Al caer la noche de este jueves, las calles del sur de Cali se llenaron de caos y zozobra. La divulgación de noticias falsas y verdaderas sobre inminentes atracos produjo que la gente se armara con palos, piedras y armas de fuego para defenderse. Balaceras y desórdenes se tomaron las porterías de los conjuntos residenciales del sur de la ciudad.
Videos difundidos en redes sociales mostraban a ciudadanos armados apuntando desde los balcones. En un caso, se ve cómo un hombre desenfunda su arma hacia el vacío. Gritos, tiros y gente corriendo; así se vivieron los tensos momentos después de las marchas del paro. El alcalde de Cali, Maurice Armitage, explicó a los medios de comunicación que no cree que lo ocurrido sea producto de una revuelta social sino de una situación “bien craneada”. “Nos hacían operación avispa con atracos y desmanes”, indicó en entrevista a Blu Radio. En contexto: ¿Las redes sociales, las culpables de la histeria colectiva en Cali? El mandatario manifestó que la llamada "operación avispa" consistió en crear alertas a través de redes sociales para llamar la atención de las autoridades en ciertos puntos. Una vez llegaban al sitio, la alerta se había desvanecido y reventaba en otro lugar. “Entre noticias verdaderas y falsas la situación se tornó imposible. La inseguridad era total”, admitió Armitage. La ciudad se preparó para responder a desmanes en puntos específicos que suelen resultar críticos, como lo es el caso de la Universidad del Valle. “Pero en un momento dado comenzaron a hacerlos trancones en toda la ciudad. Paraban en tal sitio, en tal otro y creaban zozobra de una manera impresionante”. Al final de la tarde del jueves, Armitage había anunciado un toque de queda a partir de las 7 de la noche. Esta decisión tuvo que ser apoyada por el Gobierno Nacional, que fortaleció el pie de fuerza en 700 unidades que llegaron a la capital del Valle en cuestión de dos horas. El Ejército también entró a la ciudad y tomó el control del sur de Cali, occidente y parte del norte. El alcalde reconoce que una situación de esta magnitud nunca pasó por su cabeza. Tampoco fue advertida por información de inteligencia. “Estábamos preparados desde el punto de vista militar pero nunca para esta inseguridad. A medida que las fuerzas actuaban la situación se hacía cada vez más grande; crearon un pánico colectivo”. Según Armitage, en la línea de emergencias se reportaron miles de llamadas. En muchas de ellas, las autoridades preguntaban a los ciudadanos si ya habían sido atracados y la respuesta era “no, estamos esperando a los atracadores”. Pero esta situación no fue la misma en todos los casos. Hubo hechos puntuales en los que la alcadía admite que sí hubo atracos y ello generó un “efecto dominó de pánico” en redes sociales. “Imposible que todos los atracadores se pusieran de acuerdo para entrar en determinado momento”, dijo el alcalde.Hacia las 11 de la noche, la situación había logrado ser controlada. Además de los detenidos, la alcaldía reportó 300 casos de daños materiales a las viviendas. El secretario de Seguridad, Andrés Villamizar, descartó muertos durante la jornada.