La oferta era tentadora: ganar entre 400 y 600 dólares diarios. Las víctimas generalmente tenían el mismo perfil. Mujeres atractivas entre los 20 y 30 años de edad, de estratos bajos y, casi todas, madres solteras. Los lugares en donde las buscaban eran principalmente ciudades o pequeños municipios del Eje Cafetero, Valle y Antioquia principalmente.La mayoría fueron abordadas en salones de belleza, gimnasios  centros comerciales y, principalmente, por redes sociales. Les decían que saldrían de la pobreza y ganarían esa cantidad de dinero diario simplemente por trabajar en bares al otro lado del mundo. A pesar de que el asunto sonaba sospechoso muchas aceptaron.Desde sus pueblos de origen las llevaban hasta Bogotá. Allí visitaban una agencia de viaje en San Andresito en donde entregaban sus documentos para iniciar los trámites para el viaje. Un par de días más tarde estaba a bordo de un avión llenas de ilusiones y con muchas horas de vuelo por delante.Le puede interesar: Infografía: El infierno de la trata de personasAl llegar Guangzhou  y Hong Kong China, les quitaban sus documentos y el sueño rápidamente se convertía en pesadilla. Lo primero que les decían era que por el viaje, trámites y demás tenían una deuda de 30 mil dólares que debían cancelar con trabajo. Y que además debían pagar 500 dólares mensuales por concepto de arriendo y comida.Las llevaban a casas y apartamentos en donde había recluidas en pequeños cuartos grupos de cuatro a seis mujeres más. Bajo amenaza de hacerle daños a sus familiares e hijos en Colombia o ser vendidas a la mafia china les informaban que la forma de cancelar la deuda era vendiendo su cuerpo.Unas eran destinadas a trabajar de damas de compañía. Otras en locales o viviendas en donde debían permanecer hasta 18 horas. Diariamente debían conseguir 500 dólares manteniendo relaciones sexuales con una gran cantidad de hombres. Golpizas, insultos, hambre y miedo eran la constante. Atrapadas al miles de kilómetros su suerte parecía sellada.Todo esto fue el infierno que soportaron decenas de colombianas que fueron víctimas de esta red de tráfico de personas. Se trataba de una banda de colombianos y chinos que funcionó desde 2001 hasta hoy, cuando una operación de la Dijín- Interpol de la Policía, la Fiscalía y Migración Colombia terminó con esa organización criminal.Le recomendamos: ¿Represión o garantías?: inicia pulso por multar a quienes paguen por sexoLa investigación comenzó hace 24 meses. Algunas de estas mujeres que duraron años como esclavas sexuales y lograron regresar al país fueron contactadas por las autoridades. Un promedio de víctimas que no denuncian por miedo y temor de las amenazas a las que son expuestas puede llegar a un total de 70 mujeres. El promedio de victimas enviadas por mes es variable era de 2 a 8 mujeres.Los investigadores de Dijín lograron ubicar a 13 víctimas en los departamentos de Valle del Cauca, Antioquia y Risaralda. Con los datos y sus historias los investigadores fueron armando pieza por pieza quiénes eran y qué hacía cada uno de los integrantes dentro y fuera del país.Las víctimas contaron que sus explotadores, conocidos como manillas, les entregaban una tarjeta con código de barras que usada para cobrar los servicios que realizaban con el propósito de evitar que ellas recibieran dinero en efectivo. Antes de salir con cada cliente las victimas debían informar a los explotadores a fin de realizar control del tiempo. También les hablaron de los castigos, ganancias y rutas (ver recuadros)Con toda esta información la Fiscalía emitió 26 órdenes de captura contra la totalidad de los integrantes. Hoy, la Dijín, logró la capturas de los primeros ocho miembros de esta organización que venía actuando desde 2001. Por medio de circulares de Interpol los demás integrantes que están por fuera de Colombia están siendo ubicados.  Dentro de las personas capturadas se pudo establecer que tres tenían condenas por los delitos de concierto para delinquir, inducción a la prostitución y enriquecimiento ilícito y fabricación, tráfico y porte de estupefacientes.Este fue el comienzo del fin de la tenebrosa banda que vendía colombianasLas cifras que ganaban los integrantes de la red:1. Los captadores un promedio de 1.500.000 peSos por cada mujer que engañaban y conseguían que aceptara viajar.2. Los tramitadores de documentos un promedio de cuatro millones de pesos El transportador ganaba 600.000 mil pesos por llevar a las mujeres desde su lugar de origen hasta los aeropuertos de donde salían rumbo a China.3. El que recibe a las mujeres en Chino un promedio mensual 1200 dólares.4. El explotador, conocidos como manillas, es quien “gerencia” en China a grupos de seis mujeres víctimas ganaban un promedio mensual de 150.000 dólares mensuales.5. Cada cliente pagaba 100 dólares por hora de relación sexual. Por la noche completa eran de 300 a 400 dólares.El tiempo que transcurre del proceso de captación y viaje puede oscilar entre un mes a dos meses. Los apartamentos  con los que contaba esta organización los ocupaban con máximo 6 mujeres.El proceso de visado se realizaba cada 3 meses en la ciudad de Hong Kong.Los clientes de las víctimas son en su mayoría chinos.Una vez desarrollada la investigación y teniendo motivos razonablemente fundados la Fiscalía General de la Nación, logra la obtención de 26 órdenes de captura por el delito de Trata de Personas Agravada en concurso homogéneo y sucesivo en concurso heterogéneo con concierto para delinquir y 09 órdenes de allanamiento y registro. Se solicitó ante OCN-INTERPOL, la expedición de 17 notificaciones azules, contra estas personas, toda vez que, de acuerdo a labores investigativas adelantadas, se estableció que se encontraban fuera del país.Puede leer: El venezolano que traía jóvenes a Colombia para explotarlas sexualmenteMediante 08 diligencias de registro y allanamiento, con fines de captura en las ciudades de Bogotá, Medellín, Pereira y Cali,  se logra la materialización de 08 órdenes de captura.Dentro de la operación realizada se destaca la captura de 02 manillas  encargadas de controlar las presuntas víctimas en el territorio colombiano y continente asiático, 05 captadores encargados de reclutar mujeres mediante engaños y 02 tramitadores dueños de una agencia de viajes, en la ciudad de Bogotá a la cual se realiza allanamiento por ser utilizada por la organización como fachada para la expedición de los documentos de las víctimas.Las multasEstas son algunas de las razones por las cuales los traficantes en China imponían “multas” a las colombianas las cuales iban entre los 300 y 500 dólares:No ingerir bebidas embriagantes con los clientes.Negarse a tener relaciones sexuales con un cliente.No asistir a los salones que los explotadores imponen.No consumir alimentos donde los explotadores indican.Hablar con personas latinas.Contestar con actitud negativa a sus explotadores.Discutir con otra mujer.Extenderse del  tiempo acordado con sus clientes.No estar en disposición para la atención de los clientes.No informar el sitio donde se encuentran con sus clientes.No cumplir los horarios establecidos que eran de lunes a domingo desde las seis de la tarde a las seis de la mañana.Estas son las rutas utilizadas para trasladar a las víctimas:Colombia – Panamá –  México -Frankfurt- Guangzhou y/o Hong KongColombia – Francia– Guangzhou y/o Hong KongColombia – Frankfurt- Guangzhou y/o Hong Kong Colombia – México – Holanda - Guangzhou y/o Hong KongBogotá – Venezuela - Frankfort - Hong Kong, en ferri hasta Chenzen