SEMANA: ¿fue fácil decirle adiós al Nuevo Liberalismo y regresar a la Alianza Verde?
Iván Marulanda: yo tengo un compromiso muy profundo con la historia del Nuevo Liberalismo, porque en esa historia dieron la vida los compañeros, los líderes Luis Carlos Galán, Rodrigo Lara, porque nos costó mucho sufrimiento, sacrificio y porque fue un bello testimonio de democracia y de un sentido de transformación, de justicia en la política colombiana. Por lo demás, la idea de que esta historia estuviera otra vez al servicio de la sociedad, era una gran noticia para mí, pero finalmente no fue posible, porque no se crearon las condiciones para que fuera realmente una nueva etapa del Nuevo Liberalismo sino que todo, tal como quedó, dio cuenta que unas personas tomaron el control de ese partido para hacer política y eso no me interesa realmente (...). El Nuevo Liberalismo nunca fue un partido de familia, nunca fue cerrado sino democrático (...).
SEMANA: ¿al Nuevo Liberalismo se lo tomaron los desconocidos?
I. M.: no, la Corte Constitucional les entregó las riendas del partido, como si fuera un directorio político, a dos personas que nombró y que nosotros, los antiguos miembros del Nuevo Liberalismo, no conocíamos. Ellos tomarán sus decisiones que no tienen que ver con ese sentido democrático que tenía el partido y que se reflejaba en sus estatutos. De acuerdo con los estatutos, el director nacional es elegido por un congreso nacional y no por la Corte Constitucional, el director era Luis Carlos Galán, está muerto, es decir, hoy no hay director hasta que no haya un congreso. Sin embargo, la Corte nombró a uno a dedo, lo mismo que un representante legal.
SEMANA: cualquiera se preguntaría qué pasó. Esta semana usted posó en una fotografía con Juan Manuel Galán y el ambiente se veía muy bien.
I. M.: estuvimos reunidos el domingo pasado seis horas y media tratando de buscarle una salida a esta situación. Habíamos quedado con un compromiso de que ayer martes había una reunión convocada por los hermanos Galán, un encuentro amplio, para reconstruir esta situación y darle al partido esa expresión democrática que siempre tuvo en el pasado y no la que le dio la Corte. Pero no se cumplió ese compromiso. Los hermanos Galán no convocaron ayer la reunión y entonces yo hice estas cartas que la opinión pública ya conoce.
SEMANA: ¿quién incumplió la reunión? hablemos de nombres propios…
I. M.: los hermanos Galán. Juan Manuel Galán; habíamos quedado de que él y su hermano convocarían a una reunión ayer martes y no la convocaron, era una encuentro amplio con todos los actores interesados en traer esa historia, los antiguos compañeros del consejo nacional del Nuevo Liberalismo, protagonistas al lado de Luis Carlos Galán y Rodrigo Lara.
SEMANA: ¿por qué cree que los hermanos Galán no convocaron la reunión?
I. M.: no sé, habría que preguntarles a ellos.
SEMANA: ¿usted si cree que fue buena idea regresar a la Alianza Verde, un partido fraccionado entre Petro y la centroizquierda?
I. M.: es mi partido, realmente es donde estoy militando hace cuatro años, soy senador por la Alianza Verde, un partido que tiene discrepancias internas como todos los partidos del mundo que se dirimen en debates internos democráticos. Eso a mí no me ofende. Esa es la democracia. Aquí quedamos con un Nuevo Liberalismo con dueño, eso sí no me interesa. No tengo interés de integrar partidos con dueño.
SEMANA: ¿quiénes son los dueños del Nuevo Liberalismo? ¿Es de familia? ¿Es de los hermanos Galán?
I. M.: realmente los hermanos Galán son dos personas con un protagonismo muy importante, siempre lo hemos reconocido, pero esos liderazgos deben darse en un espacio democrático y no desde el sentido de ejercer el control sobre un partido. Nunca el Nuevo Liberalismo estuvo bajo el control de nadie, ni siquiera de Luis Carlos Galán o Rodrigo Lara, dos líderes extraordinarios. Ahora, la forma que tomó esto es que dos personas, avaladas por la familia, tienen en sus manos el partido.
SEMANA: ¿usted cómo queda con la familia Galán?
I. M.: yo les tengo aprecio, respeto, cariño, siempre vi con mucho dolor todo lo que le pasó a estos jóvenes. Los conocí de niños cuando estábamos en esta lucha con Luis Carlos Galán, compartí con él la angustia por sus hijos, tengo ese sentimiento de solidaridad con ellos. Les deseo muchos éxitos (...).
SEMANA: por cierto, después de su decisión de renunciar al Nuevo Liberalismo, ¿ya lo llamaron los hermanos Galán?
I. M.: no, esta decisión se conoció anoche después de que vi que no había manera de recomponer las cosas como habíamos pensado y dije no me interesa y escribí las cartas que el país conoce.
SEMANA: ¿cómo entender que un hombre como usted que lloró ante la Corte pidiendo que le devolvieran la personería jurídica al Nuevo Liberalismo haya renunciado?
I. M.: a mí me da mucho dolor porque yo quería colaborar en traer ese legado. Se trataba de traer ese legado para que los jóvenes de hoy conocieran lo ocurrido y les fuera útil para construir sus propios caminos políticos. Los hermanos Galán no conocieron esa historia, ellos eran unos niños. Esas personas que quedaron con esas responsabilidades nunca los vimos en la trinchera en la que nos movimos durante más de diez años defendiendo las ideas. Fueron luchas muy duras, nunca los vi en las trincheras, es decir, no tienen la capacidad de interpretar o encarnar lo que sucedió. Me da pesar no haber podido entregarle a la juventud esa voluntad de transmitir esa historia.
SEMANA: por último, ¿qué le respondieron de la Alianza Verde tras su petición de regreso al partido?
I. M.: están muy contentos, ellos habían entendido que yo tenía un deber y vieron con respeto que me fuera a cumplirlo, pero ahora he venido a decirles ‘no pude cumplir con ese deber’, al fin no me voy, aquí sigo y estoy a la orden. Han sido muy respetuosos y amables, realmente es un sentido de camaradería, solidaridad, compañerismo que les agradezco profundamente.