Juan de Dios Úsuga (muerto en enfrentamientos con la Policía) y su hermano Dairo Antonio heredaron los negocios del capturado narcotraficante Daniel Rendón Herrera, alias ‘Don Mario’, tomando el control de varios puntos estratégicos para el narcotráfico en Antioquia, Córdoba y la Guajira, según revelaron las autoridades. Juan de Dios, conocido con los alias de ‘Geovanny’ o ‘el guerrillero’, murió al enfrentarse a la unidad de Comandos Jungla de la Dirección de Antinarcóticos, que tomó por asalto la finca donde se encontraba con varios de sus hombres celebrando el Año Nuevo en una finca ubicada en la vereda Casa Quemada del municipio de Acandí (Chocó). Su muerte, según las autoridades, se convierte en un gran golpe al narcotráfico. De acuerdo con la Policía, Juan de Dios hacía parte de una de las organizaciones más peligrosas del país, no sólo por sus actividades de narcotráfico, sino también por las muertes, extorsiones y presiones a líderes políticos de los que su banda era responsable. Por él y su hermano, los gobiernos de Colombia y de Estados Unidos llegaron a ofrecer una recompensa hasta de 1.150 millones de pesos por facilitar su captura. La historia de los hermanos Dairo y Juan de Dios Úsuga se remonta a finales de los años ochenta, cuando ambos militaban en el maoísta EPL, el primero en el frente Elkin González, en el oriente de Antioquia, y el otro en el Luis Carlos Galán, en Urabá. Tras la desmovilización de esa guerrilla en 1991, los dos ingresaron a las nacientes autodefensas de Córdoba y Urabá. Con la expansión paramilitar de finales de los años noventa, Dairo fue enviado desde Urabá hacia el Meta para reforzar y consolidar la creación del Bloque Centauros, comandado por Miguel Arroyave. Allí conoció a Daniel Rendón, alias Don Mario, quien era uno de los hombres más importantes de ese bloque en los Llanos Orientales. También se encontró con un desconocido al que Arroyave le tenía mucha confianza: Henry de Jesús López, alias 'Mi Sangre'. Oriundo del populoso barrio Boston en Medellín, este hombre comenzó como parte de una oficina de cobro que actuaba en el barrio Los Colores.  Su 'eficiencia' lo llevó a realizar trabajos para la Oficina de Envigado y a conocer a importantes jefes paramilitares de Córdoba y el Bajo Cauca antioqueño, en especial a Vicente Castaño. Este lo envió al Meta a ayudar a la expansión del Bloque Centauros. Allí montó una oficina de cobro y se ganó la confianza de Arroyave, quien le pidió, junto con Diego Ruiz Arroyave, alias el Primo, crear el Bloque Capital, en Bogotá. En 2001, Mi Sangre instaló oficinas de cobro en los Sanandresitos y empezó a controlar todas las actividades de narcotráfico en la capital. En septiembre de 2004, Arroyave fue asesinado y su organización cambió de manos. Don Mario y Dairo Úsuga regresaron a Urabá. Mi Sangre se desmovilizó como combatiente raso del Bloque Centauros, en septiembre de 2005, pero siguió manejando su oficina de cobros en Bogotá. Su nombre apareció por primera vez en 2007 cuando SEMANA reveló conversaciones que lo involucraban con el entonces senador Ciro Ramírez.  Durante ese año, Mi Sangre intentó expandirse hacia Medellín y ordenó el asesinato de un miembro de la Oficina de Envigado, controlada por Don Berna, quien estaba desmovilizado. Eso le trajo serios problemas: "Yo tuve que esconderlo en mi finca en Ralito y con la ayuda de Macaco y Julián Bolívar impedimos que Berna y Rogelio mataran a Mi Sangre", declaró a la Corte Suprema de Justicia a mediados del año pasado Juan Carlos Sierra, alias el Tuso. Tras salvarse de ser asesinado, se refugió en Argentina. Luego de la extradición de Berna, entre otros poderosos enemigos que tenía en Antioquia, regresó a Colombia a buscar a sus antiguos aliados: los hermanos Úsuga. Estos, tras la captura de Don Mario en abril de 2009, quedaron al frente de Los Urabeños. Desde entonces los Úsuga y Mi Sangre, con la experiencia combinada de la guerrilla, los paramilitares y el narcotráfico, iniciaron una incontenible expansión. La estrategia de estos dos hermanos que pasaron del maoísmo al narcotráfico y de su aliado ha sido tan simple como efectiva: absorber rivales de otras bandas y aniquilar a los que se les oponen, arrancando desde Urabá hacia el centro del país.  Juan de Dios había dado a conocer su negativa ante cualquier sometimiento o negociación con la justicia, llegando incluso a preferir su muerte antes de una posible captura. Y así fue. ¿Cómo llegaron a él? La información de una fuente humana fue clave para llevar a cabo la operación ‘Colombia 25’, que se desarrolló en helicóptero desde el 31de diciembre para evitar ser detectados por los anillos de seguridad de Úsuga David. Con el área asegurada, a las seis de la mañana del primero de enero, la Policía accionó la búsqueda de Úsuga. Según las autoridades, el enfrentamiento duró 30 minutos, dejando como resultado el abatimiento de Juan de Dios, la muerte de un integrante de la Policía y la captura de tres de los hombres de Úsuga, además de la incautación de sofisticado material bélico. En el lugar de los hechos se encontraban 93 personas (20 mujeres, 27 menores de edad y 46 hombres), quienes participaban en la fiesta de fin de año organizada por Úsuga. La Policía sigue en la búsqueda del hermano de Juan de Dios, Dairo Antonio Úsuga, considerado el máximo líder de ‘los Urabeños’.