Hace una semana la defensa del expresidente Álvaro Uribe, en cabeza del abogado Jaime Granados, advirtió que nunca existió un soborno en actuación penal, pues para que ocurra el delito debe haber una víctima, un testigo a quién sobornar y en este caso no existe.

Ahora, el abogado Jaime Lombana argumentó por qué el delito de fraude procesal tampoco ocurrió, pues la justicia seguía y conoció la vida del expresidente a partir de las interceptaciones al abogado Diego Cadena.

Para el abogado Lombana no se puede explicar y así lo quiso dar a entender a la jueza que tiene que resolver la solicitud de preclusión, pues de qué manera ocurrió el fraude procesal si la justicia, en este caso la Corte Suprema, tenía conocimiento de cada una de las actuaciones y movimientos del expresidente en el marco del proceso en su contra.

“Las conversaciones e interceptaciones tienen que llevar a la legalidad absoluta de cuál fue el móvil que determinó para plantear una versión, pero no podemos responder por una versión que no se conoce; por ejemplo, la manera como buscan el expresidente Uribe, la manera ajena a la voluntad de Uribe Vélez o de su defensa de buscar a los testigos”, dijo Lombana.

El abogado insistió en que para confirmar el fraude procesal se tiene que llevar a un error a la autoridad judicial correspondiente y en el proceso que se adelantó en la Corte Suprema los movimientos y la defensa del exmandatario quedó expuesta a través de las interceptaciones telefónicas que se recaudaron.

“Cómo podemos afirmar la potencialidad de un fraude procesal que requiere la inducción en error, cuando la Corte Suprema de Justicia tenía conocimiento de cada una de las actuaciones, es decir, cuando iban a radicar el escrito en la Corte y ya lo sabía por la respectiva interceptación”, aseguró el defensor.

El seguimiento que advierte el abogado Lombana ocurrió en el caso del expresidente Uribe. Incluyó al abogado Diego Cadena, pues las conversaciones entre defensor y cliente quedaron expuestas a través de las interceptaciones de comunicaciones, lo que lleva a concluir que no existió el fraude procesal, pues allí no se advierte de una irregularidad o un intento por engañar a la justicia.

“La administración de justicia tiene un seguimiento minuto a minuto de la vida del doctor Álvaro Uribe y del doctor Diego Cadena, tanto que cada una de las circunstancias fueron retratadas por esas llamadas telefónicas… La Corte tenía, previamente, antes de ser radicada cualquier solicitud, conocía exactamente cada movimiento, cada llamada entre el doctor Uribe y el doctor Cadena, sus abogados como el doctor Granados y mi oficina y los asistentes del doctor Uribe”, explicó el defensor del exmandatario.

Otro punto que llamó la atención fue la advertencia que hizo el abogado Jaime Granados al asegurar que Juan Guillermo Monsalve, a quien consideran el testigo estrella de la Corte Suprema en contra del expresidente, no tiene esa condición, pues sus versiones estuvieron plagadas de mentiras, como decir que perteneció a los paramilitares.

“Juan Guillermo Monsalve no es testigo porque aparece condenado por autoridad judicial competente en dos casos, por secuestro extorsivo, porque es un secuestrador; él no perteneció a los paramilitares, ni al bloque Metro, sino a Los Rastrojos”, dijo el abogado Granados sobre Monsalve.

La defensa del expresidente Uribe no alcanzó a terminar su argumentación y se fijó para el próximo 4 de marzo una nueva fecha en la que esperan concluir sus argumentos y darle pasó a una exposición o espacio de tiempo que pidió el exmandatario para intervenir. Luego vendrá la decisión de la juez.