La familia del congresista Gabriel Jaime Vallejo no sale del asombro. Uno de los hombres que participó en el asesinato de su hermano Juan Vallejo el viernes en horas de la tarde en la Avenida Circunvalar en Bogotá fue capturado, pero según un juez, se le violaron los derechos humanos y por tanto la orden de detención se cayó.
Aunque el capturado quedó herido tras el cruce de disparos y permanece en una clínica en Bogotá, no está capturado. Y si estuviera en óptimas condiciones, lo más posible es que estaría libre, por las calles de la ciudad.
De acuerdo a lo que le informaron preliminarmente al congresista, al momento de la captura, al homicida de su hermano le lanzaron una patada, un hecho que, según el juez que lleva el caso, es motivo suficiente para determinar que le violaron sus derechos humanos. “Está mal herido y en la audiencia de legalización de captura, según lo que me cuentan, el juez declara ilegal su captura por una supuesta violación…”, contó Vallejo a SEMANA.
“Es muy triste”, resumió el congresista. “Es muy doloroso, es el pan de cada día, el día a día de Colombia. No entiendo a algunos jueces, no sé qué están pensando, es parte de la explicación de estos niveles de impunidad en el país”, agregó el representante, quien siempre ha sido respetuoso de la justicia.
Aunque se cayó la orden de captura en contra de uno de los asesinos, informaciones preliminares apuntan a que fueron tres los hombres que participaron del atraco y las autoridades les están siguiendo la pista. Recordemos que el subintendente Juan Vallejo llegó hasta los cerros orientales de Bogotá a atender una diligencia con un fiscal que pretendía investigar los constantes atracos en esta zona de la ciudad y fue sorprendido por un grupo de atracadores que empezaron a disparar y le causaron la muerte. “Duele el alma, duele el corazón, duele la patria. Descansa en paz hermano mío”, dijo Vallejo tan pronto conoció la noticia.
Este hecho le ha generado a Vallejo distintas reflexiones sobre la realidad de la delincuencia y seguridad en el país. “A este país no le cabe una ley más, ahí viene una reforma a la policía que creemos será una herramienta muy importante para fortalecer a la institución, pero se requiere una reforma estructural a la justicia colombiana”.
La ausencia de justicia -cree Vallejo- es el principal problema de este país. “Creemos que es el narcotráfico, la corrupción, la falta de empleo… hoy la falta de justicia está amenazando la democracia colombiana. Aquí estamos llegando a unos niveles de anarquía, donde todo el mundo hace lo que se le da la gana: desde matar hasta robar. Esa es la realidad”, dijo.
Este domingo, en medio de una multitudinaria asistencia, Juan Vallejo fue despedido con honores por parte de la institución. “Era un ser amoroso, noble, espiritual, un hombre de valores inmensos”, lo recordó su familia. “Quiero decirles a los asesinos de Juan Pablo que oro por ellos”, expresó Gabriel Jaime en una sentida carta a su hermano.
Por su parte, el fiscal que acompañaba al uniformado Juan Vallejo en el momento del asesinato y quien resultó herido, ya fue dado de alta y estuvo en la despedida del subintendente.