Uno de los puestos que más llamaron la atención en el Festival Estéreo Picinic 2015 (FEP) fue el de ‘Échele cabeza cuando se dé en la cabeza’, un programa que promueve la reducción de riesgo y la mitigación de daño en el consumo de drogas. Bajo una carpa negra se encontraban varios expertos analizando muestras de sustancias que los jóvenes llevaban allí con el fin de saber si les vendieron lo que les dijeron que era, si tenía alguna sustancia tóxica o si los habían estafado. Es un hecho que hay una afluencia de jóvenes que hacen uso recreativo de sustancias psicoactivas en eventos como el Estéreo Picnic. Con eso en mente, ‘Échele cabeza…’ –iniciativa apoyada por la Secretaría Distrital de Salud de Bogotá– se ha encargado de darles consejos, atención especializada para el manejo de su estado y de realizar pruebas de laboratorio en el mismo lugar para verificar lo que están por consumir. A su vez, han abogado por cambiar el paradigma de la guerra contra las drogas. Semana.com habló con Julián Andrés Quintero, director de la Corporación Acción Técnica Social, de donde hace parte el Proyecto ‘Échele cabeza cuando se dé en la Cabeza’, acerca de las tendencias que hallaron en este masivo festival al que acudieron 55.000 personas. Semana.com: En términos generales ¿cómo describe este proyecto? Julián Andrés Quintero: Nosotros somos el último eslabón de la cadena antes del consumo. Cuando usted no le creyó al profesor, cuando usted no le hizo caso a su padre, cuando usted ya no les tiene miedo a los curas ni al pecado y cuando el policía no logró quitarle la sustancia, nosotros estamos: somos el momento previo al consumo de las sustancias. Cuando usted nos visita ya ha tomado la decisión de hacerlo y nadie puede impedírselo. Somos conscientes de que el consumo existe y de que los consumidores necesitan información distinta a la prohibición. En ese sentido brindamos información en reducción de riesgos y daños para que la relación con esas sustancias sea menos peligrosa. Complementamos esa información con el servicio de análisis de sustancias. Este proceso nos arroja los resultados de reacciones químicas que confirman o niegan la información que nos dan los usuarios sobre las sustancias que planean consumir o que ya consumieron. Semana.com: ¿Qué encontraron en el Estéreo Picnic 2015? J. A. Q.: Le puedo adelantar –porque el informe completo lo publicamos el 21 de marzo en nuestra web www.echelecabeza.com– que la mayoría de análisis fueron pastillas donde gran parte no eran MDMA sino anfetaminas, también que el LSD está regresando después de una crisis de calidad, de 2CB muy poco y los cocainómanos (por lo menos en este evento) o son una especie en vía de extinción o son muy tacaños para donar una muestra para su salud. Más allá del tema de las sustancias encontramos un público nuevo (aunque muchos ya nos conocían), muy buena receptividad, un interés muy claro por parte de los organizadores de por qué aliarnos para hacer esta intervención. Semana.com: ¿Cuál fue la droga más adulterada? (¿qué tenía y qué peligros generan esos adulterantes?) J. A. Q.: A través del servicio de análisis de sustancias, preliminarmente, podemos decir que la sustancia más falsificada fue el éxtasis, que no era MDMA sino anfetamina. En estos casos los efectos deseados son diferentes y mezclarlo con otras sustancias eleva los riesgos. La cocaína es la que más adulterantes tiene. Semana.com: En general, ¿cuál es el mayor riesgo de los jóvenes consumidores? J. A. Q.: Lo más riesgoso para nosotros es el abuso y la calidad de las sustancias, la adulteración lo hace más grave. Pero lo más peligroso que vimos, como siempre, son las intoxicaciones etílicas, si no me equivoco fueron estas las que registraron el mayor número de entradas a los servicios de urgencias que había en el festival. Nosotros, por sustancias distintas al alcohol, lo más grave que registramos fue bajones de tensión por consumo de cannabis. Semana.com: ¿Qué les dice a quienes creen que este tipo de eventos promueven el consumo de drogas? J. A. Q.: Es evidente que hay un velo de prejuicio y de desconocimiento que no permite ver más allá de la cuadrícula en la que fueron maleducados. Nosotros vemos drogas desde el Bronx, pasando por los prom de los colegios, hasta los cocteles de los congresistas, las fiestas de la televisión, las despedidas de los ejecutivos, los festivales de música públicos y privados, así como las salas de redacción de los medios. Más valientes son quienes asumen que este consumo ocurre; frente al fracaso de la prevención vale más dar alguna instrucción que actuar como aquellos cobardes que critican desde la trinchera de su mojigatería. Hay bastante evidencia de que el primer promotor del consumo son los medios de comunicación, nosotros promovemos el cuidado de la gente.  Semana.com: Más allá de la prevención y la información, ¿cómo ven los frutos de su trabajo? J. A. Q.: Muchas veces logramos lo que todos los anteriores a nosotros no pudieron y es que un joven bote a la basura las sustancias que tenía en el bolsillo porque se dio cuenta de que lo estafaron, no es lo que esperaba o simplemente puede correr más riesgo del esperado.  Semana.com: ¿Cómo se ha mantenido este proyecto? J. A. Q.: El apoyo de la Secretaría de salud de Bogotá es lo que nos ha permitido hacer llegar aquí; esta entidad ha estado muy comprometida con este tema desde hace tiempo. El proyecto lleva cuatro años. Hemos estado en festivales distritales como Rock al parque, Hip hop al parque y varias fiestas underground de música electrónica. Twitter: @MiguelReyesG23