El pasado sábado 12 de enero José Castro se movilizaba tranquilo en un bus por las calles del centro de Tumaco. El vehículo fue detenido por la policía y rápidamente uniformados fuertemente armados bajaron al hombre. Ante una muchedumbre le notificaron que quedaba detenido y que en su contra había una orden de extradición de una corte de Estados Unidos. Fue el final de una operación que tomó meses de labores de inteligencia y seguimientos. El capturado era nada más y nada menos que alias El Doctor, un curtido guerrillero que durante años militó en la columna Daniel Aldana de las Farc. En las filas subversivas alcanzó relevancia porque durante años fue el responsable de atentados terroristas contra la infraestructura energética y la fuerza pública. En 2104 ya había sido capturado y afrontaba varios procesos. Gracias a los acuerdos de paz quedó en libertad y entró a la Justicia Especial para la Paz (JEP). Sin embargo, no se reintegró a la sociedad y por el contrario aprovechó los beneficios para unirse a las disidencias que actúan en Nariño y que están estrechamente ligadas con el negocio del narcotráfico. Lo que no sabía es que las autoridades nacionales y las agencias antidrogas extranjeras sabían de sus andanzas. Ahora espera en una cárcel de máxima seguridad para ser extraditado y responder ante una corte estadounidense. En contexto: Guacho, el más cruel de los disidentes, murió en un operativo de la fuerza pública Aunque es el caso más reciente no es el único en el que los antiguos combatientes de las Farc han sido capturados y serán extraditados por continuar delinquiendo tras la entrada en vigencia de los acuerdos de paz a finales de 2016. El primero en caer fue Yeison Chiriboga, alias El Indio. Fue detenido en septiembre de 2017, solicitado por una corte de Texas, acusado de haber ingresado a una disidencia que exportaba droga en complicidad con el cartel de Sinaloa. En abril de 2018 ocurrió el caso más emblemático y ampliamente conocido de la detención de Jesús Santrich, sindicado por las autoridades americanas y la fiscalía colombiana de intentar exportar droga en complicidad con narcos mexicanos. A diferencia del caso Santrich no ha existido mayor polémica frente al caso de estos cuatro disidentes extraditables. Tan solo tres meses después, el Ejército, la Fiscalía y la DEA detuvieron a Reinel García, alias Pija. Con más de 30 años en las Farc, “ el mismo día de la firma de los acuerdos decidió no acogerse a ellos y huyó de una zona veredal con cerca de 15 mil millones de las Farc, numeroso material de guerra y explosivos,”, afirmó en su momento el entonces ministro de defensa Luis Carlos Villegas. Junto a varios de sus hombres incursionó, además, en el negocio de tráfico de drogas desde Cauca, por lo cual también fue solicitado por una corte de Estados Unidos. Puede leer: Guacho y David, las vidas paralelas de los dos mayores narcos del Pacífico En julio de 2018 la Dijín capturó a Luis Carvajal. Conocido con el alias de Rambo era considero como uno de los hombre fuertes de las Farc en el sur del país. Fue detenido junto a 13 de sus lugartenientes porque continuó exportando droga para el cartel de Sinaloa desde las costas de Nariño y, como si fuera poco, estaba vendiendo cupos a narcos para incluirlos en las listas de esa guerrilla y hacerlos pasar ante el gobierno como subversivos, con lo cual obtendrían los beneficios contemplados en los acuerdos de paz. Uno de los que pagó varios millones, y confesó al ser arrestado, fue Washington Prada, el llamado ‘Pablo Escobar del Ecuador’, un capo extraditado a quien Rambo coló en la lista de postulados a la JEP. A diferencia del caso Santrich no ha existido mayor polémica frente al caso de estos cuatro disidentes extraditables. Si bien están recluidos a la espera de abordar un avión de la DEA, la realidad es que este tipo de personajes que decidieron apartarse del proceso es mucho mayor y en pocas semanas nuevos nombres entrarán a esa lista negra.