Los firmantes de la paz que están en el Espacio Territorial de Capacitación y Reincorporación (ETCR) de Miravalle se despiden forzosamente de la que ha sido su casa desde hace más de siete años, cuando decidieron reincorporarse a la vida civil y acoger el Acuerdo de Paz entre el Estado colombiano y la guerrilla de las Farc.
Un grupo de 44 firmantes y sus familias se trasladarán este 20 de agosto desde ese lugar hasta otro ETCR, porque en Miravalle el conflicto armado los desplazó. Como si fueran tiempos de guerra, pero ahora en un contexto en el que ellos señalan no estar en armas, tienen que moverse de esa geografía de cuenta de los enfrentamientos entre dos bandos de las disidencias de las Farc que hacen presencia en ese territorio.
La fecha límite se había trazado desde hace dos meses y en este lapso la situación en esa vereda de San Vicente del Caguán no mejoró, porque el territorio sigue asediado por el conflicto.
Los exfarc limitaron sus desplazamientos y jornadas de trabajo por el riesgo de quedar en medio de un enfrentamiento entre las disidencias de alias Calarcá y las de la Segunda Marquetalia.
Los firmantes de la paz se irán este martes en una caravana humanitaria que montaron tras semanas de preparativos: encontrar a qué territorio movilizarse, informar a las instituciones que acompañan la implementación sobre el riesgo en el que estaban y dejar el manifiesto de que, según han relatado desde ese ETCR, sí querían seguir el camino de la paz.
Sin embargo, desde ambos bandos de las disidencias de las Farc estos estuvieron siendo señalados de haber tomado postura en medio de esa disputa que se desató en medio de un escenario en el que los integrantes de las Farc que no dejaron las armas (o que volvieron a ellas) ganaron control territorial y de la ilegalidad en la zona.
“La decisión de cambiar los fusiles por los remos fue justamente para navegar hacia nuevos horizontes, por la construcción de la paz, la reconciliación, la protección de la naturaleza, y con ello, generar nuevas oportunidades. Logramos construir nuestro proyecto turístico, trayendo más de tres mil visitantes a nuestra región y generando oportunidades de desarrollo económico a las comunidades del territorio”.
La despedida de los firmantes de la paz de Miravalle se dio con rafting. Los exguerrilleros habían creado un emprendimiento de turismo sostenible llamado Caguán Expeditions para practicar deportes extremos en el Río Pato.
El adiós al ETCR se dio con una jornada de rafting en la que participaron un centenar de personas, entre firmantes de la paz, familias y comunidades en un evento que llamaron Remada por la Paz Hasta Siempre Miravalle.
“Nadie quiere abandonar su territorio de manera voluntaria, pero la visión del futuro de nosotros es seguir trabajando, seguir transformando el territorio, seguir cambiándole la imagen a Caquetá”, comentó Hermides Linares citado por la Agencia Nacional de Reincorporación y Normalización.
Los exfarc terminaron siendo desplazados de sus territorios pese a que el Gobierno tiene en curso diálogos de paz con los actores armados.