A propósito del anuncio hecho por Martha Liria Sepúlveda, a quien el próximo 10 de octubre le aplicarán por decisión propia la eutanasia activa, la Conferencia Episcopal de Colombia, a través de monseñor Francisco Antonio Ceballos Escobar, presidente de la Comisión Episcopal de Promoción y Defensa de la Vida, le envió un mensaje para que “reflexione sobre la decisión y le recuerda que Dios siempre nos acompaña”.
La mujer, madre de 51 años de Medellín, será la primera persona en Colombia en acceder al derecho a la muerte digna de acuerdo con la sentencia C-233 que fue expedida por la Corte Constitucional el pasado 23 de julio, que amplió la definición de dicho derecho.
“Martha, la invito a reflexionar serenamente sobre su decisión; ojalá, si las circunstancias se lo permiten, lejos del acoso de los medios de comunicación que no han dudado en tomar su dolor y el de su familia, para hacer una suerte de propaganda de la eutanasia, en un país profundamente marcado por la violencia”, fue el mensaje desde la Iglesia católica a la mujer.
Martha Liria Sepúlveda, quien recibirá la eutanasia sin contar con un diagnóstico médico terminal, padece de esclerosis lateral amiotrófica (ELA). Se trata de una enfermedad de las neuronas en el cerebro, el tronco cerebral y la médula espinal que controlan el movimiento de los músculos voluntarios, y que afecta a cinco personas de cada 100.000 en el mundo.
El obispo de Riohacha en la misiva también recalcó que ante las convicciones cristianas, “la muerte no puede ser la respuesta terapéutica al dolor y al sufrimiento en ningún caso. La muerte propiciada mediante el suicidio asistido o la eutanasia no resulta compatible con nuestra interpretación de la dignidad de la vida humana, como sí lo es la utilización de los cuidados paliativos”.
El prelado también exhortó a todos los católicos a unirse en oración por Martha Liria Sepúlveda, su hijo, sus familiares y los profesionales que la rodean en la toma de esa decisión.
Así mismo, invitó a Martha Liria Sepúlveda para que se una a la eucaristía que se ofrecerá el próximo sábado 9 de octubre de 2021, a las 8:30 de la mañana, desde la Iglesia Catedral Nuestra Señora de los Remedios de Riohacha, “en la cual oraremos por su vida, para que el Señor, quien asumió el dolor hasta la muerte y una muerte de cruz, le dé el valor de acompañarlo, hasta la misma cruz”.
Cabe recordar que a finales del pasado mes de julio, la Corte Constitucional de Colombia amplió los requisitos para acceder y practicar la eutanasia en el único país de América Latina donde está despenalizada.
En ese momento, seis magistrados votaron a favor y tres en contra de extender el derecho a una muerte digna a quienes padezcan “un intenso sufrimiento físico o psíquico” por causa de una lesión o enfermedad incurable, según la sentencia. Hasta ahora solo se aplicaba desde 1997 a pacientes terminales.
La Corte decidió que “no se incurre en el delito de homicidio por piedad” cuando la eutanasia se practica a un paciente que “padezca un intenso sufrimiento físico o psíquico, proveniente de lesión corporal o enfermedad grave e incurable”, mientras el procedimiento sea efectuado por un médico y bajo “el consentimiento libre e informado” del enfermo.
“El sujeto puede ejercer su derecho a morir dignamente sin que (...) sea penalizado el médico que acude en apoyo del paciente para protegerlo del sufrimiento y preservar su dignidad”, añadió.
Los magistrados exhortaron al Congreso para que legisle sobre la eutanasia “con miras a eliminar las barreras aún existentes”. El delito de homicidio por piedad contempla una pena entre 16 y 54 meses de prisión en Colombia.
El Ministerio de Salud reguló en 2015 la eutanasia para pacientes con enfermedades terminales, que hayan manifestado expresamente su voluntad de someterse al procedimiento y bajo supervisión de un comité médico, pero aún quedan vacíos que impiden el cumplimiento de ese mandato en el país.
“El derecho a la vida no puede reducirse a la mera subsistencia biológica, sino que implica la posibilidad de vivir adecuadamente en condiciones de dignidad”, señaló la Corte.
En América Latina solo Colombia despenalizó la eutanasia en 1997. En México existe la llamada ley del “buen morir”, que autoriza al paciente o su familia a solicitar que la vida no sea prolongada por medios artificiales, mientras en Uruguay el Congreso discute un proyecto sobre la eutanasia.
Perú dio un paso adelante con un fallo judicial en febrero que ordenó “respetar” la decisión de una mujer con una enfermedad incurable y progresiva de poner fin a su vida con asistencia médica.