Definitivamente, los tiempos han cambiado. De la imagen del guerrillero que cruzaba bosques y montañas con su mochila al hombro y un grupo de compañeros siguiéndolo en fila en medio de la noche, parece quedar muy poco en Colombia. Los últimos acontecimientos indican que el final de este violento año de 1985 puede determinar la aparición de un nuevo fenómeno de la lucha política armada: la aeroguerrilla, algo que ni siquiera el visionario Mao Tse-tung hubiera sido capaz de imaginar.En efecto, la desaparición de 6 avionetas y el secuestro por varias horas de otras dos en los últimos meses en zonas de reconocida presencia guerrillera, han puesto a los colombianos a pensar en lo que puede suceder durante las fiestas decembrinas o las primeras semanas del Año Nuevo, teniendo en cuenta que los antecedentes más recientes, como la batalla del Palacio de Justicia, revelaron que los ataques a gran escala dejaron hace mucho tiempo de ser elementos de ficción.Todo empezó el 5 de julio, cuando fue secuestrado un avión de la compañía Interandes, el HK-2938, que volaba entre Morichal, en la comisaría del Guainía, y Villavicencio (ver mapa y cronología). Lo extraño del caso no era el secuestro en sí, pues desde hace varios años este tipo de acciones había comenzado a presentarse, algunas veces con la espectacularidad del episodio de las armas cargadas en la Guajira por un avión de Aeropesca, que finalmente apareció en el lecho del río Orteguaza en el Caquetá, después de que la mayoría de los periódicos del país lo habían dado por accidentado en un cerro en Sucre, sobre el cual debía haber volado según el itinerario de su ruta original entre Medellín y Barranquilla.Pero la diferencia entre ese tipo de acciones y las que se han presentado recientemente, es que antes el avión en cuestión terminaba por aparecer tarde o temprano, en buen o mal estado, pero no quedaba nunca indefinidamente en manos de los guerrilleros.Invento de la mafia De cualquier modo, la modalidad fue inaugurada por la mafia hace más de seis años, según consultas que realizó SEMANA con fuentes del mundo de los pilotos independientes. La necesidad de transportar cargamentos de cocaína en momentos de urgencia y la garantía que ofrecían para ello las llamadas "naves limpias", hizo que muchos narcos recurrieran a este efectivo sistema para llevar a cabo un negocio.En otros casos, se efectuaba una "contratación obligatoria", que consistía en que un piloto era obligado a conducir su avioneta hacia el destino que los narcos indicaban y por ello recibía una jugosa recompensa. Un militar retirado que conoció estas historias, dijo a SEMANA que "así como en los últimos años para los periodistas se volvió un hit que los secuestrara la guerrilla, porque podían hacerse a una chiva, del mismo modo para algunos pilotos se volvió muy rentable que los secuestrara la mafia".Pero al parecer, no tan rentable como resulta que ahora los contrate la guerrilla. Un piloto independiente que en el pasado sirvió bajo presiones a la mafia, relató a SEMANA que "algunos aviadores están hoy en día recibiendo mejores pagos de los alzados en armas que los que recibieron en las mejores épocas del narcotráfico". Otras versiones recogidas por esta revista aseguran que fue Carlos Lehder quien sugirió a algunos miembros de la Coordinadora Guerrillera que "conquistaran los aires" para ganarle una batalla al gobierno en un terreno en el cual éste sería particularmente débil. Lehder, aficionado a los aviones, habría dicho a sus interlocutores que iniciar una guerra de guerrillas en los cielos resultaría, aparte de "espectacular", muy efectiva. Estas versiones se unen a los indicios cada vez más fuertes de que, en lo que respecta a algunos grupos como el M-19 y el ELN, los nexos con el narcotráfico son cada vez menos ocasionales y más institucionales.¿Flota de guerra? Fuentes militares citadas por el diario El Tiempo indican que las avionetas secuestradas durante los últimos meses estarían siendo utilizadas para el transporte de armas en grandes cantidades y para su posterior distribución por medio del sistema de "bombardeo", consistente en lanzarlas desde una baja altura de vuelo hacia los lugares donde se encuentran las columnas guerrilleras. Según esas mismas fuentes, este tipo de actividades involucraría al M-19, al ELN y a algunos frentes de las FARC en el Caquetá. En cuanto al EPL, lo único que se sabe es que el secuestro que llevaron a cabo en Urabá de dos avionetas en un mismo día, tenía como objetivo la repartición por "vía aérea" de propaganda del movimiento en esa región.Pero el transporte de armas, con todo lo que implica para la ya bastante deteriorada situación de orden público en el país, resulta ciertamente menos grave que la otra posibilidad que se baraja en algunos medios como objetivo de la aeroguerrilla. Según estas versiones, las avionetas estarían siendo artilladas con el fin de utilizarlas para ataques a instalaciones militares.Lo más preocupante de esta posibilidad es que, a pesar de las alertas que se han declarado en algunas bases del Ejército, no parece existir la infraestructura adecuada para la rápida respuesta a un supuesto ataque. Las instalaciones militares no cuentan con radares que puedan detectar el acercamiento de una nave y los únicos radares que existen, encargados de la vigilancia a la aviación civil en Bogotá y Barranquilla, se dañan con frecuencia por problemas de mantenimiento y falta de repuestos. Como si fuera poco, los presupuestos para el mantenimiento y la operación de los aviones de combate de la FAC son bastante escasos y es común que los famosos Mirages permanezcan durante varias semanas en tierra, porque no hay con qué tanquearlos.En fin, la convicción de que algo grave puede estar a punto de suceder, crece día a día. Las declaraciones de Alvaro Rodríguez Campo, el piloto de Líneas Aéreas Petroleras que fue obligado en Armenia a entregar su avión al M-19, no resultan precisamente tranquilizadoras: "Los guerrilleros anunciaron que iban a hacer algo muy grande y que sería una gran noticia, un verdadero boom nacional".-- CRONOLOGIA JULIO 5: Un Cessna para 12 pasajeros, HK-2938, es secuestrado y desaparece volando entre Morichal, Guainía y Villavicencio.NOVIEMBRE 9: Un Cessna 210, HK-3070, de la Línea Araucana de Servicios, es secuestrado por el ELN y desaparece cuando hacía un recorrido entre Arauca y Cravo Norte.OCTUBRE 25: Un Cessna 206, HK-1665, de Aerolíneas del Este, ADES, es secuestrado y desaparece cuando volaba entre villavicencio y Villa Fátima, Vaupés.OCTUBRE 11: Un Cessna 206, monomotor, HK-2797, de Aerolíneas San Martín, es secuestrado y desaparece cuando volaba entre San Martín y Mapiripán, en el Meta.OCTUBRE 26: Un Cessna 206, de ADES, HK-2952 es secuestrado y desaparece entre Calamar, en el Guaviare, y Villavicencio. DICIEMBRE 13: Un bimotor Pipper PA-31, HK-2351, de líneas Aéreas Petroleras, es secuestrado por el M-19 cuando hacía escala en Armenia, en un nuevo vuelo entre Guapí y Bogotá. Los guerrilleros obligan a su tripulación a descender y en Pereira para tanquear y luego se quedan con el aparato. DICIEMBRE 15: En el aeropuerto de Turbo, el EPL secuestra por varias horas un par de aviones HK-3353 y HK-1145, de la empresa Calima, y las utiliza para dejar caer propaganda del movimiento sobre Urabá y el norte de Antioquia.--