La Sala de Reconocimiento de Verdad de la Jurisdicción Especial para la Paz (JEP) decidió iniciar la investigación de asesinatos y desapariciones forzadas presentados como bajas en combate por agentes del Estado y crímenes cometidos en virtud de alianzas entre la fuerza pública y los paramilitares en el Valle del Cauca.
Para realizar esta investigación, la JEP aprobó la movilidad en el Caso 03 del Magistrado Tribunal para la Paz Raúl Eduardo Sánchez Sánchez, quien recientemente obtuvo un premio de la Corporación Excelencia por la Justicia por haber emitido la mejor decisión de la JEP en el año 2023.
En esta nueva investigación se estudiarán más de 306 casos de hechos violentos presuntamente cometidos por integrantes de la fuerza pública en el Valle del Cauca entre el 1° de enero de 1993 y el 1° de diciembre de 2016, incluyendo excomandantes de la Tercera División, de la Tercera Brigada del Ejército y del Gaula del Ejército.
En la misma decisión la Sala de Reconocimiento llamó a versión voluntaria, entre otras personas, al General (R) Hernando Pérez Molina, excomandante de la Tercera División del Ejército Nacional, al Mayor (R) Juan Carlos Rodríguez Agudelo, al Coronel (R) Bayron Carvajal Osorio, al Coronel (R) Jorge Enrique Florián Díaz, al Mayor (R) Mauricio Ordóñez Galindo, al Mayor (R) Alirio Urueña Jaramillo por su presunta participación en hechos de ejecuciones extrajudiciales cometidas en el departamento del Valle del Cauca.
Asimismo, se ordenó al Comando Conjunto Estratégico de Transición de las Fuerzas Militares que envíe el listado completo de casos y personas sometidos a la Jurisdicción Especial para la Paz por hechos sucedidos en el Valle del Cauca.
En esta investigación también se abordarán denuncias presentadas sobre la posible alianza entre miembros de la fuerza pública y el Bloque Calima que operó en gran parte del departamento del Valle del Cauca.
La devolución de medallas
La JEP viene trabajando desde hace tiempo los falsos positivos en esa región del país. El año pasado, en una diligencia judicial restaurativa, el mayor Mauricio Ordóñez entregó las medallas ganadas ilegítimamente por sus supuestos triunfos contra la guerrilla.
Tanto Ordóñez como su compañero, el coronel retirado Jorge Enrique Florián, escucharon los desgarradores testimonios del dolor que causaron en los familiares de las víctimas. Con lágrimas en sus ojos y la voz cortada, varias madres de familia miraron a la cara a los artífices del asesinato de sus hijos y les contaron la historia de estos. Jóvenes cuyas esperanzas fueron apagadas y sepultadas bajo tierra y un uniforme de la guerrilla, que nunca fue de ellos.
“Mi nombre es Mauricio Ordóñez, yo fui el comandante del Gaula del Valle durante varios años y comandante del capitán Jorge Florián, en su momento. Hoy estoy acá presentándome y poniendo la cara, después de haber recorrido un largo trecho por el vergonzoso y espinoso camino de la negación”.
Por este caso, el mayor Ordóñez fue judicializado, pero tras los acuerdos de paz de La Habana con la guerrilla de las Farc, decidió acogerse a la justicia transicional de la JEP y sumarse a los actos de verdad y reparación. “Estuve muchos años en la justicia ordinaria, enfrenté un juicio y fui condenado. Duré muchos años detenido, privado de la libertad, pero eso nunca logró darme ningún tipo de oportunidad para reparar, para contar la verdad y para resarcir el daño que hice, ejerciendo el uso de la fuerza contra los ciudadanos que debimos haber defendido”. Afirmó mirando a los ojos de los familiares de sus víctimas.