La guerra que desató el Clan del Golfo contra los integrantes de la Fuerza Pública se está viviendo al interior de la organización narcotraficante, según ha podido establecer inteligencia del Estado.
Luego de la extradición de alias Otoniel, quien fue capturado en octubre del año pasado y extraditado hacia los Estados Unidos, quienes se encontraban por debajo de la línea de mando hoy están en una disputa criminal por asumir su cargo.
Alias Chiquito Malo, alias Gonzalito y alias Siopas, quienes eran subordinados de Otoniel, asumieron el rol de cabecillas del Clan del Golfo y cada uno se encuentra dictando órdenes por separado a los matones y criminales de la estructura.
No satisfechos con el demencial ‘plan pistola’ que están ejecutando contra miembros de la Fuerza Pública, asesinándolos en sus casas, en jornadas de descanso, vacaciones, frente a sus familias e hijos, ahora decidieron pagarles a los ciudadanos para que sirvan de campaneros e informen en donde viven los integrantes de la Fuerza Pública.
“Lo que hemos encontrado especialmente es que hay alguna información que está siendo suministrada por ciudadanos, a los que les pagan si hay un suboficial, un oficial, un policía que está en servicio y se le informe a algunos de los puntos (campaneros) criminales de apoyo a estos grupos para que atenten contra la Fuerza Pública”, reveló el ministro de Defensa, Diego Molano.
Agregó que otra de las situaciones particulares que ha encontrado la inteligencia del Estado, señala que hay reclamos de los sicarios del Clan del Golfo, porque “les están quedando mal con el dinero que les ofrecieron por atentar contra las autoridades”.
“Lo que hemos evidencia es que comienza a presentarse en disputas entre ellos mismos porque pareciera que el Clan del Golfo no les está pagando a los sicarios que contratan o les ofrecieron para asesinar a integrantes de la Fuerza Pública”, añadió el ministro Molano.
El funcionario reveló que los operativos se mantienen en contra de alias Chiquito Malo, Gonzalito y Siopas, con el propósito de capturarlos para que respondan por sus delitos ante la justicia.
Las declaraciones del ministro se conocieron luego de presentar los resultados recientes sobre la lucha contra el microtráfico en el país. Añadió Molano, que “el microtráfico es un meganegocio que involucra a los grupos armados como el Clan del Golfo”.
De igual manera, dijo que “no es un problema de un jíbaro o de una pequeña banda local, es un meganegocio que involucra inclusive hoy a estos grupos armados organizados como el Clan del Golfo”. Recordó el ministro que el Clan del Golfo es la principal organización narcotraficante del país, que se disputa los negocios ilícitos con las disidencias de las Farc y la guerrilla del ELN.
Añadió Molano que en el marco del ′Plan 1000 contra el Microtráfico’ han sido capturados más de 28 mil miembros de estructuras de tráfico local de estupefacientes y más de 11 millones de dosis incautadas.
“Hemos evitado que desde un joven hasta una familia se involucren en el círculo del mal del consumo y tráfico de estupefacientes, derrocando los muros del microtráfico y construyendo muros de esperanza”, dijo.
Recientemente, la Dirección de Investigación Criminal, Dijín, ejecutó una redada contra expendedores de droga locales, dejando más de 300 capturados.
“Los investigadores ejecutaron 39 operaciones estructurales contra grupos de delincuencia común organizada (GDCO) dedicados al expendio de estupefacientes en 81 municipios de los departamentos Huila, Tolima, Valle del Cauca, Cauca, Arauca, Norte de Santander, Antioquia, Córdoba, Meta, Bolívar, Magdalena, Santander, Atlántico, Caldas, Risaralda y Cundinamarca”, dijo la Policía.
Agregó la Policía que, “durante las 254 diligencias de registro y allanamiento se logró la incautación de 657 kilos de marihuana, 7,7 kilos de base de coca, 5,4 kilos de cocaína, 1.457 dosis de droga sintética, 60 gramos de heroína, 33 armas de fuego, 79 celulares, 5 vehículos y la ocupación de 2 bienes inmuebles, entre otros”.