La desaparición de Pablo Barrios, oriundo de Duitama, Boyacá, se ha convertido en todo un misterio para las autoridades. El hombre que salió conduciendo una mula desde su municipio con destino a la ciudad de Cali, pero a la altura de La Martinica, en Ibagué, desapareció.
El hecho ocurrió el pasado 14 de febrero, su esposa Johana Villegas, dijo a las autoridades y a medios de comunicación local que, lo último que habló con su esposo fue a través de una llamada telefónica en la que este le comentó que venía presentado fallas mecánicas.
Sin embargo, además de los desperfectos, el hombre le dijo a su esposa que se sentía mal de salud luego de haber ingerido un café, mientras conducía.
“Ya vengo, papi, voy para el baño”, él salió y se fue y no volvió a regresar”, relató Johana que fueron las palabras que Pablo le dijo a su hijo con el que viajaba, pero este nunca más regresó al vehículo donde el menor lo esperaba.
La mujer no se explica qué pudo pasar con su esposo, Pablo, pues según dijo a las autoridades no sería capaz de abandonar a su pequeño.
Johana llegó a rescatar a su hijo una vez le fue notificada la situación por parte de la empresa a la que está adscrito el camión que conducía su esposo y tuvo que viajar desde el municipio de Duitama hasta la capital tolimense.
De inmediato puso la denuncia por la desaparición de su pareja ante la Fiscalía General de la Nación y las autoridades habilitaron las líneas telefónicas 3138094495 o al 3126002185 para quien tenga información que ayude a dar con el paradero de Pablo Barrios.
Camión cargado de carne
A través de las redes sociales circula un video que da cuenta de un lamentable accidente de tránsito sufrido por un camión frigorífico que transportaba carne en la región de Salta, en Argentina, el cual se volcó en la carretera, dejando al descubierto una importante cantidad de producto.
Sin embargo, aunque un grupo de personas se acercó para conocer sobre el accidente, no lo hizo con la motivación de ayudar al conductor afectado, sino que, por el contrario, su presencia en el lugar agravó más la situación, ya que decidieron arremeter contra el vehículo siniestrado para efectuar un millonario saqueo.
Si bien algunos medios locales han precisado que el vehículo transportaba cerca de 11.000 kilogramos de carne, otras versiones señalan que la carga podría ser aún mayor, estimándose en 23.000 kilogramos del producto de alta calidad, el cual resultó hurtado por los ‘curiosos’.
En el video, captado por el conductor de un automotor que circulaba por la misma vía, en inmediaciones del sector conocido como General Güemes, se puede ver cómo varios vehículos se detuvieron en proximidades del camión accidentado para que sus pasajeros salieran a tomar parte del robo de carne, apropiándose de importantes porciones que, según las imágenes, en muchos casos correspondían incluso a media res.
El hecho ocurrió, según la reconstrucción que hizo el conductor del camión en declaraciones entregadas a medios locales cuando, en una curva, perdió el control del automotor, derivando en el desacople del vehículo.
Así, la cabina terminó separándose de la carga e impactó contra un carro particular marca Fiat que transitaba en sentido contrario de la vía.
Si bien la carga quedó esparcida por la carretera, generando importantes pérdidas económicas, el balance del accidente no dejó personas lastimadas ni muertas.
El vehículo accidentado había partido desde la localidad de Santiago del Estero y tenía como destino la localidad de Jujuy.
Pese a que al lugar hicieron arribo efectivos de las autoridades policiales de Argentina, estas advirtieron que más allá de adelantar acciones preventivas para evitar nuevos accidente en el lugar dada la cantidad de comida sobre la calzada, los carros accidentados y el alto número de vehículos que se detuvieron para robarse la carga, no podían hacer nada.
En las redes sociales se ha cuestionado la inoperancia de las autoridades para prevenir el saqueo. Frente al particular, la Policía explicó que ‘no actuaron’ para impedir que la gente se apoderara de la carne, pues dichos alimentos, al haber estado en contacto con el piso, perdieron todas sus posibilidades de ser comercializadas.