Este año, Colombia es el anfitrión de la Cumbre Amazónica, un espacio que inició en Leticia, capital del departamento del Amazonas y continuará en agosto, esta vez en Bélem de Pará, Brasil. Este primer encuentro en suelo colombiano tiene como objetivo llegar a consensos y estrategias que permitan contrarrestar los desafíos que plantea el ‘pulmón del mundo’, la selva Amazónica.
Al inicio de la cumbre hubo conferencias por parte de World Resources Institute, Oficina de Naciones contra la Droga y el Delito, enfocadas en las comunidades indígenas, tecnología, ciencia y control de la deforestación.
Este viernes, se tiene prevista la inauguración oficial con la intervención de la Ministra de Ambiente en Colombia, Susana Muhamad, junto a Elizabeth Taylor, viceministra de Asuntos Multilaterales y ministros del medio ambiente de Bolivia, Brasil, Ecuador, Guyana, Perú, Surinam y Venezuela.
Muhamad, quien se ha mostrado preocupada por la acelerada deforestación, sostiene que “si la Amazonía sobrepasa el 20 % de la deforestación, ya no tendría la capacidad de regenerarse y más en estas condiciones climáticas, esto empezaría a ser su fin. Desafortunadamente, en la suma global de deforestación, la Amazonía está en un 17 %”.
A su vez, en su cuenta de Twitter enfatizó en la importancia de que las mujeres tomen puestos de control por el cuidado de la naturaleza: “Es fundamental porque el sentido de urgencia y sobre todo el sentido de cuidado, yo lo veo en mi trabajo de ministra tanto en pueblos indígenas como en comunidades, muy dentro de las mujeres”.
“Es importantísimo que tengamos una ministra de Ambiente que viene de la Amazonía en Brasil, que tengamos una mujer ministra en Colombia y que tengamos una presidenta de la COICA (Coordinadora de las Organizaciones Indígenas de la Cuenca Amazónica)”.
Es importante acotar que, Lula Da Silva, en sus tres períodos como mandatario brasileño, se ha comprometido en reducir a la mínima expresión la destrucción de la selva y en castigar a los grupos y particulares que tengan una visión que busque explotar este pulmón.
De igual forma, estas gestiones y principios de gobierno han llevado a sus frutos. Según la última información del ministerio de Ambiente, la deforestación en la Amazonía brasileña se redujo un 33,6 % en el primer semestre de este 2023. En síntesis, durante el periodo de enero a junio, la extensión vegetal en la Amazonía brasileña disminuyó en 2.649 km2, una cifra menor en comparación con los primeros seis meses del año anterior, cuando se registró una pérdida de 3.988 kilómetros cuadrados.
Por su parte, Marina Silva, ministra de Medio Ambiente en Brasil, se mostró satisfecha por estos primeros resultados: “Este resultado fue producto de la decisión de Lula de asumir durante la campaña electoral y desde el primer día de Gobierno un compromiso con la política de enfrentamiento a la deforestación y a los cambios climáticos”, afirmó.
Asimismo, Silva, desde que asumió el Ministerio, ha propuesto asignar responsabilidades y roles a cada uno de los países amazónicos como parte de una contribución que evite que este bosque tropical llegue a un punto que sea irreversible.
Mañana, 8 de julio, se estima que se finiquiten acuerdos entre los ministros que conforman el bioma amazónico y se trabaje bajo una misma dirección. La cumbre finalizará con las intervenciones de Lula Da Silva y Gustavo Petro en la Universidad Nacional, sede Leticia, quienes, desde la posesión del homólogo brasileño, han compartido puntos en común en pro de esta importante selva que nutre de oxígeno al planeta tierra.