prueba”, unidades de la Sijin de la Policía Metropolitana de Bogotá capturaron a la mamá y al padrastro de la víctima.

Un fiscal de la Unidad de Vida de la seccional Bogotá de la Fiscalía presentó a la pareja ante un juez de control de garantías y les imputó los delitos de homicidio agravado y violencia intrafamiliar agravada. Los procesados no aceptaron los cargos y deberán cumplir la medida de aseguramiento en un centro carcelario.

Otra caso en Kennedy

El pasado sábado, un juez legalizó la captura del padrastro de un bebé de 18 meses, quien habría muerto en extrañas circunstancias en la localidad de Kennedy, en el occidente de Bogotá.

Se trata de Joel Mora, de 19 años, que había sido capturado en la víspera cuando se presentó en los juzgados de Paloquemao y tenía vigente una orden de detención por la denuncia de los familiares del menor, luego de conocer que falleció, al parecer, por una golpiza.

El menor fue reportado como muerto luego de ingresar de urgencia al hospital de Kennedy, en el sur de Bogotá, con muestras de violencia física, como lo advirtió una de sus tías. Ella le dijo a la Policía que al momento de dejar al niño en el centro asistencial observaron algunas lesiones en las extremidades, que de alguna manera indican golpes, aunque no señaló responsabilidades.

El día de los hechos, la mamá, de 17 años de edad y pareja de Joel, se comunicó con la línea de emergencia mientras advertía que el niño había broncoaspirado, por lo que pidió una ambulancia, pero en el hospital observaron los signos de violencia, lo que obligó al personal médico a comunicarse con la Fiscalía.

De acuerdo con el padrastro en declaraciones a medios de comunicación tras conocerse los hechos, a las 5:00 de la mañana el bebé no estaba respirando y procedió a brindarle los primeros auxilios mientras llegaba la ambulancia.

Luego de su traslado al Hospital Kennedy, los médicos confirmaron que el menor presentaba golpes y heridas en el cuerpo, lo que generó una duda en los demás familiares sobre las primeras declaraciones entregadas por su mamá y el padrastro. El comandante de la Policía Metropolitana de Bogotá, el general Eliécer Camacho, confirmó que Samuel David registraba signos de violencia según el parte de los galenos del centro asistencial.

“Los datos que se tienen inicialmente indican que había broncoaspirado y por eso ingresa a la unidad médica. Los galenos se dan cuenta posteriormente de algunos golpes o muestras de violencia que puede tener el menor, por lo que la Fiscalía investiga con el fin de tratar de establecer si la muerte del pequeño es consecuencia de los golpes o por el ingreso inicial que tuvo”, afirmó el oficial.