El pasado 30 de junio, Socorro Oliveros, esposa del excandidato presidencial Rodolfo Hernández, dirigió una reunión en un hotel en el norte de Bogotá para proyectar la transformación de la Liga de Gobernantes Anticorrupción en un partido. Ese día asistieron Marelen Castillo, exfórmula vicepresidencial; Juan David Valderrama, primo de Sergio Fajardo; y el gerente del Hospital de la Orinoquía, Ronald Roa Castañeda (amigo de Castillo).

Este último es investigado por presuntas irregularidades en la contratación del personal del centro asistencial y supuestos sobrecostos en la compra de elementos biomédicos contra la covid-19. Dicho encuentro terminó desatando las primeras peleas e intrigas en el movimiento de Hernández.

La situación es tan delicada que el exalcalde de Bucaramanga, quien obtuvo más de 10 millones de votos en la segunda vuelta presidencial, se está quedando solo, sin sus principales aliados. La crisis es evidente.

La primera discrepancia ocurrió cuando se conocieron los estatutos del partido, elaborados por la firma Consilio Abogados y basados en la información que suministró el excandidato. A juzgar por los nombres de los socios, la Liga de Gobernantes Anticorrupción terminó convertida en un partido de familia y amigos del millonario constructor.

Hernández es el fundador y su esposa, la directora, pese a que no sabe de política, como ella lo reconoce. En la junta directiva está Rodolfo José Hernández, hijo y mano derecha del ingeniero durante la campaña; Adriana Vargas Uribe, amiga personal de la esposa del excandidato presidencial y exnovia de Luis Carlos Hernández, el hijo del exalcalde que terminó envuelto en el sonado escándalo de Vitalogic.

Igualmente, figura Ceidy Chávez Mebarak, asistente personal de Hernández en la constructora; Víctor Domínguez, abogado de la empresa, y Alid Rincón, su contadora.

En un listado de los socios fundadores conocido por SEMANA, está confirmado que el ingeniero incluyó a empleados de HG Constructora en el partido. Entre ellos, su escolta Fabio Yesid Hernández Pinto y el chofer Óscar Arizmendi.

Además, aparecen dos personas salpicadas en escándalos: Jesús Pedro Nel Lizcano, a quien investiga la Contraloría porque se asoció con una firma que construyó, al parecer con irregularidades, el edificio de la Empresa Pública de Alcantarillado de Santander. Y Daniel Esteban Hurtado Rey, condenado en su momento a dos años y siete meses de cárcel por el carrusel de Paloquemao, ya que le pagó a un empleado del complejo judicial para obtener información de audiencias reservadas.

Lo paradójico es que Marelen Castillo no se encuentra en los estatutos. Tampoco los congresistas Érika Sánchez y Juan Manuel Cortés, quienes llegaron al Congreso tras inscribirse en el movimiento.

Castillo, quien participó en las primeras reuniones de constitución de la Liga, Sánchez y Cortés se quedaron por fuera y cada vez más parece remoto que integren la colectividad.

De hecho, a Sánchez le han hecho insinuaciones de ingresar al Centro Democrático o al Pacto Histórico, pero ella no ha tomado una decisión. SEMANA conoció que Hernández no los convocó a la fundación de la Liga de Gobernantes porque quiso ser pragmático y avanzar sin mayor argumentación, ya que las controversias demoran los procesos, según él.

En el caso de Castillo, las diferencias vienen de tiempo atrás. Una fuente le confirmó a esta revista que el ingeniero le pagó a la educadora un sueldo mientras ella realizó su campaña vicepresidencial. El compromiso era que, si se convertía en vicepresidenta o congresista, le devolvería el dinero. De lo contrario, no.

Ya con su curul, Hernández, caracterizado por la seriedad en los negocios, está exigiendo el cumplimiento de lo acordado. Además, la fuente reafirmó que Hernández estuvo molesto con Castillo, pues le informaron que ella, al parecer, estaba comprometiendo la entrega de avales del partido en el Valle del Cauca.

“Hay mucho ruido y especulación”, le respondió Castillo a SEMANA. Ella no negó su distanciamiento con Hernández, pero dijo que ha venido conversando recientemente con el ingeniero. Por los lados de Sánchez, el distanciamiento obedece a las difíciles relaciones con Socorro Oliveros. “Me maltrató verbalmente (...). No estamos de acuerdo con que el partido político sea de familia. No estamos de acuerdo con que no nos hubieran incluido en la creación de los estatutos”, señaló la congresista.

Rodolfo Hernández y Marelen Castillo han vuelto a conversar después del distanciamiento político. | Foto: NO

Esta revista tiene en su poder el último mensaje que la esposa de Hernández le envió a Sánchez a través de WhatsApp. “Erika, nunca pensé que usted obrara tan bajo, claro está que siempre lo he dicho: usted no merece hacer parte del movimiento y menos será del partido, pero me encanta que esto haya pasado para que el ingeniero Rodolfo aprenda a escoger la gente, porque estoy convencida de que hay gente correcta. Los años a él no le han enseñado porque se ha dejado involucrar de gente muy cuestionada y nos ha desacreditado como familia. Total, mi niña, yo no quiero nada con usted y que le vaya bonito”, le dijo.

El mensaje fue escrito en los primeros días de agosto, y el 30 del mismo mes Oliveros ordenó la elaboración de un comunicado en el que el partido dejó claro que Sánchez y Cortés no forman parte de la colectividad.

La molestia de Oliveros se agudizó cuando la dirección del partido, al parecer, les pidió a los tres representantes definir un solo grupo de asesores. Solo la congresista Érika Sánchez aceptó y cedió dos UTL.

Castillo, Cortés y Sánchez dicen que no tienen problemas con el exalcalde, pero sí existen diferencias con su esposa, una mujer directa y franca que no tiene filtros para decir las cosas, una característica que le ha venido pasando factura en la organización.

“Se están haciendo las cosas como toca. Este país necesita gente correcta manejando un partido, y esa soy yo”, dice Oliveros. “La personería jurídica la voy a cuidar como un tesoro, no para mí, sino para Colombia”, añade en las reuniones.

De hecho, sus posturas llevaron a que los polémicos dirigentes santandereanos Mario Camacho Prada y Édgar ‘Pote’ Gómez rompieran alianzas con Hernández y le informaran que no estaban interesados en participar en un “partido de corte familiar y empresarial”.

El exalcalde tiene claro que el partido le pertenece. El Consejo Nacional Electoral le otorgó vida jurídica porque obtuvo más de 10 millones de votos en la segunda vuelta presidencial y se convirtió en el senador de la oposición al presidente Gustavo Petro. Por eso, su renuncia al Senado no será tan sencilla como parece.

De entrada, tendrá que sanar las heridas con Castillo, ya que, si no lo hace y se retira del Congreso, no está descartado que su exfórmula pida el partido. Mientras que el ingeniero buscaría la Gobernación de Santander, ella seguiría como congresista opositora al Gobierno Petro. La escisión de la colectividad sería una opción.

De las próximas movidas de Hernández dependerá el éxito de la Liga en los comicios regionales de 2023. De lo contrario, su apuesta estaría en problemas.