La Jurisdicción Especial de Paz decidió expulsar a Leider Johani Noscué tras recibir informaciones de las autoridades indígenas del Cauca que lo señalan de que los hombres a su mando, de la disidencia Jaime Martínez, han cometido crímenes contra la comunidad. Mayimbú, como se le conoce, fue señalado también del asesinato de Karina García, candidata a la alcaldía de Suárez, Cauca. Ella fue masacrada junto a otras cuatro personas en septiembre. El señalado disidente es uno de los zares de la marihuana en todo el país y también es uno de los delincuentes más buscados del país. El presidente Iván Duque aseguró que Mayimbu “nunca ha debido estar ahí (en la JEP), porque nunca tuvo una voluntad de paz...es un bandido, ‘Mayimbú’ es un delincuente, ‘Mayimbú’ es un terrorista, un narcotraficante”. El primer mandatario aseguró que se trata de "un criminal y se ha dedicado a asesinar líderes sociales, a intimidar a los pueblos indígenas, a vincularse con los carteles de la droga de otros países" ¿Quién es Mayimbú? Mayimbú es uno de los tantos mandos medios de las Farc que cobraron relevancia tras el desarme de la guerrilla. Como Guacho en Tumaco, supo erigirse como un jefe criminal luego de que los verdaderos comandantes de la organización se retiraron de las filas. Y capitalizaron el conocimiento del territorio y de los negocios ilegales y sus contactos para convertirse en capos del narcotráfico. En su caso, Mayimbú es uno de los más poderosos en la renta de la marihuana. Si Guacho salió del anonimato por asesinar a tres periodistas del diario El Comercio, de Ecuador, Mayimbú lo hizo por la masacre de cinco personas en zona rural de Suárez, Cauca, el pasado 1 de septiembre. Entre los muertos estaba Karina García, candidata a la alcaldía de ese municipio por el Partido Liberal, quien ya había denunciado los hostigamientos de grupos armados a su campaña. De hecho, Mayimbú desencadenó la más reciente polémica entre el Gobierno y la JEP. El ministro de Defensa, Guillermo Botero, falló al decir en el Congreso y en Twitter que la jurisdicción especial debía expulsar a alias Mayimbú, para que así el Ejército pudiera actuar contra él. El tribunal de paz le respondió con un duro comunicado, aclarando que no es así, puesto que él está vinculado con delitos posteriores a la firma del acuerdo de paz. En contexto: La nueva salida en falso del ministro de Defensa Tras la masacre de Suárez, Mayimbú pasó de ser un desconocido por la opinión pública a ser uno de los delincuentes más buscados del país, por quien el presidente Iván Duque ofreció una recompensa de mil millones de pesos. Su verdadero nombre es Leider Johani Noscue, no tiene más de 30 años y entró a la guerrilla hacia 2003, cuando era apenas un niño, para integrarse a las milicias guerrilleras en Cauca. Entre su prontuario figura el asesinato de dos soldados en Toribío, en 2010. En 2014 fue capturado y, según el Gobierno, condenado a 30 años de cárcel. Pero la pena quedó suspendida cuando se acogió a lo pactado por los negociadores de La Habana. Un acuerdo que irrespetó a la primera oportunidad. Tras volver a la libertad, Mayimbú regresó a su lugar de origen para disputarse a sangre y fuego el negocio de la marihuana. En esa nueva faceta de disidente, se le señala del asesinato de una ciudadana argentina en mayo del año pasado. La mujer estaba a cargo de un tour turístico alrededor de la marihuana que tenía lugar en Corinto. Mayimbú quedó a cargo de las disidencias de la columna móvil Jaime Martínez, que están intregadas a través de alias Iván Mordisco a las disidencias de Gentil Duarte en el oriente del país. De hecho, el pasado 12 de septiembre, el Ejército mató a alias Alonso en medio de un operativo en Morales, Cauca. A él lo señalaron como el autor intelectual del asesinato de la candidata Karina García, que fue ejecutado por Mayimbú, y como el integrador de estructuras disidentes que operan en el suroccidente del país, como la Jaime Martínez, con el grupo de Gentil Duarte. Puede leer: Presunto responsable de asesinato de candidata Karina García fue abatido La disidencia de Mayimbú está inmiscuida en la disputa por la región del Naya, enclave del narcotráfico en el occidente, y del conocido “triángulo de oro de la marihuana”, conformado por los municipios de Miranda, Corinto y Caloto. En esa región también hay presencia de los Pelusos y del ELN, así como de otras estructuras disidentes de las Farc. En una alerta temprana emitida en agosto pasado, antes de la masacre de Suárez, la Defensoría del Pueblo advirtió del poder creciente de la estructura comandada por Mayimbú. El grupo se fortaleció durante 2018 y en enero de 2019 hicieron el anuncio de su dominio del territorio a través de un panfleto, en el que se identificaron como la Columna Móvil Jaime Martínez, que agrupa a disidentes de estructuras desaparecidas como las columnas Jacobo Arenas, Miller Perdomo y el frente 30 de las Farc. Su verdadero nombre es Leider Johani Noscue, no tiene más de 30 años y entró a la guerrilla hacia 2003, cuando era apenas un niño, para integrarse a las milicias guerrilleras en Cauca. En el panfleto expusieron la repartición del norte del Cauca. La zona de la cordillera Central se la dejaron a las disidencias de la columna Dagoberto Ramos, con quienes no tienen confrontación, y la Jaime Martínez se concentró, sobre todo, en la región del Naya. La estructura de Mayimbú se consolidó al punto que replegó a los Pelusos y al ELN hacia el Valle del Cauca y se ha atrevido, como pocas disidencias, a enfrentar al Ejército. En diciembre, protagonizaron hostigamientos y enfrentamientos que generaron el desplazamiento de al menos 100 familias. “Durante 2019 esta columna móvil ha demostrado su hegemonía frente a otros actores armados respecto del control del territorio para sus fines, que a todas luces deja ver una estrategia expansiva en curso, en la que se pretende la articulación de varias de las estructuras resultantes del rearme, a las que se suman de manera voluntaria y/o violenta miembros de otros grupos armados ilegales”, dice la alerta de la Defensoría. La estructura de Mayimbú se consolidó al punto que replegó a los Pelusos y al ELN hacia el Valle del Cauca y se ha atrevido, como pocas disidencias, a enfrentar al Ejército. La columna Jaime Martínez, además, ha implementado viejas prácticas de control sobre las comunidades que eran usuales en las extintas Farc. A través de grafitis y panfletos anuncian su dominio territorial e imponen “normas de comportamiento”. Estas van desde restricciones a la movilidad de los pobladores, hasta la “administración de justicia”, el cobro de impuestos y la amenaza de “limpieza social”. Pódcast: Advirtió que la iban a matar y nadie hizo nada: la historia de Karina, la candidata asesinada junto a su madre Las denuncias de la Defensoría del Pueblo al respecto son críticas: “Lo anunciado en panfletos, voz a voz y demás comunicaciones se materializa en amenazas directas, atentados y homicidios ejemplarizantes en donde son utilizados letreros en los cuerpos de las víctimas, dejando mensajes sobre lo que puede ocurrirle al resto de la población sino se acoge. Así como mensajes atados a animales que son sacrificados, que indican que correrán la misma suerte aquellos que los delaten. Asimismo imponen restricciones para que se haga el levantamiento de los cuerpos que deben estar expuestos cierto tiempo generando temor en la población civil”. Por todo ese prontuario, Mayimbú es hoy uno de los delincuentes más buscados del país. Y aunque las autoridades le pusieron énfasis a su persecución en el último mes, lo cierto es que lleva al menos un año causando zozobra en el Cauca.