SEMANA: El Rosario ha vivido una fuerte polémica en las últimas semanas. ¿Qué significó para ustedes como movimiento estudiantil la salida del rector?
Nicolás Alfonso: La salida le produce un fresco a los estudiantes y a los profesores. Había persecución y miedo de hablar porque podía haber represalias. Produce cierta felicidad. Ahora, queremos que el Ministerio nos brinde los informes reales, y ver qué fue lo que nos dejó su rectoría.
SEMANA: ¿Cuál fue el origen del enorme malestar que se generó en el Rosario?
Nicolás Alfonso: El despido masivo de profesores de forma injustificada. La disminución de la planta de personal del aseo porque no había dinero. La desfinanciación de los semilleros de investigación. El no aumento de salarios de los profesores este año. Las condiciones físicas de nuestras sedes. Es increíble que paguemos 15 millones por estudiante en promedio y haya goteras en salones de la sede Quinta de Mutis o en el claustro, y que tengamos una cantidad impresionante de edificios comprados, pero que no se han podido utilizar porque no alcanzó la plata para establecer las condiciones necesarias para estos edificios.
SEMANA: El movimiento estudiantil coordinó unas jornadas de protestas muy simbólicas. ¿Cómo se organizaron?
Nicolás Alfonso: Sí, así fue. De lo más significativo que hubo fue la presencia en los espacios del comité étnico de la universidad. Nos reunimos en torno a ellos. Usamos también un método bastante fructifero que fue los memes, para que la gente se siguiera uniendo al movimiento y entendiera qué estaba pasando a la universidad. Fue muy bonito porque que visitamos las principales sedes, la Quinta de Mutis y la sede Norte. Allí reunimos más estudiantes para que se sumaran a la causa. Hicimos juegos alrededor de la estatua de Fray Cristóbal de Torres, el fundador de nuestra universidad. Realizamos también un viernes de “conspiración”. Fue una jornada cultural con toques de música alrededor de Fray Cristóbal.
SEMANA: ¿Qué sucedió cuando conocieron la desvinculación del rector?
Nicolás Alfonso: En ese momento, hicimos sonar la campana. Levantamos a una compañera en pro de anunciar algo histórico: haber sacado del cargo a Alejandro Cheyne. Los profesores nos contaron que esa campana es tan antigua como el propio claustro. Anunciaba los cambios de clase, pero luego también anunciaba las elecciones de rector. Queremos que ahora se abra un debate para modificar las constituciones de la universidad.
SEMANA: ¿Modificarlas para qué?
Nicolás Alfonso: Nuestra propuesta es primero escuchar a la comunidad estudiantil, profesoral, de egresados. Queremos abrir un debate sobre qué representan esas constituciones y qué puntos se deben cambiar. Por ahora, nosotros queremos hablar de la forma cómo el rector es elegido en la universidad. Creemos que se ha demostrado que hubo un claro tráfico de influencias.
SEMANA: Si ustedes no están de acuerdo con los canales como hoy el Rosario elige rector. ¿Qué va a pasar entonces ahora?
Nicolás Alfonso: Es importante dejar claro que para el movimiento estudiantil rosarista, el rector actual no es nada más que un encargado. No vamos a permitir que la mano derecha del rector Cheyne se perpetúe en el cargo. Adicionalmente, el vicerrector, porque no lo vamos a llamar rector porque no lo consideramos rector, nos envió por medio de un correo un ofrecimiento al diálogo. Nosotros lo que necesitamos es concertación y dejar claro que la forma de escogencia del rector debe ser participativa.
SEMANA: ¿Eso qué significa?
Nicolás Alfonso: Que el estudiantado y sus representantes, así como el profesorado, sirvan para elegir al rector.
SEMANA: ¿Es decir por voto popular?
Nicolás Alfonso: Es una de las propuestas. Pero no nos hemos reunido a hablar de eso. Buscamos que sea una elección participativa. Los colegiales no representan al estudiantado, porque nosotros no somos parte de su proceso de selección.
SEMANA: ¿Cómo tiene planteada la universidad el proceso de elección?
Nicolás Alfonso: En este momento, no tenemos esa información. Pero es después de que hagamos los diálogos es que nos sentamos a concertar.
SEMANA: ¿Concertar con quien?
Nicolás Alfonso: El movimiento estudiantil se creó de cara a esta coyuntura. La opinión de cada uno vale exactamente lo mismo. Es un movimiento que queremos que permanezca y perdure en el Rosario para que en 100 años no les pase lo mismo.
SEMANA: ¿Tienen un vocero?
Nicolás Alfonso: Los escogimos cuando hablamos con el ministerio de Educación, pero no hay unos representantes aún. Soy un vocero, pero este movimiento es perfectamente horizontal.
SEMANA: ¿Qué llamado les hacen a los otros sectores que se han pronunciado en estos días?
Nicolás Alfonso: El llamado que se le hace a toda la comunidad rosarista es a unirnos y a permanecer unidos. Esto ha sido lo más gratificante que ha dejado este proceso, que la Universidad del Rosario esté unida. Carreras que tenían rencillas históricas se han unido. Hace mucho tiempo no éramos la Universidad del Rosario. Hoy hay una Universidad del Rosario unida en pro de hacer ver al Rosario como lo que es.
También queremos pedir que se fortalezcan los programas que han permitido que muchos jóvenes estudien becados en el Rosario. Así como acá hay personas con unas posibilidades económicas muy favorables, hay personas becadas por su condición socioeconómica por UR intercultural, que le permite a personas pertenecientes a grupos minoritarios estudiar en la universidad. Eso es profundamente importante.
SEMANA: La visita de inspección y vigilancia del Gobierno, a través del ministerio de Educación, generó mucho temor en unos sectores. ¿Qué esperan ustedes que pase con eso?
Nicolás Alfonso: El Ministerio como la entidad máxima que rige el tema de la educación en el país debe ser garante de que a nosotros se nos esté hablando con la verdad. Y que sepamos la realidad financiera de nuestra universidad. Que conozcamos como son los estándares de calidad. A eso se comprometió el ministerio y confiamos en eso.