Este miércoles el presidente Iván Duque recibirá en la Casa de Nariño al secretario de Estado de EE. UU., Antony Blinken, en su primera visita oficial a Suramérica, en la que se abordarán temas estratégicos para Colombia y la región.

En el marco de esa visita se llevará a cabo la Conferencia Ministerial sobre Migración, en la que además del jefe de Estado también estará la vicepresidenta y canciller Marta Lucía Ramírez y varios ministros de Relaciones Exteriores de países de la zona con el objetivo de tratar diversos temas, entre ellos la migración irregular, una tema que ha preocupado bastante a la región y la implementación de las políticas migratorias seguras y ordenadas, bajo los principios de solidaridad y humanidad.

Este miércoles el presidente Iván Duque recibirá en la Casa de Nariño al secretario de Estado de EE.UU., Antony Blinken, en su primera visita oficial a Suramérica, en la que se abordarán temas estratégicos para Colombia y la región. | Foto: AFP

En la reunión estarán los cancilleres de Ecuador, Honduras, El Salvador, Guatemala, México, Perú, Brasil, Canadá, Chile, Costa Rica, Panamá y República Dominicana.

Antes del encuentro oficial, la canciller Ramírez habló vía telefónica con el funcionario estadounidense en la que ambos resaltaron su “compromiso por acordar una visión regional común para abordar la crisis migratoria que se vive en la región, así como de utilizar la conferencia que se llevará a cabo esta semana para tomar medidas concretas que atiendan los retos inmediatos”, según señala un comunicado de la Cancillería colombiana.

Blinken, por su parte, enfatizó en centrar la conferencia en “entregables concretos en el inmediato plazo, en beneficio de todos los países participantes, con el compromiso de que esta actúe como primer paso dar una discusión sobre la generación de mejores oportunidades en América Latina en el mediano plazo, así como la concurrencia de entidades multilaterales para la financiación de comunidades y países receptores”.

Así está la migración venezolana en Colombia

Mucho de lo que se habla en Colombia de los venezolanos está basado en mitos y conjeturas: “Que la mayoría trabaja en plataformas como Rappi, que en general viajaron solos, que están de paso hacia otros países, que para nuestro país migraron los menos preparados”. Todo eso dejará de ser parte de la percepción y pasará al terreno de las estadísticas.

El DANE emitió hace algunos días el primer resultado del estudio Pulso de la Migración, en donde recoge las realidades de lo que está viviendo esta población en nuestro país. | Foto: Migración Colombia

El Dane emitió hace algunos días el primer resultado del estudio Pulso de la Migración, en donde recoge las realidades de lo que está viviendo esta población en nuestro país, con lo cual se aspira a hacer una política para migrantes más eficiente y, en definitiva, “humanizar el fenómeno”, como lo destacó el director Juan Daniel Oviedo.

Si ha habido una población vulnerable durante la crisis sanitaria causada por la covid-19 ha sido la de los migrantes venezolanos, que salieron de su tierra presionados por la situación política y económica del vecino país. A algunos se les ve en las rejas de los conjuntos residenciales pidiendo ayuda. Otras veces duermen debajo de los puentes, incluso con bebés en brazos. Se suben en los vehículos de transporte público a contar sus penas y unos pocos están trabajando en nuestro país, ya sea en cargos formales o, simplemente, en el rebusque.

¿Es lo que vemos igual a lo que dicen los datos? Según lo recogido por el Dane, el 92,1 % de ellos vinieron en busca de mejorar sus condiciones. Un 19 % reveló que salió de su país por la inseguridad en medio de la cual vivían, tanto en el terreno vital –seguridad alimentaria– como en la seguridad en las calles.

Con el Pulso de la Migración ahora se tiene una foto más nítida de los venezolanos, más allá de lo general que se tenía en el visor: los estimativos dan cuenta que 5,7 millones de ciudadanos salieron del vecino país hacia distintos destinos del mundo en busca de una oportunidad para seguir con sus vidas. Algunos quizá con la intención de volver, pero, de los 1,8 millones que hay en nuestro territorio, el 94 % dijo en la investigación del Dane que permanecería en el país, al menos durante el próximo año.