Las siete masacres ocurridas en la última semana en Colombia dan cuenta de la escalada de violencia y terror que se está viviendo en varias regiones del país. Las autoridades parecen ser simples espectadoras del régimen de terror que han impuesto grupos delincuenciales como el Clan del Golfo, el ELN y las disidencias de las Farc. Todos se fortalecieron criminalmente en medio de las fallidas negociaciones de paz con el Gobierno de Gustavo Petro.

Las víctimas tenían entre 21 y 30 años y cinco de ellos registraban antecedentes judicales por delitos como hurto agravado y secuestro.

Y aunque todos los hechos presentan móviles similares: hombres armados que irrumpen en espacios públicos y disparan sin contemplación, hay un par de masacres que llaman la atención de la Policía, el Ejército y la Fiscalía. El pasado viernes 4 de octubre, una caravana de la muerte asesinó a seis jóvenes en menos de tres horas en los municipios de La Playa de Belén y Ábrego, Norte de Santander.

En ese departamento, hombres armados en cuatro vehículos llegaron primero a La Playa de Belén y dispararon contra tres jóvenes, luego viajaron 30 kilómetros hasta Ábrego y repitieron la misma dosis de violencia y de terror. En ambos casos, los ataques fueron en espacios públicos, en medio de otros civiles e incluso niños.

Los disparos han llegado hasta las casas.

En el caso de La Playa de Belén, las víctimas, luego de ser asesinadas, fueron arrojadas en la cancha de la vereda Aratoque. En Ábrego ocurrió algo similar: a los muertos los tiraron en un pastizal de la vereda Las Rojas del corregimiento Capitán. Para el coronel Néstor Arévalo, comandante de la Policía Norte de Santander, no hay duda de que se trató de un mismo grupo armado como autor de estos hechos. Se presume que quienes estarían detrás de esta ola de violencia son integrantes del ELN.

Los homicidios se han seguido perpetrando.

“Se están adelantando todos los procedimientos para poder determinar quién cometió el doble homicidio múltiple. En este momento tenemos una hipótesis y tiene que ver con que estos hechos están relacionados y el mismo determinador cometió los homicidios. Hay un vínculo entre las víctimas y, a partir de esa información, podemos asegurar que está conectado el actor criminal con ambas situaciones”, dijo el alto oficial. Aseguró, además, que antes de los casos hubo una reunión en la que participaron dos de las víctimas.

La Fiscalía ha tenido que llegar al lugar.

“Hubo una reunión previa a los hechos. Días anteriores, una de las personas que apareció muerta en La Playa de Belén se había reunido con otra que apareció muerta en Ábrego. Entonces, de alguna manera, esa relación nos puede llevar a determinar que los crímenes están relacionados”. Sobre las víctimas, precisó que todos son hombres entre 21 y 30 años.

“Cinco de estas personas tenían antecedentes judiciales. Dos venían de la ciudad de Cali, dos eran de aquí del área metropolitana de Cúcuta, uno de Villa Rosario y otro del municipio de Los Patios. Un extranjero, ciudadano venezolano, y una persona más que era de Ocaña y también tenía antecedentes penales por secuestro”, recalcó el coronel Arévalo. Frente a las situaciones delictivas, la Policía precisó que eran hurto, secuestro, estafa, porte ilegal de armas y concierto para delinquir. “Los de Cali venían con temas de hurto agravado, porte ilegal de armas en hechos recientes en la capital del Valle”.

La violencia se ha tomado el departamento.

Otra de las hipótesis que manejan las autoridades es que estas personas pertenecerían al ELN y sus asesinatos se originaron por un posible ajuste de cuentas dentro de esa organización. “Algunas de estas personas habían llegado un día antes a la zona del Catatumbo”, precisó el coronel. Agregó que el asesinato fue perpetrado con armas tipo pistola. “Encontramos las ‘vainillas’ y ese es otro elemento para decir que es el mismo actor criminal”.