Una mujer de 36 años, vendedora de pescado en la ciudad de Ibagué, murió tras recibir al menos tres impactos de bala que le habría propinado un menor de edad en la comuna 8 de la capital del departamento de Tolima.
De acuerdo con las autoridades, el hecho se presentó el pasado sábado 20 de marzo. La mujer asesinada fue identificada como Yadira Bonilla Espinel, quien era madre de dos hijos, y al parecer sostenía una relación sentimental con el padre del menor que le quitó la vida.
Sin embargo, fue el mismo padre del adolescente quien lo entregó ante las autoridades para que responda por este crimen, y fue enviado al centro de resocialización Politécnico Luis A. Rengifo, hasta que cumpla la mayoría de edad.
“Gracias a la oportuna reacción del modelo de vigilancia en esa zona, el señor padre del menor presentó ante nosotros a su hijo quien fue el autor de estos dolorosos hechos”, reveló el coronel Jovani Benavides, comandante de la Policía de Ibagué, a El Tiempo.
Según algunos testimonios, el hecho se presentó a plena luz del día, en momentos en que la comerciante estaba vendiendo pescado en el sur de la ciudad en su vehículo. Aunque inmediatamente fue llevada a un centro médico, debido a la gravedad de las heridas con arma de fuego llegó sin signos vitales al hospital.
La hipótesis que manejan las autoridades es que el crimen habría sido cometido en medio de un caso de intolerancia, teniendo en cuenta que el adolescente de 17 años de edad no sostenía una buena relación con la mujer.
Por lo tanto, las autoridades descartaron inicialmente que la muerte de Yadira Bonilla Espinel esté relacionada con un intento de hurto, porque ninguna de las pertenencias de la mujer fueron tomadas del lugar de los hechos.
“Solo atacaron a la vendedora de pescado, el sicario iba por ella, creo que no le robaron dinero ni nada de sus pertenencias personales”, agregó el oficial Benavides.
En Santa Marta también hay conmoción, luego de que una joven asesinara a su mejor amiga durante una pijamada el pasado fin de semana. El hecho habría sido cometido con un arma de fogueo.
La madre de la víctima, Gipsy Morales, comentó que su hija “estaba chateando recostada contra la pared, luego (su amiga) sacó el arma para mostrársela, se la puso en el cuello y le disparó en la carótida. Después se le salió otro tiro”.
A la tragedia se suma que la menor que falleció cumpliría años la próxima semana. Soñaba con estudiar medicina y su pasatiempo favorito era cantar.
Gloria Morales, tía de la menor, comentó que la joven “era muy alegre, de muchos sueños, de muchas visiones. Ella decía que quería llegar muy lejos. Su aspiración era estudiar medicina y hasta estudió enfermería, que era lo más cercano que pudo hacer”.
El comandante de la Policía de Santa Marta, coronel Óscar Solarte, reveló que tras conocer el caso la Policía capturó a la joven que accionó el arma.
A la menor se le imputó el cargo de homicidio culposo, pero quedó en libertad. “Se hace la incautación del arma traumática, se presenta a la ciudadana ante la Fiscalía General de la Nación y ante un juez de control de garantías, que determinó dejarla en libertad dada las circunstancias de tiempo, modo y lugar”.