Es costumbre que en los CAI de la Policía, por lo menos en Bogotá, un perro criollo se crea ‘dueño’ del espacio. Antes de llegar al patrullero de información, los ciudadanos deben pasar el filtro del canino que no detecta drogas o explosivos, pero sí buenas maneras. Así es Polo, un perrito que lleva cinco años en el CAI Polo en el norte de Bogotá y está por convertirse en el integrante más antiguo del CAI.

Polo acompaña a los policías y la comunidad lo conoce, hasta lo alimentan. Su pelo de nieve es famoso en el barrio El Polo, así como su mal humor con quienes atentan contra el orden cerca al CAI. Es justamente una alarma para los ciudadanos y la misma Policía que confían en el instinto del can.

Los años ya le pasaron factura a Polo y el patrullero que lo cuida observó una masa bajo el ojo del perrito. La madrina de Polo, una vecina del sector, estuvo al tanto de la condición médica y en un acto de reciprocidad, la Policía asumió el cuidado y revisión médica de Polo. Descubrieron una úlcera corneal en el ojo derecho.

“Me di cuenta hace algún tiempo de que le había salido una bolita en su cuello y mi preocupación era que fuera canceroso, que estuviera mal, gracias al patrullero que comentó la preocupación en la Policía, sobre qué hacer”, dijo Gladys Muñoz, la madrina de Polo.

El grupo de guías caninos de la Policía Metropolitana de Bogotá se encargó de la cirugía de Polo. La hicieron en compañía de la madrina del perrito, estuvieron atentos a su recuperación. Polo fue operado y con satisfacción se está recuperando, todo mientras ignoró su incapacidad, pues no se alejó del CAI.

La historia de Polo, el perro “dueño” de un CAI en Bogotá. Un perrito criollo es el integrante más antiguo del CAI Polo en el norte de Bogotá y ahora es el más querido del sector. | Foto: Policía

“En la unidad nos contactaron para atender al perrito Polo, inicialmente se nos había dicho que para realizar una profilaxis y pues quisimos conocer el perrito, teniendo en cuenta que se hablaba mucho que era un perro que conocía mucho la la comunidad, el perrito del CAI Polo y pues obviamente nosotros atendemos caninos de la institución”, dijo la teniente Yeimi Durán, jefe del Grupo de Caninos de la Metropolitana.

Aunque Polo está en un CAI las 24 horas del día, es decir, cumple los turnos más largos, no tiene servicio de alimentación o veterinario por parte de la Policía, como lo tienen los caninos de la institución. Sin embargo, la Policía asumió su situación médica, los gastos de la cirugía y la recuperación.

“Por cuenta propia como médico veterinarios, tenemos los medicamentos y equipos de uso personal, decidimos hacer un procedimiento quirúrgico para extraer lo que se encontraba en la boca de Polo, le hicimos el procedimiento y hasta una profilaxis encontramos que presentaba una úlcera corneal en el ojo derecho”, dijo la teniente Durán.

La historia de Polo, el perro “dueño” de un CAI en Bogotá. Un perrito criollo es el integrante más antiguo del CAI Polo en el norte de Bogotá y ahora es el más querido del sector. | Foto: Policía

Ahora Polo sigue con su servicio de vigilancia en el CAI acompañando a los uniformados y brindando seguridad a los vecinos. Su madrina agradeció a la Policía los tratamientos y a los veterinarios que se encargaron de la cirugía.