Una dura arremetida lanzó el ministro de la Defensa, Diego Molano, en contra de excabecillas de la disuelta guerrilla de las Farc, al conocer que algunos de estos hicieron una petición ante la Justicia Especial de Paz, JEP, para ser reconocidos como víctimas del conflicto armado.

“Eso sí es la mata del descaro. Los victimarios reclamando ser víctimas, cuando lo que tienen que hacer es reconocer sus responsabilidades para los más de 9 millones de víctimas en Colombia y, en el caso de la Fuerza Pública, 403 mil”, señaló Molano.

Las declaraciones las entregó el alto funcionario durante un evento en donde el Ministerio de Defensa entregó a la Justicia Especial para la Paz el informe denominado ‘Caminando hacia la paz, verdad y dolor’, el cual contiene los testimonios y documentos donde se argumentan los más de 6.000 soldados del Ejército que resultaron víctimas de la guerra a través de la activación de minas antipersona.

Por tal sentido, el ministro criticó la solicitud que hicieron exmiembros de la antigua guerrilla y recordó que el proceso de paz se hizo centrado en las víctimas y no en los victimarios. “Ahora quieren jugar los victimarios a ser víctimas. No. El país debe reclamar justicia, verdad y reparación para las víctimas, no para los victimarios”, añadió.

Durante el evento, el ministro Diego Molano indicó que han sido 12.136 colombianos entre Fuerza Pública y civiles que han sufrido el horror de un enemigo invisible, al referirse a las minas antipersonal y los artefactos explosivos improvisados utilizados como método de guerra.

En el evento, exintegrantes del Ejército, víctimas de minas antipersonal, amputados de algunas de sus extremidades, les relataron a los magistrados de la JEP el horror por el que ellos pasaron luego de caer en los campos minados por la Farc. Aseguraron que no solo ellos fueron víctimas de esta barbarie, también sus familias, que tuvieron que cargar con esta tragedia de saber que uno de los suyos estuvo a punto de morir por la activación de los explosivos.

“No se le puede olvidar al país que las ex-Farc, no solo usó armas no convencionales, sino que a las minas les incluyeron tuercas, tornillos, vidrio y hasta material fecal, para agravar las heridas y afectar la vida y la integridad de los héroes de la patria”, recalcó el ministro.

De igual manera, Molano recordó la solicitud que hizo el presidente de la República, Iván Duque, hace tres semanas, cuando entregó el ‘Informe a la Verdad’, a la JEP, la Comisión de la Verdad y al Centro Nacional de Memoria Histórica: de abrir un macrocaso en el que se traten crímenes de guerra de las Farc en contra de los miembros de la Fuerza Pública y sus familias.

En dicho documento, señaló Molano, reposa la “historia de nuestras Fuerzas Militares y de Policía, por el respeto a la Constitución, a la ley, a los tratados internacionales de DD. HH. y DIH; además, les plantea la doctrina general a lo largo de este año y los procesos de operación y funcionamiento de las Fuerzas, lo mismo que en los procesos de formación y capacitación a cada uno de ellos”.

En su intervención, el ministro aseguró que hay “403.352 miembros de la Fuerza Pública, víctimas de crímenes de guerra, por parte de las extintas Farc, que son parte de las más de 9 millones de víctimas que ha dejado el conflicto y la confrontación en Colombia en las últimas décadas”.

“Después de cinco años del Acuerdo de La Habana y faltando 10 de su implementación, no puede ser que los reflectores se estén dirigiendo hacia la Fuerza Pública y no en los verdaderos victimarios”, reprochó Molano.

“Además, mientras los grupos armados ilegales minan para quitar y destrozar vidas, sembrando terror, son nuestros militares, soldados de la patria, los que hoy en día desminan para proteger la vida y devolver la esperanza”, recalcó el ministro.

En cifras, anotó que la Brigada de Desminado Humanitario del Ejército lleva más de 5 años en labores y, durante este Gobierno, ha logrado declarar más de 240 municipios libres de sospecha de minas antipersonal, sembrados por los grupos armados ilegales, incluyendo a las Farc.