En un video de más de cinco minutos, un uniformado, que lleva más de 14 años en la institución, decidió hacer una denuncia: uno de sus comandantes, al que él presenta como mayor Fredy Enrique Barón, estaría ejerciendo presiones y malos tratos en su contra. “Ese señor me agrede verbalmente, psicológicamente”, dice el soldado profesional con voz entrecortada y evidente angustia.

Él habla con amor de la institución: “De mi hermoso Batallón de Caballería Rincón Quiñonez”, dice, entregando calificativos de cariño y respeto por el Ejército Nacional, así como de otros de sus superiores y por eso le pide perdón al comandante de las fuerzas militares y al comandante del Ejército, el general Zapateiro, por hacer pública la situación a través de las redes sociales. Pese a todo ello, el soldado profesional Rusbel Medrano argumenta que “ya no soporta más”.

El oficial Barón no solo habría puesto en riesgo la vida del soldado Medrano y de su equipo al ordenarle que hiciera guardia con perros antiexplosivos que no estaban en servicio —pues uno ya no olfatea y la otra perrita estaba enferma—, sino que, además, lo habría insultado por ser afrodescendiente. “Ya me cansé de tanta humillación, porque yo soy un ser humano y me siento orgulloso de mi color, porque mi mamá es una negra fina y mi papá es un negro chévere”, dice el soldado orgulloso de su raza y con el dolor de que un miembro del Ejército al que él considera su familia le dé tales tratos.

El video llegó a manos del general Zapateiro y, a diferencia de lo que el soldado pensaba que tomarían como represalia en su contra, el alto mando resaltó el valor del uniformado, recalcando que el Ejército es una familia en la que no hay distinción de razas, una familia unida por el amor a Colombia.

SEMANA conoció que Zapateiro hizo ir al soldado Medrano hasta su oficina. El uniformado se desplazó desde Florencia hasta Bogotá.

El general Zapaterio no solo le dijo a Medrano lo valioso que era para la institución, sino que con él al lado les envió un fuerte mensaje a los comandantes de todo el Ejército, dejándoles claro el valor de la familia y el del respeto. Rechazó todo tipo de maltrato e hizo una advertencia a los comandantes que están acostumbrados a humillar a sus subalternos en lugar de guiar y enseñar.

“Somos una familia y eso no se puede olvidar jamás. En cada miembro de esta familia —Ejército— hay un invaluable ser humano que, como tal, nos merece todo el respeto, la deferencia y el buen trato. Nuestro Ejército Nacional tiene como eje fundamental a cada hombre y mujer, sin distinción alguna. Todos únicos y valiosos”, recalcó, indicando que vio el video que grabó el soldado Medrano.

“Él, con la humildad y sencillez que a todos nos debe caracterizar, expone en sus palabras una situación causada al parecer por un superior. Nuestro Ejército, nuestra familia, no admite y reprocha cualquier acto que vaya en contravía de la dignidad humana”, dijo Zapateiro enfatizando en que se tomarán todas las acciones jurídicas y administrativas conforme a la ley.

Dejó claro en el mensaje interno que quienes han llegado a comandar en cualquiera de los niveles tienen que hacerlo con responsabilidad, justicia y bondad. “Quienes no escuchan a sus soldados o sus subalternos no merecen el honor de llamarse líderes”, subrayó.

El general, al darle un abrazo al soldado, le manifestó que, como familia, “se apoyan, se cuidan y se protegen”. El oficial se comunicó con la madre del soldado y le dijo lo grande e importante que era su hijo para la institución, la misma entidad en la que ella confió el día que entregó a su hijo para que este le sirviera a la patria.

El soldado Medrano fue trasladado de batallón, donde puede ejercer la capacitación y trayectoria que tiene como guía canino y técnico antiexplosivos, cerca de su familia de sangre. En contra del oficial denunciado se tomarán las medidas que la ley y que el reglamento interno estipulen.