Alejandro Gaviria no es confrontativo. Es sereno, tranquilo, reflexivo. Aunque no ha confirmado oficialmente su aspiración presidencial, su círculo más cercano tiene claro que, de salir al escenario público, no atacará a ninguno de sus contendores. Haría- según dijeron personas cercanas al exministro de Salud- una campaña diferente, con propuestas, evitando la confrontación y más enfocada en buscar salidas a la crisis por la que atraviesa el país.

No obstante, Gaviria no escapa a las críticas. El senador Gustavo Petro lo visitó en su apartamento en Bogotá hace unos meses. Y después de una hora de conversación sobre política, la situación de Colombia, entre otros temas, le ofreció que lanzara su precandidatura presidencial por el Pacto Histórico y se midiera en una consulta con los partidos progresistas. El académico no aceptó. Es más, ni siquiera confirmó su aspiración. Con el senador Roy Barreras, cercano de la Colombia Humana, ocurrió la misma escena un día después.

Petro- quien quiso tener a Gaviria de su lado en las presidenciales de 2022- confirmó con el paso de los días que el hoy rector de los Andes empezó a tomar fuerza, cada vez más sectores políticos, académicos, sociales y culturales, reclaman su nombre, y por tanto, ya lo ve como un fuerte competidor político. Alejandro Gaviria concentra el voto joven, de centro y seguramente puede arrebatarle al petrismo algunas preferencias en la izquierda radical y hasta ciertos apoyos de la derecha. Más de 150 actores y actrices le “suplicaron” en una carta divulgada este jueves que postulara su nombre a las presidenciales, algunos de ellos, en su momento, cercanos a la Colombia Humana.

Actores que le piden a Alejandro Gaviria que se lance a la presidencia | Foto: NO

Por eso, desde el petrismo han empezado una andanada contra el exministro Gaviria, lo que confirma que la campaña y la guerra política ya empezaron. Lo señalan, por ejemplo, por haber ocupado la Subdirección de Planeación Nacional en el gobierno del expresidente Álvaro Uribe, además de algunas de sus decisiones cuando fue ministro de Salud en el gobierno de Juan Manuel Santos.

En diálogo con SEMANA, Alejandro Gaviria fue prudente. No quiso dar nombres, ni referirse puntualmente a uno u otro señalamiento. “Las formas democráticas, las virtudes republicanas del respeto y el diálogo civilizado son muy importantes. La erosión del debate público debería preocuparnos a todos”, respondió cuando esta revista le preguntó su opinión frente a los señalamientos del petrismo. A renglón seguido expresó: “La mentira y la calumnia no son aceptables como armas políticas”.

Ese tipo de guerra política es lo que mantuvo al exministro de Salud, en su momento, dudoso de salir a la arena pública. Al fin y al cabo, desde la academia goza de tranquilidad y tiempo para su familia. Sin embargo, ante la petición de diversos actores políticos, en especial las juventudes, tendría más que decidida su aspiración presidencial, un anuncio que, aunque él no confirma, se daría en las dos primeras semanas de agosto, según sus asesores.