El viernes en la tarde, Rodrigo Escobar Gil compareció por última vez a los juzgados de paloquemao. La presencia del ex magistrado ponía punto final a uno de los capítulos del complejo proceso por cuenta del escándalo de Fidupetrol en la Corte Constitucional. Escobar Gil, quien fue uno de los miembros de ese alto tribunal, era acusado del delito de tráfico de influencias por supuestamente haber mediado ante sus ex colegas para que seleccionaran una tutela de esa empresa petrolera.Recomendamos: El vainazo de Jaime GranadosFinalmente, el juez que llevaba su caso lo declaró inocente. En su providencia consideró que “la fiscalía no logró demostrar influencia alguna por parte del exmagistrado, en el estudio y fallo final de la tutela al interior de la corte constitucional en el año 2014”.El ex magistrado había terminado involucrado en ese episodio especialmente por un almuerzo del que hasta ahora no existe claridad. Ocurrió en el restaurante La Table de Michel en la zona G y junto a él, los magistrados Jorge Pretelt y Mauricio González. Según se dijo cuando estalló el escándalo de Fidupetrol en ese almuerzo se habría hablado de la tutela con la que la empresa pretendía evadir una millonaria indemnización.En el proceso, Mauricio González aseguró que la mención al tema fue “fugaz” y que Escobar jamás le pidió influenciar en esta. El abogado del ex magistrado Jaime Granados describió el encuentro como un suceso común entre los profesionales que no había tenido la trascendencia que le imputaban. “En mis 30 años de ejercicio profesional he visto esto muchas veces y a nadie se le ocurría que esto es un delito”, aseguró tiempo antes de que se conociera el fallo.Sin embargo, el elemento determinante no fue el almuerzo, sino el testimonio de Victor Pacheco. El abogado, como se recordara, le había contado a otro magistrado de la Corte Constitucional que Jorge Pretelt le había supuestamente dicho que el proceso era complejo, que tenía que buscar un abogado de quilates, y que eso podría costar 400 millones de pesos.Esto fue interpretado por Pachecho como la solicitud de una coima que habría sido girada por la empresa por intermedio de Escobar, quien tenía un contrato por un valor similar como abogado de esta. El juez aseguró en la absolución de Escobar que el contrato no era fachada, como se creía. Este en su defensa presentó pruebas de todas las actividades que había hecho en virtud de su relación laboral con esa empresa.Pacheco se convirtió en el testigo estrella de ese escándalo, pero en el proceso de Rodrigo Escobar el juez le quita credibilidad. Según relata el ex magistrado en un comunicado de prensa, el abogado ha cambiado varias veces de versión e incluso se ha retractado.Escobar asegura en su comunicado que “de los más de 50 testigos de los que se habló extraprocesalmente, el fiscal escasamente presentó cuatro, entre ellos al mendaz Víctor Pacheco. El fiscal del caso tampoco llevó al juicio a dos directivos de Fidupetrol y pretendió presentar los preacuerdos que suscribió con estos como prueba contra el exmagistrado Escobar. Otro testigo citado por el fiscal del caso, el exmagistrado Luis Ernesto Vargas, no compareció a declarar”.El ex magistrado recuerda que este es su segundo fallo absolutorio por cuenta de este caso, pues el Consejo Seccional de la Judicatura también lo había declarado inocente en un proceso disciplinario.