Las disidencias de las Farc siguen siendo una organización de alto riesgo en el país. A pesar de ser consideradas inicialmente como el mero remanente de la guerrilla más temible que ha tenido Colombia, con el paso del tiempo ese sobrante ha ido ganando terreno hasta convertirse en una agrupación madura.

De hecho, es por ese poder que han ido obteniendo a través de la ilegalidad y la violencia que han sometido a algunas poblaciones de territorios vulnerables, perpetrando horrores como masacres, desplazamientos forzados o reclutamiento a menores.

Las disidencias de las Farc siguen delinquiendo a lo largo y ancho del país.

Sobre este último punto, por ejemplo, la ONU alertó que la cifra aumentó entre 2022 y 2023. Al menos 130 niños fueron enlistados por las fuerzas subversivas, por lo que el secretario general de la entidad internacional, Antonio Guterres, se pronunció.

“Me preocupa el continuo aumento en el número de violaciones graves, especialmente en lo que concierne al reclutamiento y la utilización y la matanza y mutilación de niños por grupos armados, en particular por grupos disidentes de las Farc-EP”, indicó el dirigente.

Ahora, poco a poco, la justicia va siguiéndole el paso a aquellos integrantes de las subestructuras más peligrosas que cometen crímenes de lesa humanidad. En ese afán, dos presuntos integrantes de la columna móvil Dagoberto Ortiz fueron capturados y judicializados.

La Fiscalía General de la Nación confirmó el procesamiento de Ana Ligia Collazos -alias ‘La Mona’- y Milton Javier Pillimue Rivera, mejor conocido como ‘Mauricio’.

Los grupos disidentes actúan en zonas rurales y urbanas. Foto: Joaquín Sarmiento / AFP | Foto: AFP or licensors

De acuerdo con el material probatorio recolectado por el ente público con el apoyo de la Dijín, se descubrió que la mujer era una de las cabecillas de la agrupación, mientras que el hombre delinquía en contra de comerciantes, agricultores y empresas azucareras.

Ambos delincuentes tenían su perímetro de acción en el departamento del Cauca.

En medio de las investigaciones pertinentes, el organismo de control judicial identificó el nexo que tendrían los dos antisociales con un episodio de secuestro que sucedió a finales del año pasado en zona rural caucana.

“Evidencia en poder de la Fiscalía vincularía a ‘La Mona’ y a ‘Mauricio’ con el secuestro del empleado de un ingenio azucarero, ocurrido el 9 de septiembre de 2022 en la vereda La Paila de Corinto (Cauca). Ese día, Collazos y Pillimue Rivera, al parecer, haciendo uso de armas de fuego, retuvieron al trabajador y hurtaron una retroexcavadora de propiedad de ese complejo”, indica la Fiscalía.

Además, el órgano supervisor detalló el papel y las responsabilidades específicas que cada uno de los procesados cumplía dentro de la estructura criminal.

Sobre Collazos se supo que sería la encargada de regular los movimientos realizados por las Fuerzas Armadas en el sur del país, a fin de alertar a sus compañeros para que se diera con normalidad el movimiento de cargamentos de sustancias ilegales.

A su vez, era la responsable por coordinar los cobros de las extorsiones a comerciantes y ganaderos en los municipios de Caloto, Padilla y Corinto.

Por todo lo anterior, más lo que arrojaron investigaciones adicionales, se imputó a los procesados por los delitos de concierto para delinquir agravado, secuestro simple y fabricación, tráfico, porte o tenencia de armas de fuego; accesorios, partes o municiones agravado. No en tanto, ninguno aceptó los cargos imputados.

Comandantes de las disidencias de Farc. | Foto: Farc

Y es que no es solo Cauca el departamento que padece con las acciones de las disidencias, sino que otras regiones del país atraviesan hostigamientos similares. En el Huila, por ejemplo, una niña de cuatro años fue asesinada en medio de combates entre los guerrilleros y el Ejército.

Asimismo, en Cali y otras ciudades capitales han aparecido pancartas en vías públicas firmadas por estos grupos, a fin de infundir terror en las calles de Colombia.