La estrategia de la defensa de Liliana Campos Puello, la Madame, para quedar en libertad por vencimiento de términos se cayó este lunes, cuando una juez de control de garantías determinó que permanecerá al menos un año más privada de la libertad, pues consideró probado que la mujer habría continuado delinquiendo desde su sitio de reclusión.A la Madame, que lleva poco más de un año en detención cautelar tras caer en la operación Vesta contra la explotación sexual, estaba a punto de cumplírsele el tiempo en el que podía permanecer detenida sin que iniciara el juicio en firme. La Fiscalía había solicitado que se extendiera a tres años más la medida de aseguramiento, pero el despacho solo concedió otros 12 meses. En contexto: La Madame, un año en la cárcel sin que su proceso avance La mujer, a la que la Fiscalía ha descrito como “la mayor proxeneta de Cartagena”, habría sostenido conversaciones con subordinadas suyas para intentar mantener el control de sus negocios tras su detención, según se deduce a partir de pruebas presentadas por el ente acusador ante el despacho.Ello, sumado al riesgo de fuga o de que la detenida salga del país, llevaron al juzgado a tomar la determinación contra Campos Puello, que está siendo procesada por los delitos de trata de personas, inducción a la prostitución y concierto para delinquir, cargos que no aceptó la detenida.La defensa, en cabeza del abogado Iván Díaz Sabbag, señaló que buscará impugnar la decisión en el entendido de que una conversación telefónica, que fue entre terceros, no demuestra que su cliente esté delinquiendo desde la cárcel. Puede interesarle: La academia de La Madame dedicada a la presunta explotación sexualLa Fiscalía también presentó una entrevista de cinco páginas efectuada a un testigo, que la defensa pidió rechazar como prueba documental, dado que no está firmada en todas las páginas por la persona que rinde el testimonio. La petición no prosperó porque la prueba debe ser controvertida en una etapa posterior, ante un juez de conocimiento.Su negocioSegún la Fiscalía, la Madame actuaba en las playas de la ciudad y sus clientes eran turistas principalmente extranjeros. Su organización tenía la capacidad, según el ente acusador, de ofrecer servicios sexuales de jóvenes mujeres —el expediente no da cuenta de que ello implique a menores de edad, según la misma Fiscalía— en medio de eventos en las paradisíacas playas en el Caribe cerca de Cartagena e, incluso, en el exterior —de ahí el involucramiento del DHS/ICE—.Sobre las declaraciones de Liliana Campos sobre sus clientes extranjeros, hay información de las autoridades migratorias de Estados Unidos que dan cuenta de que mujeres a su servicio habrían sido trasladadas desde Cartagena a las Bahamas, para presuntamente participar en actividades sexuales y de prostitución que la Madame está señalada de concertar como proxeneta. Puede interesarle: Declaraciones de la ‘Madame’ a la prensa: un posible bumerán Campos Puello siempre ha defendido que ella dio una oportunidad a mujeres mayores de edad para que voluntariamente pudieran ser modelos y damas de compañía, y de ganar un dinero que jamás hubieran logrado de otra forma, en las fiestas y eventos que ella coordinaba. Según su decir, el negocio también incluía el arriendo de sus casas en el Centro Histórico de Cartagena, donde vivían las jóvenes. No obstante, para el ente acusador lo que ha habido por parte de la Madame es un aprovechamiento de la situación de pobreza de las jóvenes mujeres, que usó para explotarlas sexualmente lucrarse ilegalmente. Para el 20 de agosto quedó prevista la realización de la próxima audiencia, en la que la Fiscalía se apresta a develar aun más material probatorio.