Las localidades de Los Mártires, Chapinero, Rafael Uribe Uribe, Tunjuelito y Usme, en Bogotá, tenían un problema común, como casi toda la ciudad: el tráfico de estupefacientes. Parte de ese negocio criminal lo compartía una organización conocida como “La Empresa”, que desde hace meses se disputaba el control y el tráfico en estos puntos de la capital.
Los delincuentes de “La Empresa” lograron construir una organización criminal que acumuló millonarias ganancias gracias al deterioro social y sumergir a cientos de jóvenes en el consumo de estupefacientes. Su millonaria reserva la invirtieron en bienes que ahora quedaron a disposición del Estado.
Para tratar de disimular su fortuna, los cabecillas de la “La Empresa”, compraron propiedades en otras zonas del país, pero convencidos de tener el control de las mismas como garantía de su herencia criminal. Comparon casas en el Tolima, Huila, Valle del Cauca y hasta en Guaviare.
“La Fiscalía General de la Nación, a través de la Delegada contra las Finanzas Criminales y el Cuerpo Técnico de Investigación (CTI), afectó el patrimonio y el componente estructural del grupo delincuencial ‘La Empresa’, al que se le atribuye la venta de estupefacientes al menudeo y otras conductas delictivas en las localidades de Los Mártires, Chapinero, Rafael Uribe Uribe, Tunjuelito y Usme, en Bogotá”, explicó la Fiscalía.
En diligencias realizadas en diferentes puntos de la ciudad de Bogotá fueron capturados seis de los presuntos integrantes de esta organización. Algunos de los detenidos serían los encargados de coordinar la logística necesaria para transportar por vía terrestre y aérea las sustancias ilícitas desde las zonas de producción ilegal en Cauca y Tolima hasta Bogotá.
“En el curso de la investigación se acreditó que, luego de la intervención al sector de El Bronx (mayo de 2016), las redes delictivas se trasladaron a distintas zonas o se atomizaron, dando paso a nuevas estructuras como es el caso de ‘La Empresa’. Este grupo ilegal, al parecer, asumió gran parte de las denominadas ‘plazas de vicio’ y concretaba ventas diarias de estupefacientes por más de 110 millones de pesos”, advirtió la Fiscalía tras lograr las capturas.
Con la evidencia recaudada luego de meses de investigación la fiscalía presentó a los capturados ante jueces de control de garantías para imputar cargos y solicitar Por obvias razones una medida de aseguramiento en centro carcelario advirtiendo que todos los judicializados representan un peligro para la sociedad.
“Los fiscales del CTI presentaron a los capturados ante jueces de control de garantías y les imputaron, de acuerdo con su posible rol criminal, los delitos de concierto para delinquir; tráfico, fabricación y porte de estupefacientes agravado; y testaferrato. Los procesados no aceptaron los cargos y recibieron medida de aseguramiento en centro carcelario”, señaló el ente acusador.
En el curso de las investigaciones, la Fiscalía también ubicó los bienes que fueron adquiridos por esta organización criminal para someterlos a un proceso de extinción de dominio, entregarlos a la administración del Estado a través de la Sociedad de Activos Especiales. Se trata de bienes avaluados en más de 22.000 millones de pesos.
“Las propiedades afectadas, avaluadas en 22.613 millones de pesos, están ubicadas en Bogotá, Fusagasugá y Nilo (Cundinamarca), Melgar (Tolima), Palermo y Yaguará (Huila), Cali (Valle del Cauca), y San José del Guaviare (Guaviare). Se trata de 13 inmuebles rurales y 18 urbanos, 22 vehículos y 5 sociedades, los cuales quedaron a disposición de la Sociedad de Activos Especiales (SAE) para su administración”, dijo la Fiscalía.