La industria de la alegría está en dificultades. Así explicó el expresidente Álvaro Uribe la compleja coyuntura por la que atraviesa el sector del turismo.
“Sin que se haya consolidado la información sobre Semana Santa, se intuye una disminución del turismo. Se deduce de la información de medios, de aeropuertos, de hoteles, de la observación de carreteras turísticas, de los restaurantes, etc.”, aseguró en un video en su cuenta de Twitter.
Y explicó la espinosa situación en la que se encuentran varios de los principales destinos turísticos del país.
Arrancó por la dificultad de la vía que frenó el flujo hacia el Santuario de Las Lajas. En Pasto, dijo, se quejan de que el pago del Soat desestimula la llegada de turistas ecuatorianos y piden solución.
Su recorrido lo continuó en Popayán, donde considera que, al parecer, no hubo disminución, y destacó un hecho particular: “Un intento de bloqueo de la carretera fue enfrentado por unos turistas que se bajaron de los vehículos y enfrentaron a puños a quienes obstruían la carretera”, relató.
También advierte que en Mompox, que describe como “bien comunicada” por tres puentes sobre el río Magdalena, con crecimiento de hoteles y casas hoteles, denota menos visitantes.
Los fenómenos naturales también han afectado la operación turística, a juicio del expresidente Uribe. “El Eje Cafetero tiene disminuciones entre el 30 % y el 80 % por la preocupación causada por el Volcán del Ruiz”, señaló.
A su vez, calcula que la utilización hotelera de Santa Marta bajó en un 15 % y la de Cartagena entre el 25 % y el 30 %, “no obstante, que los visitantes extranjeros en Cartagena aumentaron de 15.000 a 22.000. El Golfo de Morrosquillo sufrió una merma entre el 30 % y el 40 %”, explicó el exmandatario.
Y dijo que caso aparte es la dramática disminución del 60 % de la utilización hotelera en San Andrés.
Dentro de las causas para este complejo momento de la industria turística señala: por una parte, los constantes bloqueos y la aparición de grupos armados en vías; por otra, el temor que tienen las familias colombianas por la inflación y la evolución de la economía.
Además, menciona el IVA a la hotelería y a los pasajes aéreos, así como el impuesto al consumo de los restaurantes. “Los beneficios aplicados por la pandemia se vencieron y valdría la pena algún remplazo así fuera parcial”, explicó Uribe.
Por supuesto, el exmandatario destacó dentro de las principales causas de la crisis turística, la parálisis de Viva y de Ultra Air “que dejaron a muchas personas con los tiquetes comprados”.
“El turismo impacta a toda la población, el turista apenas es el medio”, dijo. Y explicó que en 2022 llegaron 4.600.000 visitantes internacionales no residentes. “Sin embargo, de los 51 millones de ciudadanos, entre 18 millones y 20 millones hacen algún viaje por el país en el año”, calculó.
“Entre estos números de visitantes internacionales y el potencial doméstico, Colombia puede dar un gran salto en la materia. El país es bello y diverso. La dotación de alojamiento, restaurantes y otros servicios ha mejorado mucho. Debe tenerse en cuenta el atractivo del turismo de salud por la calidad y las tarifas que tienen buen nombre en la comunidad internacional”, explicó Uribe.
Pidió un especial apoyo para visitar a San Andrés y al Amazonas, y dijo que el Gobierno y el Congreso podrían discutir más pronto que tarde unos alivios que permitan la reciprocidad en costos y servicios “para reanimar esta actividad: el turismo, la industria de la alegría”.