Tradicionalmente las coaliciones en Colombia no han sido sencillas de cocinar. No importa en qué espectro político se milite, porque generalmente pesan más los personalismos que las coincidencias programáticas que puedan existir.No obstante, para los comicios presidenciales que se avecinan en el país, todos los candidatos saben que es muy difícil tener una opción real de llegar a la Casa de Nariño sin el apoyo de otros sectores. Solo que –de acuerdo con los últimos hechos– pareciera que los ojos están puestos en la segunda vuelta.El caso más reciente que refleja esta situación lo protagonizan los sectores de izquierda y quienes se autoclasifican en el centro. Los candidatos que están en esta orilla política han dicho que quieren una convergencia en torno a la lucha contra la corrupción y la defensa del acuerdo de paz con las Farc, pero todos esperan que los demás se sumen en torno suyo.El candidato del Partido Liberal, Humberto de la Calle, publicó este fin de semana una columna de opinión en el diario El Tiempo, en la cual cerró la puerta a la alianza que le propusieron Clara López (aspirante de la ASI) y Gustavo Petro (avalado por firmas), y –sin embargo– volvió a insistir en unirse con Sergio Fajardo (respaldado por firmas, Alianza Verde y el Polo), quien ya le ha dicho que no a una coalición con el liberalismo.   Puede leer: ¿Hasta donde llegará la decisión de Fajardo en contra de las alianzas?De la Calle dialogó finalizando 2017 un par de veces con Clara López para explorar puntos de coincidencia, pero al parecer lo que no lo dejó dar un paso más adelante, según personas de su entorno, es que allí pudiera aterrizar Petro. Y no es que exista alguna animadversión personal, pero el exalcalde de Bogotá es visto como una persona que en lugar de sumar apoyos los resta, lo cual –claro está– es lo último que quiere cualquier campaña."Escoger el camino de esta segunda alianza (con Petro, López y Carlos Caicedo) pone en riesgo y puede incluso llegar a destruir las perspectivas de esa gran coalición. En tales condiciones, manifiesto respeto y agradecimiento por las voces que me incluyen en sus proyectos políticos. Pero aceptarlas terminaría entorpeciendo un propósito más grande", enfatizó el ex jefe negociador de paz en su texto.Este mensaje tan claro, arrancando 2018, hace que esa gran coalición que se unió para respaldar la reelección del presidente Juan Manuel Santos en 2014, y que logró la victoria en segunda vuelta bajo el paraguas de la paz, esté aún lejos de reeditarse. Los sectores con los que ahora De la Calle no quiere unirse, fueron claves en ese momento electoral (todos hicieron campaña juntos) y hasta le significó a López llegar al Ministerio de Trabajo.  Petro, quien tiene un estilo más controversial, también sabe que sin una alianza clara, que vaya más allá de los acercamientos que ya tiene con Clara López, es muy difícil que tenga un papel protagónico en las presidenciales y más sabiendo que su nombre genera mucha resistencia en varios sectores, incluyendo, por supuesto, los que acuden a los métodos de hacer política tradicional en el país.Por eso, pero sin mencionar a De la Calle, volvió a insistir en una alianza "por encima de racionamientos de corto plazo" y también llamó a Fajardo y a sus coequiperos –Claudia López y Jorge Robledo– a "aceptar la conformación de la gran coalición progresista que pueda sentar las bases de la paz de Colombia". Ninguno de a quienes convocó la ha respondido y, por ahora, es difícil que lo hagan.En contexto: Partido Liberal es impedimento para alianza entre Fajardo y De la Calle: Claudia LópezClara López, por su parte, es más optimista y le confirmó a esta revista que esta semana comenzará a buscar de nuevo los acercamientos, pues, a su juicio, la columna de De la Calle no es un cierre definitivo a la posibilidad de realizar una alianza."Después de una lectura más tranquila entiendo esto como una invitación a seguir trabajando por los consensos, a lo que me voy a dedicar esta semana, para poder abrir la rendija necesaria a una coalición progresista ampliada", precisó la candidata de la ASI.Y Sergio Fajardo, con quien todos estos sectores quieren acercarse y goza de un buen respaldo en las encuestas, por ahora guarda silencio y ha evitado polemizar sobre el asunto. Se sabe que está analizando con su equipo la declaración del ex jefe negociador y hasta qué punto podría ser viable o no cambiar de opinión y aceptar acercarse al liberalismo.Si bien él y otros coequiperos como Claudia López han insistido públicamente en que el problema de una alianza con De la Calle es lo que representa la institucionalidad del Partido Liberal, también es cierto que hay varios sectores que desde sus respectivas colectividades están pujando por un cambio de opinión.

Todo este panorama ratifica que, por lo menos para primera vuelta, es aún complicado consolidar una gran alianza de centroizquierda, pues las coincidencias programáticas de estos sectores parecen ser pocas y los personalismos de cada candidatura están tomando más fuerza.Aún falta tiempo para la cita en las urnas y la elección de Congreso (en marzo) será clave para definir este ajedrez electoral, pero lo que pase en estos días determinará si en esta tendencia ideológica tienen la capacidad de traducir la intención de aliarse en un hecho real.