El domingo 6 de noviembre los habitantes del departamento de La Guajira volverán a las urnas para elegir un nuevo gobernador, en reemplazo de Oneida Pinto Pérez, cuya elección fue anulada en junio pasado por el Consejo de Estado al considerar que estaba inhabilitada para ser elegida porque en el año anterior a su elección e inscripción se había desempeñado como alcaldesa del municipio de Albania. Tres candidatos se disputan la Gobernación. Dos de ellos, el médico Luis Gómez Pimienta y el ingeniero Wílmer González Brito, son conocidos por los electores guajiros, pues ambos han sido alcaldes, el primero de Riohacha y el segundo de Uribia. Además han sido candidatos a la Gobernación. El tercer candidato es Norberto Tico Gómez, quien había sido aspirante a la alcaldía de Uribia en las elecciones del 2015, es el menos fogueado y conocido.Puede leer: Elecciones en La Guajira: los mismos con las mismasEn estas elecciones está en juego la posibilidad de que el departamento logre una gobernabilidad que ha sido esquiva en los dos últimos períodos con los dos gobernadores elegidos con el aval de Cambio Radical. Pero también está en juego la capacidad de los guajiros para ordenar la administración departamental, recuperar la confianza de la ciudadanía y poner en marcha programas para superar la desnutrición y la mortalidad infantil. En lo corrido del año han muerto 66 niños.Le interesa: La insólita historia de los 16 alcaldes que no duraron el añoQuien quiera que sea el ganador no tendrá mucho margen de maniobra ni tiempo para calcular con quién gobernar, los hechos le imponen la obligación de actuar y poner en marcha mecanismos para corregir el desgobierno en el que ha caído el departamento.Semana.com presenta una serie de entrevistas con los aspirantes a gobernar uno de los departamentos con más problemas del país. En esta entrega, Luis Gómez Pimienta. Semana.com.: ¿Qué opinión le merece la afirmación de la Misión de Observación Electoral de no estar el día de las elecciones porque no hay garantías de seguridad? Luis Gómez Pimienta.: Uno deduce que son garantías de seguridad respecto a ellos, porque ellos no son candidatos. Es lamentable porque es una organización prestigiosa y no obedece a mandatos del Estado, es lamentable porque hay hechos indiscutibles de corrupción y de intentos evidentes de fraude de una de las campañas. El domingo en carta pública denuncié las irregularidades, hay una organización fraudulenta el próximo 6 de noviembre. Semana.com.: Dice la MOE que hay un nivel de polarización entre las campañas que no garantizan transparencia. L. G. P.: Esa es una apreciación indiscriminada e injusta, nosotros no tenemos antecedentes de fraude. Fui víctima de fraude en 1991: me acosté a las 2:00 a. m., siendo gobernador y cuando me desperté, el gobernador era Jorge Ballesteros. En esta campaña hemos sido víctimas de agresión, nos han roto los vidrios, nos han pinchado. A nosotros no nos pueden meter en la misma bolsa de las otras campañas que tienen como promotores a personas señaladas de corrupción, judicializadas, encarceladas y que tienen el descaro de seguir haciendo política. Semana.com.: Cuando habla de fraude, ¿a qué se refiere? L. G. P.: En Uribia hay 269 mesas, de esas, hay 120 desprotegidas, donde solamente hay jurados de la campaña de Wílmer González; 120 mesas que representan 48.000 votos, cada mesa tiene en promedio 400 inscritos. Uribia tiene 98.400 habilitados para votar. En La Guajira hay 1.614 jurados, más el 10% del remanente son 1.765. El 90 % de esos son de la campaña de Wílmer González.Le recomendamos: La reservada investigación de la Fiscalía en La Guajira Semana.com.: ¿Tiene pruebas o son cosas que se dicen en la calle? L. G. P.: Esa campaña presentó una lista falsa a nombre de la UP y entre los jurados están Javier José y Esteban González Brito, hermanos de Wílmer González; Jaír González Lugo, sobrino de Wílmer y secretario de Gobierno de Uribia; José Manuel González, otro sobrino, y como si fuera poco están el presidente del Concejo de Uribia, Luis Arturo Buitrago, del P. Liberal, y Laura Andriolis Arévalo, esposa de Wílmer González. Semana.com.: El país no sale del asombro por la inestabilidad político-administrativa, pero vemos a dirigentes nacionales con los políticos guajiros. ¿Acaso no es corresponsable la Nación del desastre administrativo y de corrupción? L. G. P.: Eso siempre ha sido así. Usted encuentra reconocidos personajes del comercio ilegal de La Guajira en fotografías con Luis Carlos Galán Sarmiento, con Álvaro Gómez, Carlos Lleras, Misael Pastrana. Es una responsabilidad compartida, hay un interés de votos para procesos electorales nacionales y hay una responsabilidad concreta que han tenido oculta. Las decisiones del gobierno nacional están relacionadas con la crisis humanitaria. La reducción del tamaño del Estado y el modelo de privatización acabaron con Salinas de Manaure, que tenía una nómina de 400 personas, 300 eran wayúu. Desapareció Proaguas, que hacia mantenimiento a 500 pozos con molino. Además, el Estado es responsable de la escogencia de los directores del ICBF.Puede leer: “Privilegiaron votos sobre principios”: Carlos Fernando Galán a Cambio Radical Semana.com.: Se ha hablado mucho de la participación del rector de la Universidad y de ocho alcaldes que estarían apoyando a Tico Gómez. ¿Es cierto? L. G. P.: Eso es evidente, todas las alcaldías están en función de campaña, pero ninguna está en función de la campaña de Lucho Gómez. Lo que asevera la gente es que la línea del rector con los alcaldes es la misma línea de Kiko Gómez y Oneida Pinto. Yo no he visto al rector, no me consta, pero eso es lo que dicen. Semana.com: Qué tanto ha afectado la campaña la detención de políticos, exgobernadores, contratistas, funcionarios del ICBF, un excontralor y la docena de alcaldes presos en esta campaña atípica? L. G. P.: Eso está por verse, los resultados dirán el próximo domingo qué tanto ha afectado la acción de los organismos de vigilancia y control a esas personalidades y cómo ha reaccionado el elector de La Guajira ante tanta corrupción y abuso del poder. Uno no puede exonerar al elector de la responsabilidad de la crisis que se da en La Guajira. Estamos en manos de los electores, por voluntad o por soborno, por decisión o por miedo.Le recomendamos: El golpe de la Fiscalía a la corrupción en La Guajira Semana.com.: ¿Qué propuesta le haría usted al gobierno nacional para manejar la alimentación escolar y la atención en salud? Van 66 niños muertos por desnutrición. L. G. P.: El principio de la sostenibilidad alimentaria se fundamenta en la producción y la capacidad de adquisición de alimentos. Eso tiene otro componente, el papel materno. La mamá necesita un conocimiento mínimo para que la dieta sea balanceada. Lo mismo sucede con la tasa de mortalidad infantil. A menor tasa de escolaridad materna, mayor tasa de mortalidad infantil, eso significa que hay que implementar la escolaridad materna. En resumen, para enfrentar la desnutrición y la mortalidad infantil, hay que invertir más en las mujeres. Semana.com.: ¿Qué hacer para este momento crítico? L. G. P.: Una alternativa para mitigar el hambre es incrementar un mes el calendario escolar, eso les garantiza un mes más de restaurante. Hay que crear un programa de salvaguarda al embarazo, la atención del parto de manera técnica e higiénica y la inmunización de la madre y del niño. Lo que se pierde en los dos primeros años no se recupera. No es cierto científicamente decir estamos recuperando un niño con desnutrición grave de cinco años. Semana.com.: Si el gobernador electo lo invita a ser parte de su equipo de gobierno pensando en un consenso, ¿usted participaría? L. G. P.: Si yo no tengo razones ideológicas ni políticas ni éticas para participar de un gobierno, soy inconsecuente y hasta ahora no lo he sido. No he sido partícipe de fraudes ni de polarizaciones. Yo no he hecho política con revanchismo. Yo no hago parte de la polarización ni de la corrupción política del departamento.