Las pruebas eran contundentes y las víctimas fueron sepultadas. Dos menores de edad que Manuel Ramón Zapateiro, alias Mane, convirtió, en momentos distintos, en su pareja sentimental. A las dos las mató de la misma forma: las estranguló. La justicia, que no cumplió con la primera víctima, falló con la segunda, por eso las dos están muertas.
Fue hasta que el caso llegó a un fiscal y juez que sintieron el dolor de las familias y el riesgo para otras menores, que se puso fin a la mente asesina de alias Mane. Lo condenaron y por casi cinco décadas tendrá que estar en una cárcel, sin ninguna clase de descuento, así sea el ejemplo de buen comportamiento en la cárcel. Sus víctimas eran menores de edad y la justicia allí, como en pocos casos, es implacable.
La historia de este asesino tiene varios capítulos, pero en todos se escapa un aire de impunidad y abandono. Cómo dos niñas de 13 y 14 años terminaron viviendo con este homicida de casi 30 años de edad. Cómo después de matar a una y de resultar condenado, seguía en libertad. Nadie lo capturó para que pagara la condena y en ese tiempo enamoró a la segunda víctima, luego la asesinó.
“Es más, si la Fiscalía hubiese activado la orden de captura del juez y en septiembre del año pasado la Policía lo detiene, Rosa estaría viva, porque este asesino la mató ocho meses después de la condena, seguía libre”, señalaron los testigos cuando alias Mane cumplió la amenaza con una segunda víctima.
Alias Mane fue capturado, después de asesinar a su segunda pareja sentimental, apenas una niña con la que tenía un hijo, al que convirtió en huérfano. La Fiscalía presentó las pruebas contra el asesino y un juez, este miércoles, lo condenó a la pena principal de 46 años de cárcel. Esta vez la justicia, cumplió a las víctimas.
“Eran maltratos físicos, psicológicos, verbales. Mi hija le puso varias denuncias en la Fiscalía por acceso carnal abusivo, en el año 2018 y 2019″, dijo el papá de Rosa, la segunda víctima de alias Mane, el mismo día que tuvo que cargar a su hija en los brazos hasta las puertas de un hospital donde le dijeron que estaba muerta.
SEMANA conoció los documentos y detalles de una audiencia donde un fiscal, el 11 especializado en la seccional del Atlántico, Rodrigo Restrepo, reconstruyó la escena de cómo alias Mane, fue a comprar una abrazadera, la misma que los familiares de la víctima encontraron en el cuello de su hija.
En los videos alias Mane llega a una ferretería y sale con un zuncho que convirtió en el arma homicida. Los videos fueron la prueba contundente que permitió obtener la segunda condena contra el asesino, oportuna para proteger la vida de futuras víctimas, pero tarde para salvar la vida de Rosa.
Mane no saldrá de la cárcel. No tendrá vencimiento de términos, no habrá beneficios a su favor, los 46 años de condena los tendrá que pagar, un hecho que celebran las víctimas y que se convirtiera en una forma de reparación a la sociedad, con un homicida que anunció su segundo crimen.