En medio del escándalo que han generado las declaraciones del general Jhon Jairo Rojas, exjefe del Comando Conjunto No. 2 Suboccidente en entrevista con SEMANA, sobre un montaje en el que también estaría vinculado el Comandante del Ejército, el general Luis Mauricio Ospina, se abre un capítulo de dolor tras la pérdida del bebé que estaba esperando la hija del oficial en medio de la persecución a su padre.
En medio de la tristeza y lágrimas en sus ojos, el general Rojas narró los difíciles momentos por los que tuvo que pasar su familia en medio de la persecución que le habrían montado desde la propia institución para orquestar el montaje que en este momento lo tiene fuera de la institución.
“Me duele cada vez que recuerdo que me avisaron. Uno fue el 6 de junio y el otro fue en abril. Me manifestaron acerca de unos seguimientos”, señaló el general Rojas, quien no daba crédito a que su “propia institución” hubiera ordenado seguimientos, y acercamientos con su familia.
“¿Cómo iba a creer que mi propia institución, mis propios subalternos, ordenados por alguien, ingresaran a mi casa, se volvieran amigos de mi hija, conocieran a mi señora, siguieran a mis hijos y a mi señora? No creo eso en mi institución. Se les olvida que el comandante general de las Fuerzas Militares, mi general Giraldo, tiene una hija, y que el comandante del Ejército tiene otra hija. Lo que le hicieron a mi hija no tiene perdón”.
Con esa frase inició el relato del general Rojas sobre lo que le ocurrió a su hija en medio de todo el “montaje” que viene denunciando por parte de la institución. Cuando es interrogado sobre los hechos concretos, su voz se entrecorta y tiene que hacer más de una pausa para no romper en llanto.
“Ella estaba embarazada, iba para el cuarto mes, me entero del seguimiento y le digo a mi hija que tenga cuidado. Ella vive sola en Ibagué, en la casa, sigue nerviosa, y una noche, sola en la casa, perdió a su bebé”, describió el general sollozante.
Explicó que los nervios, por la psicosis, fue que ella terminó perdiendo a su nieto o nieta. “Ella me decía: ‘Papá, vi algo raro, vi a alguien que pasó por acá, vi a un muchacho raro’. A mí me tocó llamar a un soldado en Ibagué para que fuera y la auxiliara en la casa y la llevara al hospital”, narró el General.
Al mismo tiempo, Rojas señaló que ha aguantado mucho en medio de todo este proceso de descrédito que iniciaron en su contra. “Cuando me hicieron los seguimientos y me dijeron, yo le informé a mi general Giraldo. Él me respondió: ‘Es normal, hay que analizar esa situación’”.
El oficial le explicó a Vicky Dávila, directora de SEMANA, que toda la situación la puso en conocimiento del general Helder Giraldo, comandante de las Fuerzas Militares, durante un encuentro en Buenaventura. Sin embargo, la respuesta era que había que “analizarlo”.
“Al ver este montaje y lo que le pasó a mi nieto o nieta, o que pude haber perdido a mi hija por culpa de un montaje, ¿quién me va a responder? Desde aquí le digo a mi general Ospina: ¿usted me va a responder si le hubiera pasado algo a mi hija? ¿Usted me responde por ese nieto? ¿Me va a responder por algo que le pase a mi familia, a mis papás, que viven en un barrio humilde, que los conoce todo el mundo, en Ibagué? Hace 15 días estaban tomando fotos donde viven mis papás”, señaló el general Rojas.
Teniente Fredy Acuña pide perdón en medio de las lágrimas
El teniente Fredy David Acuña Picón le reveló a SEMANA la historia secreta de las falsas acusaciones contra el general Jhon Jairo Rojas por parte la institución. El uniformado aceptó, en entrevista con Vicky Dávila, directora del este medio, que le hizo seguimientos a la familia del oficial.
“A la familia. A sus hijas, a su esposa. Obviamente, cuando mi coronel González me ordena”, señaló el teniente Acuña, quien explicó que se “hicieron verificaciones por fuentes abiertas, con quién se encuentran, todos esos temas. Cuando sale esa persona, se hace el seguimiento. Es el control de qué hace la persona en el día”.
Cuando el teniente es interrogado si sabía que la hija del general Jhon Jairo Rojas había perdido su bebé en medio de los seguimientos, Acuña rompe en llanto y responde: “No sabía en ese momento, me enteré, fue ahora”, dijo notablemente afectado y conteniendo las lágrimas en un primer momento.
Reitera que “no sabía en su momento que era mi general Rojas. Si fuera así, no lo hubiera hecho”, y aprovecha para pedirle perdón al general Rojas. “Que me perdone porque no sabía. A mi general Rojas le digo: le hice seguimiento a usted sin conocerlo. Otra es el dolo, que sea consciente de lo que estaba haciendo”, señaló.
Acuña aseguró que “cumplía órdenes de oficiales, yo pensé que en el sistema de contrainteligencia eran honorables. Cuando me enteré de que era el general Rojas, lo denuncié. Mi general me dijo el día en que lo llamé: ‘¿Usted sabe que, producto de esos seguimientos, mi hija perdió a su hijo?’. Sentí que son mis consecuencias y debo vivir con eso. Le pedí perdón y le dije: ‘Mi general, no lo hice con dolo, lo hice cumpliendo órdenes. Ahí están mis operaciones’”.