El Partido Alianza Verde fue tal vez uno de los que más disputas tuvo para definir el rumbo que tomaría de cara a las elecciones de 2022. La opinión pública fue testigo de las diferencias que hubo entre los distintos sectores y el pulso que tuvieron para decidir si se iban con el Pacto Histórico de Gustavo Petro o con la Coalición de la Centro Esperanza.
Finalmente, el partido decidió dejar en libertad a sus militantes para que pertenezcan a la alianza que más les llama la atención. Algunos, como el exgobernador de Nariño Camilo Romero, se fueron al lado de Petro; mientras que otros, como Carlos Amaya y Angélica Lozano, continuaron en la Coalición Centro Esperanza, donde siempre habían querido estar.
En el caso de las listas al Congreso, a pesar de que algunos parlamentarios son más cercanos a Petro, se decidió que los candidatos de la colectividad irían en bloque con la Coalición Centro Esperanza por varias razones, entre ellas porque la lista sería abierta y porque escindirse no era una opción para alcanzar el umbral.
A pesar de que la idea de la escisión sonó en algún momento, por parte de Angélica Lozano esa posibilidad se apagó porque los tiempos no alcanzaban. Sin embargo, ante las divisiones, luego de las elecciones al Congreso, esa posibilidad podría revivir.
La principal razón es que las molestias siguen. Eso se evidenció con la renuncia de Lozano, la cual no fue aceptada. La senadora buscará repetir al Senado con el número 10 en la lista. Ella aseguró que por ahora está enfocada en su campaña y en las presidenciales, y que no tiene contemplada esa posibilidad.
La Alianza Verde logró llegar a acuerdos fundamentales para estas elecciones y todos están jugando con llegar al Congreso. Sin embargo, internamente se habla de que luego de los comicios de marzo la escisión de la Alianza Verde sería una realidad.
Y ahí hay varios puntos que tendrán que analizar para surtir ese proceso. El primero tiene que ver con los resultados que se logren en las elecciones legislativas. Eso significa que, si los que quieren irse de la Alianza Verde logran varias curules, podrían armar tolda a parte y llevarse ese caudal a otro sector. El partido que aparece como pista de aterrizaje es Verde Oxígeno, de Ingrid Betancourt, al cual la Corte Constitucional le revivió su personería.
Además de Lozano, que militó en sus inicios en la política al lado de Betancourt, podrían llegar otros liderazgos e integrantes que hoy pertenecen a la Alianza Verde y formar un gran bloque a parte.
Otro de los nombres es el del exgobernador de Boyacá Carlos Amaya, candidato de la Coalición Centro Esperanza y quien es cercano a Lozano y a Betancourt. De hecho, Amaya ya está matriculado en Verde Oxígeno, ya que la colectividad le dio el aval para competir en la Coalición Centro Esperanza.
Amaya es fundamental en ese proceso porque el exgobernador recoge una parte importante de la militancia y las bases verdes que lo acompañan y que estarían en Verde Oxígeno con él.
A ellos se podría sumar el senador Antonio Sanguino, que también es cercano a Amaya y a Lozano, entre otros como el representante Wilmer Leal, el concejal Julián Rodríguez Sastoque, la exconcejal Andrea Padilla que renunció para aspirar al Congreso, y otros. Eso sumado a todas las bases que reúnen esos liderazgos.
En medio de ese proceso, una de las dudas que surge es la decisión que pueda tomar la alcaldesa de Bogotá, Claudia López. A pesar de que la mandataria llegó a la alcaldía por la Alianza Verde, para muchos es claro que estaría al lado de su esposa. Eso sumado a que su cuestionada gestión ha dejado roces dentro de la Alianza Verde, donde ha perdido apoyos.
Otro punto a tener en cuenta, si se llega a presentar ese proceso, es el dinero que hay de por medio. Luego de las elecciones al Congreso, dependiendo de las curules que logren tener, recibirían financiación estatal y esa también será una discusión que dar.
Lo cierto es que hay una división que es inminente. Dentro de la colectividad eso es un secreto a gritos, por eso varios ya vaticinan que la escisión se dará después de marzo. A pesar de ello, la política es dinámica y todo puede pasar, aunque es claro que hay un sector que se quiere ir y otro que prefiere no retenerlos más.