Hace pocos días, Colombia conoció la historia de Yolanda Chaparro, una mujer de 71 años que sufría de esclerosis lateral amiotrófica (ELA), una enfermedad degenerativa que afecta las células nerviosas y que con el tiempo hace que los músculos dejen de funcionar.
La salud de Chaparro comenzó a deteriorarse progresivamente y, en un video subido en las redes sociales del Laboratorio de Derechos Económicos, Sociales y Culturales DescLab, aseguró que estaba atrapada en un cuerpo lleno de dolores.
En 2020, Yolanda consultó a su neurólogo con la intención de pedirle que le fuera aplicada la eutanasia pues tenía deseo de morir, petición que le fue negada por el especialista, quien le aseguró que ella estaba muy bien, aunque su enfermedad evolucionaba rápidamente.
Con el apoyo de DescLab, Yolanda radicó una tutela para pedir el derecho a morir dignamente, momento en el que el protocolo del Ministerio de Salud afirmó que no era una candidata para la eutanasia porque su estado de salud no estaba lo suficientemente deteriorado.
Lucas Correa, director de investigaciones de DescLab y abogado de Yolanda afirmó, según el diario El Tiempo, que para ser candidata debía estar postrada en cama o usar silla de ruedas permanentemente”, y que se trataba de un trato inhumano y cruel.
En diciembre de 2020, los jueces de primera y segunda instancia negaron la tutela de Yolanda, mientras ella sufría lentamente las consecuencias de la enfermedad, necesitando oxigeno permanente y el uso de silla de ruedas.
Nuevamente, en mayo de 2021, Yolanda regresó al neurólogo para pedirle que le cumpliera su deseo de morir dignamente. En esta ocasión, sus doctores convocaron un comité médico y autorización el procedimiento.
Luego de la lucha jurídica, finalmente su deseo fue cumplido y falleció el pasado 25 de junio, en compañía de sus seres queridos.
En 2015 se conoció también la historia de Ovidio González, padre del caricaturista Matador, a quien también se le aplicó la eutanasia el 3 de julio de este año.
A los 79 años, don Ovidio fue diagnosticado con cáncer de boca, enfermedad que fue muy agresiva en su caso y que no le permitía comer ni hablar y que lo mantenía con un intenso dolor.
En entrevista con El Tiempo, su hijo, Matador, afirmó que la cara de su padre estaba muy destruida, se quejaba de dolor y le pidió que le aplicara la eutanasia. “Llegó a pensar en botarse desde el quinto de la clínica”, dijo en la entrevista.
Sin embargo, desde la manifestación de su deseo de morir a poder cumplir con él, el padre del caricaturista tuvo que pasar por otra batalla. En un principio, según cuenta el medio, la Clínica Oncólogos de Occidente, en Pereira, le aprobó el procedimiento, sin embargo, 15 minutos después se arrepintió porque no se encontraba postrado en una cama.
o obstante, días después, Ovidio y su familia llegaron a un acuerdo con la institución y se autorizó la eutanasia para el 3 de julio.
Otro caso recordado por el diario El Tiempo es el de Olga Orrego, a quien se le aplicó la eutanasia tras 16 años de lucha contra la esclerosis múltiple primaria progresiva (EMPP), una enfermedad que la mantenía paralizada del cuello para abajo.
A pesar de vivir varios años en Venezuela, su padecimiento la llevó a Medellín con su familia para solicitar la eutanasia.
Su hija y su familia iniciaron el proceso para pedir que le fuera cumplida su voluntad, proceso que tardó cerca de un mes, a pesar de que debía pasar solo diez días desde que se hizo la petición.
Finalmente, se le aplicó la eutanasia el 10 de febrero de 2017 en compañía de sus familiares. Sus últimas palabras, recordadas por sus hijos, fueron: “¿Por qué aquí nadie se ríe?”.