El miércoles 3 de abril, el gobierno de Gustavo Petro intervino, a través de la Superintendencia de Salud, Nueva EPS, la entidad prestadora de salud más grande de Colombia.
Esa decisión se dio un día después de la polémica intervención de Sanitas, lo que ha desatado una fuerte controversia y preocupación sobre el futuro de la atención en salud para los colombianos.
Asimismo, la intervención de Nueva EPS coincidió con la votación de la reforma a la salud de Petro, que terminó de hundirse en la Comisión Séptima del Senado.
Tras casi una semana, el agente interventor para la administración de Nueva EPS, Julio Alberto Rincón Ramírez, les entregó un mensaje de tranquilidad a los más de diez millones de afiliados en los regímenes contributivo y subsidiado.
A ellos les aseguró que su delegación de la Superintendencia Nacional de Salud busca que el acceso al derecho fundamental a la salud no se vea interrumpido.
Lo anterior sucedió en un espacio en el que participaron afiliados y representantes de diferentes asociaciones de pacientes en todo el territorio nacional, a quienes resolvió diferentes inquietudes y pidió una espera mientras avanza en el proceso de administración, que busca mantener “una armonía con prestadores para que el acceso a la salud no tenga ninguna interrupción”.
“Mi invitación a los más de 3.700 prestadores de salud es para que no utilicemos a los pacientes como método de presión. Somos conscientes de que necesitamos avanzar en pagos y lo vamos a realizar, pero el camino no es interrumpiendo el acceso a los afiliados que requieren de los servicios”, informó.
El agente de la EPS anunció que se creará una “sala de crisis” que busca hacer frente a temas como “dispensación de medicamentos, cartera con prestadores y número de quejas”; en este campo, las personas encargadas serán un equipo interdisciplinario con el que se estarán tomando correctivos que lleven a un mejoramiento.
Para Rincón Ramírez es importante un uso racional de los servicios de salud, “pues aumentar precipitadamente el número de atenciones, por temor de la situación actual, solo terminaría por colapsar el acceso y direccionar una crisis”.
“Sabemos que hay personas que requieren tratamientos de manera ininterrumpida, pero hay quienes no requieren algunos servicios, pero están acudiendo en volumen y esto solo ocasiona que las redes no tengan la capacidad de atender a todos al mismo tiempo”, dijo.
Rincón fue enfático en señalar e invitar a todos los afiliados para que denuncien posibles hechos de corrupción o favorecimiento, dijo que acudir a estas prácticas resulta siendo delictivo.
Recordó, además, que de la EPS más grande del país son socios las principales cajas de compensación del país, Gobierno Nacional a través del Ministerio de Hacienda y por último, y no menos importante, los casi 11 millones de afiliados con los que cuenta la compañía.
Por último, el agente insistió en que su papel en la entidad no busca terminar en un proceso de liquidación, es consciente del papel que cumple en el sistema de salud de los colombianos, por lo que invitó a trabajar comprometidamente.